Un estudio de
Por Rubén Ravera
Escuchaba esta mañana un reportaje a un destacado investigador de
Conceptualmente
debemos aceptar que comparativamente los efectos de la crisis bancaria tuvieron
resultados semejantes al de genocidios como el de la dictadura del 76′,
tragedias como las grandes epidemias, terremotos, tsunamis, incendios o
conflagraciones bélicas. El trueque en esos meses de confusión política y
económica (cinco presidentes en un mes, confiscación de depósitos etc.) actuó
como una verdadera “arca diluvial” o “refugio” para que muchísima gente no
corriera la suerte de los que se quedaron paralizados en su casa, acorralados y
sin saber que hacer.
Sin embargo,
contrariamente a lo que debería haber ocurrido, hoy
el trueque está proscrito en los medios de comunicación y criminalizado a pesar
de que sigue funcionando, reactivado y fortalecido, como lo estaba antes de la
crisis (1995-2001). Esto está vinculado a que al poder no le conviene que este sistema
prospere y se conozca cabalmente. Por eso muchos personajes
conspicuos declaman y vociferan que “el trueque está muerto” para que la
experiencia no pueda convertirse en una opción de mercado. En este sentido
convengamos que el mundo se torna cada vez menos hospitalario para la mayoría
de la humanidad. Sólo algunos lugares de Europa, Norteamérica y Asia son
confortables pero los problemas inherentes al agua, los alimentos y la energía
son cada día más difíciles de resolver.
Por eso ya se habla
de un “excedente social” que, valga la redundancia, “sobra” en el planeta. Tan
solo hay que hay que observar lo que está ocurriendo en las fronteras entre
España y Marruecos o entre México y Estados Unidos. Como ejemplo vale el hecho
de que los trabajadores que antes veíamos en el campo, las fábricas y los
puertos ya no están ni son necesarios. Los han reemplazado las máquinas, los robots y las
computadoras. No nos engañemos, el objetivo es claro. Por eso, aniquilar
al trueque, una herramienta que mostró su efectividad en el momento de la
crisis aguda con una capacidad que otras organizaciones sociales no pudieron
mostrar, incluyendo por supuesto al mismísimo gobierno, es algo que hay que
desterrar de nuestra historia y de la memoria colectiva. Y para eso siguen trabajando esos
personajes nefastos cuya labor es desacreditar la actividad del trueque y
destruir la reputación de sus dirigentes ya que el único peligro que entraña en
contra de este “statu quo” genocida, que reina a sus anchas en el planeta, es que
funcionó!!!. Esto a diferencia de los programas y proyectos diseñados por los
“expertos en pobreza” que lo que hacen entre otras cosas es “hablar” y “cobrar
suculentos sueldos” (en blanco y en negro) de “Gobiernos, Universidades, FMI,
ONU, Banco Mundial, BID, FAO, PNUD y vaya uno a saber que otros recónditos
lugares”. Lamentablemente en otros países, como Turquía, no dispusieron de esta
ingeniosa construcción comunitaria como son los clubes de trueque durante sus
respectivas crisis financieras y es probable que las muertes por enfermedad o
suicidio hayan sido superiores a las nuestras. En este sentido es interesante
citar al amigo Eduardo Troncoso, ferviente activista de este movimiento
solidario en su lugar de residencia, el país Vasco, que dice que el Club del
Trueque, además de ser un gran grupo de autoayuda, es como una “Cruz Roja Económica”
capaz como ninguna otra de actuar en catástrofes financieras.
Señalemos que estas
catástrofes pueden ser sistémicas o provocadas deliberadamente. Por esto,
habría que estar preparado para la próxima. Porque es poco probable que en los
años venideros no ocurra otra y con más virulencia. En eso hay que seguir
trabajando previniendo todos los días para que los clubes de trueque estén bien
armados cuando llegue el momento. Como los bomberos. Los argentinos tuvimos
El Club del Trueque significó un duro contraste respecto a
la gestión de aquellos que la gente exigía que se fueran, y representaba una
amenaza para las políticas clientelares asistencialistas que se querían
imponer. Por eso, desde un sector del poder se saqueó nuestro sistema con la
introducción de más de mil millones de bonos falsos, y lanzando una feroz
campaña de difamación.
En la desesperación por demostrar ante los responsables del
Banco Mundial y las autoridades españolas que el Club del Trueque era válido,
Pero a nosotros nos miraban con otros ojos a nivel
internacional porque era el fin del ensayo neoliberal de la convertibilidad y aparecía
un fenómeno "grotesco" para el capitalismo, una economía que no
reivindicaba el dinero. El FMI emitió su juicio, puso fecha limite a las
cuasimonedas para que no quede ninguna y a nivel local los peronistas divididos
en tres frentes no alcanzaban el 22% del electorado por lo que tenían que
buscar los canales para recuperar a sus "clientes", los pobres, que
se estaban organizando desde otro lugar, sin
necesidad de cajas con alimentos o chapas "gratis" para el rancho.
A esto se sumo la "proscripción" periodística que
se mantiene al día de la fecha donde ningún medio nacional toma los
acontecimientos de los distintos clubes de trueque que siempre se han mantenido
de pie y la campaña que organizo Canal 9 durante once días ininterrumpidos
dando anticipos por la mañana, tarde y noche sobre los negocios turbios del
trueque y su descrédito.
.Desde varias provincias me llegaban informes de la
asquerosa cooptación política que se efectuó, amenazas de muerte mediante. ESTO
NO FUE UNA BROMA LUIS, FUE CON ARMAS LARGAS....Podría seguir....,a veces pienso
que podría escribir un libro, con nombres, personas, situaciones y PRUEBAS.
La invasión de bonos falsificados (empleando inclusive
papel de seguridad que hasta hacia pocos días estaba reservado para determinadas
imprentas registradas) y se profundizan las amenazas telefónicas y las amenazas
con armas a nuestro entorno
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