viernes, abril 24, 2015

Villalar

23 de Abril de 2015 (Día de Villalar)

 Día de la artificial e impuesta comunidad autónoma de Castilla y León.

DIA DE VILLALAR

 Dicen que es día de fiesta,...
Día de Villalar,
No se escuchan las campanas,
Parece un día normal,
La gente viste ordinario,
No hay traje para estrenar,
No hay alegría en las calles
Más bien…mortecinas están.
Y… todo es porque…
El pueblo castellano
No acepta como suya
la fiesta de Villalar.
Mientras Castilla esté encadenada
No hay nada que celebrar.
Libertad para Castilla,
Libertad, libertad, libertad.

José Castilla
Burgos (Castilla) 23 de Abril de 2015

lunes, abril 20, 2015

Viva la constitución castellana de 1520 (Juan Pablo Mañueco)

VIVA LA CONSTITUCIÓN CASTELLANA DE 1520 (o la avanzada Ley Perpetua de Ávila que Castilla dio al mundo en 1520, por la que combatieron los comuneros y que no ha sido ni atendida ni superada)
 
 
Junta Santa Comunera,
unión de Comunidades,
alma unida, en que ciudades
natural ley escribiera.
 
Primero: Que los caudales
al político decidiera
beca que el pueblo eligiera.
Lo demás, fuesen maldades.
 
Otrosí dos: Plazo hubiera
máximo en el ejercicio
al pueblo de ese servicio.
¡Nunca profesión se hiciera!
 
Un tres mayor maleficio
expreso en prohibir fuera:
como es que arriba quisiera
obstruir alguien su ejercicio.
 
Venga rey o jefe arriba
Influyéndoles: ¡Ni reyes
Vaciándoles con leyes:
Ante orden todo prescriba!
 
Los encargos sean leyes
En que la gente ella escriba
Ya, y luego eso sobreviva:
Por ser soberanas leyes.
 
En no dar ni recibir
Rentas ni cargos a amigos,
Pónganse fuertes castigos.
Eso a gente ha de incumbir.
 
Tan solo con cuatro puntos
Una Ley tan castellana
Anuncia ser tanto de hoy
que con otros más asuntos
 
llevaría a muchos juntos
en pos de luz que ella mana.
Y una vez triunfante doy
así el triunfo a grey humana.
 
Juan Pablo Mañueco

lunes, abril 13, 2015

El telar de la plabra Pilar Huerta Román)

Un saludo
José Antonio Sierra

 

Ávila en la Guerra Civil (José Belmonte Díaz)

Ávila en la Guerra Civil. José Belmonte Díaz 288 páginas           15 x 22 cms. 18,00 euros Beta III Milenio

En Ávila en la Guerra Civil se relatan, por el historiador José Belmonte Díaz autor de diversas obras sobre Ávila, los hechos, acontecimientos y sucesos vividos en la ciudad durante la Guerra Civil (1936-1939).

Su autor ha sido testigo directo de los mismos, por ello su obra constituye una valiosa aportación, la primera que se escribe referente a la contienda bélica vista desde la ciudad de Ávila. En ella se incluye un apéndice documental y fotográfico, en su mayor parte inédito, sobre aspectos referentes a la Guerra Civil en Ávila.


José Belmonte Díaz
Doctor en Derecho por la Universidad de Deusto. Ha sido profesor de Historia Contemporánea de Iberoamérica y de cursos monográficos del doctorado en dicha Universidad. Es autor, entre otras, de las siguientes obras:
"Leyendas de Ávila", 7ª ed. Ed. Beta, Bilbao, 2004; "Defensa y Responsabilidad Civil", en colaboración con Luis Belmonte, 2ª ed. Bosch, Barcelona, 1956; "Historia Contemporánea de Iberoamérica", 3 vols. Ed. Guadarrama, Madrid, 1971; "La Constitución Española. Texto y Contexto". Ed. Prensa Española, Madrid, 1979; "Las Leyes de Burgos y el Constitucionalismo Social Iberoamericano". Inst. Fernán González, Burgos, núm. 192, 1979; "La calle de la Muerte y la Vida", Ed. Beitia, Bilbao, 1999; "Los Comuneros de la Santa Junta: La Constitución de Ávila". C. A. de Ávila, Ávila, 1986; "Judíos e Inquisición en Ávila", C. A. de Ávila, Ávila, 1989; "Ávila Contemporánea, 1800-2000", Ed. Beta, Bilbao, 2001; "La Ciudad de Ávila. Estudio histórico". Ávila (Ed. de 1986-87 y 1997); "Godoy. Historia documentada de un expolio". Ed. Beta, Bilbao, 2004 (en colaboración con Pilar Leseduarte Gil); "La Expulsión de los Judíos. Auge y ocaso del Judaísmo en Sefarad". Ed. Beta, Bilbao, 2007 (en colaboración con Pilar Leseduarte Gil); "Judeoconversos hispanos. La Cultura". Ed. Beta, Bilbao, 2010; "Ávila en mis ojos", Ed. Beta, Bilbao, 2011; "Ávila mágica", Ed. Beta, Bilbao, 2012; "Ávila eterna", Ed. Beta, en preparación. "Principios socioeconómicos del Constitucionalismo iberoamericano". Tesis doctoral. Univ. Deusto (inédita). Sobre el autor se ha publicado: "Ávila de Memoria. Conversaciones con José Belmonte", de Jesús Arribas. Ediciones Caldandrín, Ávila, 2009.

Fundador y primer director del Festival Internacional de Cine Documental de Bilbao (Zinebi). Es miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País; Miembro de honor de la Institución Gran Duque de Alba; Académico correspondiente de la Academia Burguense y de la Historia de Burgos y miembro de la Cofradía Internacional de Investigadores de Toledo; Premio Pablo Iglesias de Castilla y León en V. Edición. UGT. Ávila, 2009.

Reseña en Diario de Ávila (20/01/2013)

El historiador abulense José Belmonte acaba de editar el libro Ávila en la Guerra Civil (Ediciones Beta), una elaborada narración de cómo se vivió en la capital abulense y en parte de la provincia el cruel conflicto bélico que rompió España entre los años 1936 y 1939, un trabajo en el que se alían memoria e investigación y en el que destacan ante todo, y esos son sus principales valores y señas de identidad, la fuerza y el interés de encontrarse ante un relato en primera persona firmado por un testigo directo de un puñado de hechos relevantes, algunos de los cuales «son narrados por primera vez», porque – afirma– «lo que yo cuento en este libro es lo que vi palpitando en la ciudad en aquellas terribles fechas».
Se abre el libro con una introducción que sirve para situar al lector en la «agitada vida política» que se dio ya en los conflictivos años de la Segunda República, y así ayudarle a entender mejor todo lo que aconteció después, para desarrollar luego su contenido a lo largo de 24 capítulos que reparten su afán entre el deseo de exhaustividad en los acontecimientos y la honradez intelectual de un narrador que, aclara, «fui testigo presencial de esos tiempos, y como testigo voy a ser implacablemente neutral, relatando fielmente lo que mis ojos vieron». Ese deseo de no tomar partido por ninguno de los dos bandos, porque «los dos cometieron barbaridades por igual», le ha servido para ahuyentar con éxito cualquier tentación de «tapar hechos» o caer en «las peligrosas mentiras de la memoria histórica oficial», algo también especialmente interesante en un libro de historia.
Cierto es que algo de lo contado en Ávila en la Guerra Civil ya había sido apuntado antes por Belmonte en otros libros suyos, especialmente lo referido a la II República (adelantado en su Ávila contemporánea 1800-2000), como también lo es que buena parte de este nuevo trabajo, lo más sustancial, es información nueva que ayuda mucho a entender mejor aquel convulso periodo y, también, la idiosincrasia abulense.
Para redactar este libro José Belmonte volvió a convertirse en el niño de la guerra que fue, un joven inteligente y lleno de inquietudes que asistió entre sus 14 y 17 años de edad a la transformación de una ciudad por y para la guerra, una capital que, asegura, «fue fundamentalmente un cuartel general, un lugar de paso incesante de tropas y mandos, un lugar de entrenamiento para las cruentas batallas que se libraban en otros lugares del país», circunstancia que hizo posible que los abulenses «viviesen en una relativa tranquilidad durante la mayor parte del conflicto», sosiego que llegó «después de los días de verdadero pánico que se vivieron en los meses de julio, agosto y septiembre del 36».
Todo lo que cuenta Belmonte, dueño de una memoria prodigiosa que es un privilegio compartir, lo hace desde la visión sosegada y escéptica de quien asistió asombrado y atento al devenir de unos hechos «que entonces se nos vendieron desde la exaltación y a través de unos himnos y desfiles que nos impresionaban, pero a los que el paso del tiempo limpió de lo que tenían de celebración para mostrar la realidad de una guerra cruel que fue una auténtica aberración», en la cual «la manipulación informativa fue enorme».
En ese dar fe de lo que significó la Guerra Civil «sin querer ocultar nada», José Belmonte asegura, demostrando esa neutralidad que anuncia en el prólogo, que «hubo crueldad por parte de ambos bandos allí donde dominaban el terreno, tanto en el ‘rojo’ al sur de la provincia como en el ‘nacional’, por mucho que de los ‘paseos’ que estos últimos hicieron en Ávila nadie haya querido hablar nada hasta ahora, igual que cuando sucedían nadie quería saber nada por miedo». Y añade que «si duros, trágicos y sin sentido fueron los fusilamientos en la capital de ‘elementos izquierdistas o rojos’ (así se hablaba), también fueron abundantes y sangrientos los fusilamientos en localidades de la provincia de la Ávila no ‘nacional’, que hasta su ‘liberación’ se produjeron en gran escala».
Lamenta también Belmonte que «en Ávila hemos siempre muy timoratos a la hora de hablar de la Guerra Civil», quizás porque hay episodios ocultos en los que «quienes aparentemente eran los buenos» demostraron no serlo tanto. Uno de esos «momentos vergonzantes», relata en el capítulo 7 del libro, se produjo a raíz del bombardeo que sufrió la ciudad el 31 de agosto de 1936, tras el cual «un grupo numeroso de abulenses excitados, vociferantes y cargados de odio» se dirigieron «hasta la cárcel provincial, llenos de furia y con intención de matar a los presos políticos que allí se encontraban». De no haber sido por la «decidida oposición» de las fuerzas militares que custodiaban la prisión, apunta Belmonte con una pena vieja pero aún viva, «aquellos abulenses se hubiesen convertido en auténticos matarifes y aquel hubiese sido el día más nefasto y triste en la historia de la ciudad».
Sin perder nunca de vista el horizonte de que la principal riqueza de este libro está en que los hechos históricos que relata, a grandes rasgos conocidos por todos, llegan enriquecidos por el aporte de datos y detalles cercanos que regala un testigo presencial de los hechos, el lector se da un festín de anécdotas que recrean muy gráficamente esa intrahistoria que es siempre más elocuente (a veces también más cierta) que la Historia en mayúsculas. Su letra pequeña aporta mucho más para entender cómo vivió y sufrió Ávila aquellos terribles años que las grandes y hueras frases con las que luego se intenta resumir el mundo.
Y así da cuenta el historiador abulense de la intensa actividad en el campo de aviación que instalaron los soldados alemanes de la Legión Cóndor a los pies de Sonsoles (aeródromo que visitó José Belmonte en varias ocasiones por curiosidad), de cómo la violenta acción de los requetés en el funeral del capitán Peñas (5 de agosto del 36) rompiendo la bandera republicana llevó a la recuperación de la rojigualda como enseña oficial, de los muchos fracasos de los ‘nacionales’ en sus intentos de tomar Navalperal de Pinares hasta que finalmente lo lograron en octubre de 1936, de la conversión del monasterio de Santo Tomás en una academia de formación de militares «en la que mandaban los alemanes» o de la quema de libros ‘sospechosos’ de ideología marxista.
También relata cómo la Legión Cóndor tuvo su principal lugar de alojamiento en el Monasterio de Santo Tomás, «en cuyo recinto y para uso de los legionarios alemanes se instaló, en una de las aulas del Claustro de los Reyes, una capilla protestante»; y añade, con humor: «los de la ‘Cruzada’ y los propios dominicos, todos, hicieron oídos sordos a la instalación de esa capilla luterana; tanta lucha antiluterana comandada casi siempre por la orden de Predicadores, para ahora (entonces, me refiero) en su mismo templo dominicano tolerar y soportar el montaje de una capilla protestante».
Al campo de aviación que la tristemente célebre Legión Cóndor tuvo en la Cruz de los Llanos, entre el santuario de Sonsoles y el río Chico, dedica Belmonte un largo capítulo, por entender que la relevancia que para la guerra significó su larga y destacada presencia en nuestra ciudad tuvo mucha más importancia de la que se la ha dado habitualmente. Allí, explica, se llegaron a reunir hasta un centenar de aviones de guerra alemanes, desplazados por Hitler para «poner a prueba a su joven fuerza aérea y para que sus hombres adquiriesen experiencia» a modo de ‘tubo de ensayo’ de cara a la brutal ofensiva que estaba preparando en toda Europa..., e incluso deja caer la insinuación de que posiblemente desde aquí despegasen algunos de los aviones que el 26 de abril de 1937 bombardearon la localidad de Gernika.
Sin querer culpar ni exculpar a nadie de la tragedia de aquellos años, porque su objetivo no es juzgar sino contar con la máxima objetividad posible un relato que bien podría ser «una charla entre amigos contada con los ojos el alma», sí critica en varias ocasiones José Belmonte el «claro partido» que la Iglesia tomó por el bando franquista, «enrolándose a lo loco en una guerra que elevó nada menos que a Cruzada y permitiendo la mezcla de religiosidad y guerra» en vez de «al menos decir que había que parar aquella catástrofe», aunque asimismo quiere dejar claro que «aquellos hechos hay que verlos no en nuestros días, sino en los momentos en que se produjeron, y despojar así con buena voluntad de sus errores».
Especial mención merece la última parte del libro, una colección de fotografías de singular fuerza informativa –muchas de ellas, inéditas hasta ahora; todas, imágenes que concentran en su instante una historia magistralmente contada– que dejan constancia de cómo se vivía la Guerra Civil en la capital abulense, tanto entre la población civil (vida cotidiana, fiestas, mercado, procesiones, meteorología…) como entre la concurrida presencia de militares (por Ávila pasaron, entre otros, Franco, Mola, el «multimutilado Millán Astray» y José Antonio Primo de Rivera), colectivo entre el que destacó la presencia durante muchos meses de la Legión Cóndor.
En resumen, un libro muy interesante que aporta al general conocimiento sobre la Guerra Civil gran cantidad de particularidades de Ávila que ayudan a conocer mejor lo que sucedió durante aquellos años en los que el veneno, la estupidez y la ambición que se les fue de las manos a unos pocos acabó destrozando a todo un país. Y lo que a veces por miedo, a veces por intención de ocultar, a veces por ignorancia mal entendida, no se había podido o querido contar antes lo despliega ahora con gran lujo de detalles José Belmonte.

