viernes, marzo 02, 2018

AUNQUE YA NO ESTÉ EN TI, ARRIACA. (Juan Pablo Mañueco)


AUNQUE YA NO ESTÉ EN TI, ARRIACA.


Y yo no estaré. Y seguirá Arriaca aleteando.
Y quedarán las plazas sobre las que he pasado.
Oirán sus parques el silbido de los pájaros.
Notarán los aires el sonido agudo de sus campanarios.

ESTARÉ contigo, Arriaca, aunque no esté,
Y aunque ya no pueda pasearte con mis pasos.
SEGUIRÁ siendo tuyos los más bellos instantes que pasé.
ARRIACA de mi sueños, de mis paseos y abrazos.

Arriaca, por tus calles seguirá fluyendo aún después,
Lo mejor de mí, lo que he sentido bajo tu cielo pálido
En los día de lluvia, y seguiré soñándote también
Todos los días que viví bajo la luz de tu cielo cálido.

Entonces cuando yo ya no esté, incluso en ese después,
Acaso te paseen estos versos como dándote un abrazo.
Nativa ciudad donde no llegué físicamente a nacer,
Donde sí quiero que yerre mi espíritu cuando sea errático.

¡Oh, sí, al menos quedará Arriaca, aquí, aleteando!

 JPMañueco 


Un soneto me manda hacer Adaja, (Juan Pablo Mañueco)

Un soneto me manda hacer Adaja,

Un soneto me manda hacer Adaja,
que es río que desde los altos muros
de la Sierra de Amblés piensa en futuros
murallones pétreos, cuando baja.

Digo Adaja… y mi corcel de agua ataja
para ir a ver los torreones puros
con que Ávila aballesta sus conjuros,
contra el tiempo que todo cuerpo taja.

¡Mas no al río que, resoplando, viaja
desde la altura serrana extramuros,
a la ciudad en donde Ávila se encaja!

¡Entre las piedras de muralla, uros
o verracos vetones de agua!: Adaja
muge y pasa y acaricia antemuros.

Y sólo ya en Arévalo, la villa mudéjar castellana,
capital de la Moraña,
pálida de odres de abundosas lágrimas, el río se relaja.

Después de que reciba al Eresma, de estirpe segoviana,
el llano Adaja va a quedarse sin orilla,
que viene el Duero a beberse esta agua sureña de Castilla.

Juan Pablo Mañueco

Vídeo autor: