miércoles, agosto 05, 2009

La caballada de Atienza

www.villadeatienza.com

La caballada de Atienza

Estamos ante una de las celebraciones con más solera que tienen lugar todavía en España, no obstante la Cofradía de la Santísima Trinidad es una de las agrupaciones castellanas de más antigüedad documentada. Tenemos que remontarnos hasta mitad del siglo XII para encontrarnos con uno de los hechos que marcaron el devenir de Castilla y que tuvo lugar aquí, en Atienza. Está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Nacional.Habiendo heredado Alfonso VIII el trono de Castilla muy joven, con tan solo cuatro años, su tutela se la disputan dos familias muy influyentes, los Castro y los Lara. Aunque Sancho III en su testamento señala a los Castro como tutores de su hijo, serán los Lara quienes mediante una estratagema mantengan al niño en su poder. Los Castro solicitan la ayuda del Rey de León Fernando II quien, posiblemente viendo la oportunidad de gobernar en ambos reinos, entró en Castilla al frente de un ejército para apoderarse del pequeño Alfonso. Éste es sacado de Soria y llevado por Pedro Núñez de Fuentearmegil a Atienza, una de las villas mejor fortificadas del reino, que no tardará en sufrir el cerco al que le someterán las tropas leonesas. Dice la tradición que, ante el peligro que suponía el asedio leonés, el pequeño rey fue sacado de madrugada de la villa escondido entre un grupo de arrieros que lo llevaron hasta Segovia y posteriormente a Ávila donde quedó a salvo.Desde entonces los miembros de la Cofradía de la Santísima Trinidad, heredera de la antigua cofradía de arrieros y popularmente conocida como “de la Caballada”, recuerdan el hecho a lomos de sus caballerías ataviados a la antigua usanza y al son de la gaita y el tamboril. Todos los domingos de Pentecostés desde la mañana temprano, cuando la comitiva atraviesa el pueblo camino de la ermita de la Estrella, hasta el atardecer, en que tendrán lugar las carreras entre ellos, los cofrades irán cumpliendo con la tradición escrupulosamente. Los hermanos siguen al pie de la letra unas ordenanzas que cuentan con siglos de antigüedad, no obstante las multas impuestas por el Prioste a los cofrades se hacen en forma de celemines de trigo, libras de cera o cuartillos de vino. El día anterior se celebra el "sábado de las siete tortillas", y en la ermita de la Estrella los hermanos cofrades se reúnen alrededor de la mesa para degustar las siete tortillas, que según dice la tradición son las jornadas que duró el viaje hasta poner a salvo al Rey. El número siete es un número por otra parte muy simbólico y está presente en multitud de hechos y construcciones de la Edad Media.

Las Comunidades de Villa o Ciudad y Tierra de Castilla y Aragón ( Ágreda)

www.trebago.com/revistas.asp

Números 14 y 15

Título completo:

Las comunidades de Villa o Ciudad y Tierra de Castilla y Aragón vistas a través de la comunidad de Ágreda y del concejo comunal de Trébago, lugar perteneciente a dicha comunidad de Villa y Tierra de Ágreda

Por Santigo Lázaro Carrascosa.

Han sido, además de D. Vicente de la Fuente, modestos historiadores muy locales y con otros oficios o carreras bien distintos del de historiador los que han tratado el tema de las Comunidades. Entre ellos, el farmacéutico de Almazán D. Elías Romero, el segoviano D. Anselmo Carretero y Nieva en el siglo pasado, y en el presente D. Anselmo Carretero y Jiménez, hijo del anterior, y ambos ingenieros industriales, D. Manuel González Herrero (abogado), los tres segovianos, y actualmente numerosos estudiosos, todos ellos castellanos, y por tanto hijos de Tierra comunera que tienen grandes inquietudes por conocer el pasado de Castilla y en este pasado el fenómeno de las Comunidades de Villa y Tierra es fundamental para saber lo que fue y lo que es Castilla. De todas maneras, este tema todavía no tiene para los sabios y altos eruditos historiadores actuales la suficiente categoría para que se ocupen de él, a pesar de su enorme importancia, no sólo para conocer el pasado de Castilla, sino el de España. Esperamos que las cosas al respecto cambien sin tardar mucho tiempo.

Los comunes de de Villa y Tierra de Guadalajara

Los comunes de Villa y Tierra de Guadalajara

Original de A. Herrera Casado Edición de Reichenberger, 1989 (Kassel, Alemania)

www.aache.com/docs/comunes.htm

Forma parte de un documento principal llamado:

Documentos de Guadalajara

http://www.aache.com/docs/index.htm

Ponencia de A. Herrera Casado en el Congreso "Imago Hispaniae", Pastrana 7-10 Julio 1987 en homenajea Manual Criado del Val. Fueron relativamente pocas las tierras de realengo frente a las tierras de de abadengo y solariegas -en especial de Órdenes Militares- en las actuales provincias de Guadalajara y Cuenca.

martes, agosto 04, 2009

Trasierra o Extremadura castellana

Edad Media: La Extremadura Castellana

Siglos X al XV

http://www.maderuelo.com/

1 Origen del nombre
2 Primeras referencias escritas en León
3 Primeras referencias escritas en Castilla
4 Límites de la Extremadura
5 La Jurisdicción sobre la Extremadura
6 El olvido de la Extremadura
7 agricultores roturando baldíos





1. Origen del nombre

La palabra extremo para designar las tierras fronterizas o límites del condado/reino de Castilla aparece ya en documentos del siglo IX y con sus distintas variantes (Extremos, Extremo, Extrematura, Estremadura, Extrematuram, Strematurae, Extremadura, in Extremis, Extremitas,…) y sigue usándose hasta el siglo XII, cambiando sus límites geográficos según avanza la Reconquista.