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domingo, abril 12, 2015

AVILA; AMOR...


AVILA, AMOR...

 

Ávila, amor, espera nuestro abrazo.

La que castillo fue de amor divino,

nos abre su regazo cristalino

para buscar a Dios, en su regazo.

 

Dios eres tú. Dios es cada pedazo

que late en ti. Borracho de tu vino

a Dios ascenderé por el camino

con que mi vida con la tuya enlazo.

 

El aire vivo jugará en la almena.

Desierto alrededor; sierra desnuda

limitando los ámbitos vacíos.

 

Y Ávila quieta, como siempre, llena

de pasión y de luz, vibrará muda

al choque de tus labios y los míos.

 



LANDINEZ, LUIS

España. Siglo XX

Poeta.


lunes, abril 06, 2015

Castilla s.XXI


CASTILLA S. XXI


 Castilla sigue viva,
En Castilla quiero estar
Y como buen castellano
Por mi tierra he de luchar....
Castilla apenas se oye,
Su nombre he de gritar
Para que muy bien se enteren
Los que la quieren borrar.
Fábricas necesitamos,
Carreteras mejorar,
Crear puestos de trabajo
En el campo y en la ciudad
Para que nadie abandone Castilla
Porque aquí le falta el pan.
Nos han perdido el respeto
CASTILLA no es comunidad,
¿Por qué Castilla-La Mancha?
¿Por qué Castilla y León?.
¿Por qué no Castilla por sí misma?
Que me digan la razón.


 José Castilla


 Burgos, 1.Abril.2105

 

miércoles, marzo 25, 2015

Contacto: Correo y Facebook

Por razones que desconocemos, y ajenas a nosotros., la cuenta de correo de Breviario Castellano ha sido eliminada. Puede ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro Facebook:

https://www.facebook.com/breviario.castellano

El Consejo de Redacción.

lunes, marzo 23, 2015

Los amos del PSOE (Arca de la Alianza Cultural S.A.)

                                              LOS AMOS DEL PSOE


El libro  aquí presentado “Los amos del PSOE” fue retirado de las librerías a los pocos días de su presentación en los tiempos de Felipe González, aunque algunos ejemplares se pudieron poner en circulación, de uno de los cuales e ha podido realizar el  escaneo.
Trata con todo detalle de un asunto tan poco ventilado como son los poderes   mundialistas que no solo son los amos del Psoe de la época felipista sino, con más o menos intensidad, de todos los partidos gubernamentales que en el mundo hay. Las personas aquí relacionadas han sido sustituidas por otras, pero el poder mundialista permanece probablemente corregido y aumentado.
En una época de elecciones abundantes como la actual conviene saber o al menos sospechar con vehemencia – como se decía en el lenguaje inquisitorial - quien está verdaderamente detrás de los partidos que aspiran a gobernar, es decir quienes los verdaderos amos, los que no se eligen en forma alguna.
Naturalmente estos asuntos no salen en los periódicos y los medios.

Primer parte







Segunda parte





El silencio

por favor! Gente

lunes, marzo 09, 2015

viernes, marzo 06, 2015

Asociaciones subvencionadas y listas abiertas

Asociaciones subvencionadas y listas abiertas


Un saludo,
José Antonio Sierra
E-mail: antonio.sierra20@yahoo.es
Móvil: +34 615137715

Blacktarjetas Santa Teresa



Blacktarjetas Santa Teresa

Sinceramente, tantos viajes de alcaldes, concejales y técnicos de las Ciudades Teresianas de España me parece un despilfarro de los impuestos de los españoles.
Leer más →
Rafael Jiménez Claudín
Facebook: Periodistas-es
Twitter: @periodistas_es

Orígenes del Instituto Cervantes de Dublín, Irlanda


TERESA DE ÁVILA DE KATE O´BRIEN

El  martes 27 de enero  de 2015,  está previsto que tenga lugar en Ávila, salvo que la climatología invernal abulense lo impida, el acto de presentación de la traducción al español de la obra Teresa de Ávila de la escritora irlandesa Kate   ´
O´Brien. 

Desde 1970, he dedicado parte de mi tiempo al fomento de las relaciones culturales de España y Ávila con Irlanda. Por lo expuesto, propuse en su día que la ciudad de Ávila y el pueblo de Gorrarrendura de la provincia de Ávila, por sus relaciones con Santa Teresa de Jesús, diesen el nombre de la citada escritora irlandes a una de sus calles, en reconocimiento  del interés de Kate O´Brien por la obra de la Santa abulense así como por Ávila, reflejado a través de sus novelas, ensayos, artículos y entrevistas.

La traducción al español de Teresa de Ávila de Kate O´Brien, de la editorial Vaso Roto con la ayuda de la Embajada de Irlanda en España, a la venta en todas las librerías y a disposición de los abulenses en las bibliotecas públicas de la Capital, permite profundizar en el conocimiento de la Santa abulense así como en la obra de la escritora irlandesa.

Como presentación de la obra Teresa de Ávila, Kate O´Brien  dice:

" Escribo sobre Teresa de Ávila por propia elección, que es apasionada, arbitraria y personal. Nadie tiene por qué estar de acuerdo con nada de lo que diga; pero tampoco debe sentirse herido por ello. Soy libre de escribir libremente sobre una gran mujer. Pero no me propongo escribir acerca de la santa canonizada. Lo que pretendo es examinar a Teresa no mediante las reglas de la canonización sino por lo que- santa o no-fue ella misma: una mujer genial."

Vasi Roto Ediciones  y Embajada de Irlanda en España, 2014.