Como estos límites se van ampliando cada vez más, en el primer tercio del siglo XII incluso se distingue entre la Extremadura de Yuso y la Extremadura de Suso para diferenciar, dentro de ésta, las tierras situadas al norte de las sitas al sur respectivamente.




2. Primeras referencias escritas en León .

A finales del siglo XII (22 de marzo de 1181), en un diploma del monasterio de Castañeda, en territorio leonés, encontramos la expresión Extremis Dorii para designar la Extremadura leonesa, no la castellana, que correspondía a una buena parte de la provincia de Salamanca, y especialmente a la comarca de Ciudad Rodrigo. Aparece así reiteradamente en los años posteriores contrapuesta a la Trasierra o actual Extremadura.



3. Primeras referencias escritas en Castilla.

En Castilla no conocemos ningún documento anterior a don Rodrigo Jiménez de Rada que haya designado a la Extremadura como los Extremos del Duero; por lo que debe tratarse de un derivado culto de la forma primigenia y originaria, la única usada durante casi dos siglos en exclusiva, el abstracto Extremadura, formado del concreto Extremo y del sufijo del latín medieval -tura.



4. Jurisdicción sobre la Extremadura .

En la transición de los reinados de Alfonso VII y VIII cuando aparece y se consolida la figura del Merino Mayor, que tiene jurisdicción sobre Castilla pero no sobre Extremadura, es cuando se fija la frontera exacta para la división administrativa exigida por seguridad jurídica.
Así, a mediados del siglo XII, podemos decir que la Extremadura castellana limitaba al norte con Castilla, al este con el reino de Aragón, al oeste con el reino de León y al sur con Toledo. En el siglo XII la divisoria entre Toledo y Extremadura era imprecisa pero al comenzar el siglo XIV se ha dado el paso de la territorialización administrativa al existir el Notario Mayor de Toledo frente el Notario Mayor de Castilla con jurisdicción sobre Castilla y Extremadura. Extremadura nunca alcanzó Notario propio ya que siempre fue el de Castilla.
En lo eclesiástico esta división también coincide casi totalmente.



5. Límites de la Extremadura .

Extremo o frontera no designa un espacio geográfico predeterminado sino que se trata de un concepto dinámico, móvil y variable en continua dependencia de los avatares políticos, y mucho más en la Castilla medieval, empujada por el ideal de recuperar el suelo peninsular ocupado por los musulmanes.

Pero este concepto dinámico más tarde se convirtió en una división administrativa con unos límites precisos. La incorporación del reino de Toledo en 1085, con unas fronteras definidas y una personalidad propia, señalan el final de la progresión hacia el sur de la Extremadura castellana que terminaba donde comenzaba el reino de Toledo. Así a partir de 1116 el reino se divide en Extremadura, Castilla y Toledo a los que se añaden Nájera y Asturias pero en ningún documento aparecen los límites exactos de esa Extremadura situada entre Castilla y Toledo. En muchos casos el Duero hace de frontera entre Castilla y la Extremadura castellana. En general es válido pero tiene unos límites definidos que no coinciden plenamente con el curso del río, sobre todo en su tramo superior, ya que en Soria hay tierras al norte del Duero que forman parte de Extremos.


6. Olvido de la Extremadura.

Bajo el reinado de Juan II (1405-1455) comienza la división del territorio en provincias y en este siglo la Extremadura desaparece como entidad administrativa. El olvido de la Extremadura se produce por:

Afianzamiento y expansión territorial del régimen señorial y nobiliario sobre la Extremadura, que rompe su identidad original de tierra de la libertad con sus comunidades realengas de Villa y Tierra.

La aparición de los corregidores reales, que ejercen su autoridad sobre porciones de la Extremadura haciendo perder de vista el conjunto de la misma.

La creación hacia 1536 de provincias fiscales, que en sus demarcaciones desconocen la Extremadura histórica y contribuyen a borrarla definitivamente de la memoria colectiva.

Mientras tanto aparece un nuevo concepto geográfico que nunca tuvo realidad político-administrativa, Castilla la Nueva, separada de Castilla la Vieja por la Cordillera Central.

El nombre de Extremadura, olvidado y perdido a un lado y otro de la Sierra durante el siglo XV, al ser sustituido por los conceptos geográficos de Castilla la Vieja y Castilla la Nueva, se conservará, no obstante, en una porción de la Extremadura castellana, en la más extrema, en las comunidades de Plasencia, Trujillo y Medellín, las tres de la diócesis placentina, desde donde esta vieja y gloriosa denominación se extenderá hacia las tierras, otrora leonesas, de la Trasierra, y hacia ciertas encomiendas de las Órdenes Militares, para constituir la moderna Extremadura.

Fuentes:

Gonzalo Martínez Díez: Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura Castellana. Editora Nacional. Madrid 1983