El acto de presentación de Teresa de Ávila, en español, tendrá lugar a pocos metros del Hotel Jardín, actual Puerta de Alcázar, residencia cuando visitaba la ciudad,  así como de la Catedral de Ávila, que menciona Kate O´Brien en su obra Adios España. Tambien dice que para vivir en España dudaría entre Santiago de Compostela y Ávila. Afirma que el edificio más bonito de Ávila es la iglesia de San Vicente y que desearía visitar  Ávila nevada. 
No sabemos  si la presentación de la traducción de su obra Teresa de Ávila tendrá lugar acompañada de copos y un manto de nieve en la Ciudad. 

Como abulense, quedo profundamente agradecido a la Embajada de Irlanda y a la Editorial Vaso Roto por la traducción al español de Teresa de Ávila de Kate
O´Brien. 


Enero, 2015
José Antonio Sierra 

Castristas de Rosalía (Juan Pablo Mañueco)


CASTRISTAS DE ROSALÍA.

(Cita y su inversa rima)



 

Castristas de Rosalía,

no creáis que todo es bueno,

hay versos que son veneno

e incluso sin poesía.

                         

En castellano o gallego

tu poesía encariña,

meniña gaiteira, niña,

ante tu son me congrego.

 

Tanta belleza se apiña

en castellano o gallego,

brota en nostalgia y sosiego,

meniña gaitera, niña,

 

que no acierto, Rosalía,

a entender ese gran odio,

de que tu verso es custodio,

si hablas de la tierra mía.

 

Tanto desprecio y tanto odio

rezuma tu poesía

que espanta tal galería

de improperios, que salmodio:

 

-Castellanos de Castilla,

tenéis corazón “de aceiro”,

alma como peñas dura

y sin entrañas el “peito”.

 

En verdad que no deleito

con ese aria sin ternura,

no lo inscribo en un “cruceiro”,

ni a buen estilo se ovilla.

 

-“Que Castilla e castellanos”

todos en montón revueltos

“non valen o que una herbiña”

de nuestros campos tan frescos.

 

Estos versos son chulescos,

neniña gaiteira, niña,

y creo que van envueltos

en valores poco humanos.

 

Castristas de Rosalía,

no creáis que todo es bueno,

hay versos que son veneno

e incluso sin poesía.

 

-Castellanos, castellanos,

tenéis “coraçón de ferro”,

tan mal corazón tenéis,

“secos fillos do deserto,

que si amargo pan vos ganan”

lo dais envuelto en veneno.

 

Veneno en verso no bueno

tus secas rimas desgranan,

tan escaso aquí tu acierto

en el resto y estos seis

que suena a puros yerros,

rosalianos, rosalianos.

 

 

LOS HECHOS

 

Y si, según yo lo entiendo,

cuestión es de segadores,

gallegos, por las labores

de espigas ir recogiendo,

 

los mismos duros rigores

estarían recibiendo,

otros que hubiere cogiendo

esos granos de esplendores,

 

aunque fuesen castellanos

esos recios cortadores

de los tallos talladores.

Nativos, foramontanos…

 

Y ni siquiera sudores

ofrecían a paisanos

empresarios ferrolanos.

¿A ellos no les das rencores?

 

Amargor infortunado,

meniña gaitera, niña,

mi intuición en ti escudriña

en tu corazón clavado.

 

El encono en que se aliña

tu cantar acibarado,

te digo que me ha alejado

del zumo de tu agria viña.

 

-Ni árboles que den sombra,

“nin sombra que preste alento”,

llanura y siempre llanura,

“deserto e  sempre deserto”.

 

Tu tiempo el tópico crea

de la Castilla llanura,

que Generación futura

alzará a estética idea.

 

 

MONTAÑAS Y ARBOLEDAS,

LAS DE CASTILLA

 

¿Palie tal tópica altura

ver que en Castilla aletea,

tanta sierra y que alinea

cordilleras por montura?

 

Cuatro de cinco cadenas

más altas, largas de España,

izan cimas en maraña

que no alcanzan cantilenas.

 

Cantábrica al norte, Ibérica,

espina de la Central,

sierras al sur en mural

y Sierra Morena esférica.

 

Para ver esa maraña

de las Castillas amenas

hay que quitarse las penas

que llevas entre tu entraña.

 

Ese sí que está desierto,

tu corazón no es risueño,

un hierro le arruga el ceño,

seco está, en luto cubierto.

 

A los árboles gallegos

supera en tanto Castilla

que dobla esta maravilla:

Soria, Segovia, trasiegos

 

de Ávila, Burgos, astilla

de la Alcarria y Cuenca, apegos

de sierras, bosques y espliegos

de alta madera en Castilla.

 

¡Y faltan tantas provincias!

 

VALLE-INCLÁN ES MI REFERENCIA GALAICA

 

El caudal de tu arrogancia

expresa el errado sino

-del odio más bien vecino-.

con que inició su fragancia

 

el literario camino

-de política sustancia-

que está dentro de la estancia

del periférico trino.

 

Inició ese repentino

odio hacia lo castellano

en lugar de dar la mano

al pueblo en peor destino.

 

Valle es gallego más sano,

cien veces mejor marino,

más galaico en torbellino

más alto, amplio y lozano.

 

Y si, por germen político,

resuenas tú Rosalía

cual cumbre galaica y guía…

es el universo mítico

 

de Valle-Inclán tan inmenso,

que en verso, prosa y teatro

te vence por veinticuatro

años luz, lleno de incienso.

 

Más Galicia en su anfiteatro.

Aunque en castellano ascenso

él si alcanzó el más intenso

cénit genial que idolatro.

 

 

CODA

 

Hasta llegar Rosalía

a ese lugar tan granítico

-donde sobra lo político-

escucha la canción mía:

 

TU VALOR ES POLITICO, ROSALÍA

 

Primero, rima sencilla

que habla de ti a quien te siga,

y que en tus brazos se abriga

al llegar desde Castilla:

 

Rosalianos, rosalianos,

beatos de Rosalía,

a veces la poesía

no da en ella buenos granos.

 

Y hasta cuando los da buenos

no creo sean geniales,

comunes y muy iguales

a otros en su tiempo llenos.

 

Si te adora tanta gente,

ídolo con pies de barro,

para subirse a ese carro

política razón cuente.

 

VALLE-INCLÁN Y TANTOS OTROS UNIVERSOS LITERARIOS GALAICOS

 

Tantos gallegos geniales

hay, allá de Rosalía,

que acá está su poesía

sin llegar a esos umbrales.

 

Hasta el propio Valle dijo

que al cumplir él los veinte años

se planteó dos peldaños:

ser de idioma gallego hijo

 

y convertirse en su dios

sin llegar a ser prolijo

-poco esfuerzo y revoltijo-

diciéndote a ti “adiós”.

 

O bien ser de Galicia hijo

y el planeta literario,

y hacer esfuerzo tan vario

cada día en amasijo

 

durante setenta años

para al fin tener un hueco

ligero, breve, casi eco

como autor en castellano.

 

No sé bien, Ramón María,

viendo que en cada obra tuya

un mundo se contituya

donde cabe Rosalía

 

si no erraste tu camino,

puesto que no habría calle

en que tu nombre no se halle

ni honor sin tu son divino,

 

si con tarea muy nimia

hubieras puesto sordina

por tu palabra divina

la rosaliana vendimia.

 

En fin, tú, Ramón María

de literatura, cima.

¡Eso tu esfuerzo dirima!

¿Política? Rosalía.

 

 

PUEBLOS DE ESPAÑA: VED LA REALIDAD

 

Segundo, rima sincera

que expone una gran verdad

y retorna a la equidad

a una España más certera:

 

Castristas de Rosalía

y pueblos los periféricos,

tratad a los castellanos

bien, todos pueblos ibéricos,

 

que son los más asolados,

por tópico, odios, silencios,

desde hace quinientos años

que un rey los venció a su imperio.

 

destrozó su economía

los arruinó con impuestos,

les condenó a los caminos

de la despoblación y el sepelio.

 

Y casi doscientos años

que la odian los periféricos,

para mayor mal de males,

para mayor mal de infierno.

 

INVOCACIÓN FINAL

 

Castristas de Rosalía

y pueblos los periféricos,

tratad a los castellanos

bien. ¡Y, sobre todo, vedlos!

 

LLAMAMIENTO A LOS CASTELLANOS

 

Y vosotros, castellanos,

obrad el gran sortilegio,

de miraros hacia dentro,

de aprender a conoceros,

que es mucho el valor que tenéis

como cultura, tierra y pueblo.

 

 

Juan Pablo Mañueco.