Hacia
un Nuevo Poder Municipal en defensa de la comunidad (I Parte)
Ernesto Milá
Infokrisis.- La proximidad de las elecciones
municipales nos obliga a decir algo sobre esta convocatoria electoral para la
que faltan menos de ocho meses. Nuestro voto está orientado hacia las
Iniciativas y las Plataformas Cívicas, allí donde existan. Esperamos que estas
candidaturas irrumpan con fuerza en el panorama municipal y apuntamos algunas
ideas para su programa político.
Hacia un Nuevo Poder Municipal en defensa de la comunidad
I Parte:
Los principios y los medios
El poder
municipal es, en este momento, el único accesible para los ciudadanos que
aspiran a organizarse y a defender sus intereses fuera del marco de los
partidos mayoritarios. Estos partidos son los responsables de los graves
problemas que el ciudadano tiene planteados en su vida cotidiana y que han
convertido a este país en una gigantesca Marbella, corrupta y corruptora.
Organizarse fuera de sus altos muros constituye, no sólo una necesidad, sino
una alta tarea moral.
La
conquista del poder municipal es, pues, la puerta entreabierta a disposición de
los ciudadanos honrados para aspirar a reformar los mecanismos de poder. Porque
el objetivo final de la conquista del poder municipal no es solamente gobernar
en los municipios y llevar a ellos reformas urgentes, sino reformar los
mecanismos de representación y poder político.
Por ello
proponemos un criterio estratégico basado en los siguientes principios:
1)
Actuar localmente, pensar globalmente.
- La acción municipal no es un fin en sí misma, sino un medio para
alcanzar un fin. Y ese fin es la reforma del sistema político.
- La acción municipal permite conocer las situaciones locales y
determinar, con relativa sencillez, las políticas adecuadas y aplicar las
reformas necesarias.
- El poder municipal es un poder de “proximidad”, cuyo ejercicio se
basa en el conocimiento de las realidades locales por el arraigo del candidato
en su localidad y en el conocimiento de los problemas de los vecinos.
- No se trata de un poder anónimo en el que no existe ninguna
relación entre los electores y los elegidos, entre los elegidos y su gestión a
favor de sus vecinos, sino que se basa en relaciones personales de confianza y
afecto entre electores y elegidos.
- A esto le llamamos “actuar localmente”. Pero las soluciones y los
programas, en un mundo tan complejo e interconectado como el del siglo XXI, no
pueden establecerse sólo en el marco local, sino que precisan tomar en consideración
análisis y planteamientos globales.
- Los grandes problemas que afrontan los municipios en este momento,
en buena medida, exceden de la dimensión del municipio mismo. Por tanto es
preciso que las candidaturas que aspiren a conquistar un poder municipal sean
conscientes del origen remoto de los conflictos.
- Y, por todo ello, estas candidaturas tienen la obligación de
pensar globalmente y actuar localmente.
2) Avanzar hoy en las
municipales para irrumpir mañana en las generales.
- El poder político del Estado está en condiciones de ahogar a los
municipios. Las reformas de los Estatutos de Autonomía
no han supuesto unos mayores y mejores niveles de descentralización, sino la
reproducción a escala autonómica de las lacras de los peores Estados
centralistas.
- El impacto mediático que puede suponer la irrupción de candidatos
que propugnen un nuevo poder municipal no puede terminar en la convocatoria de
las elecciones locales. En tanto que subyace en la iniciativa una volunta de
reforma política del sistema, el éxito municipal debe ser la antesala de una
irrupción en la política nacional.
- En un momento como el actual en el que la política es un hecho
esencialmente mediático, y en tanto que la dimensión local
es la única accesible para candidaturas independientes, se trata de lograr un éxito local para que ese éxito posibilite
una irrupción en las elecciones generales a partir del efecto mediático
generado.
3) Concentrar
esfuerzos donde haya posibilidades de obtener resultados.
-
Lo hemos dicho: en este momento, los ayuntamientos de todo el país
son una cloaca de iniquidades y corruptelas. Lamentablemente, los niveles de
movilización y toma de conciencia son extremadamente diferentes entre las distintas
comunidades autónomas e, incluso, en el interior de cada comunidad.
- No es posible cubrir ni remotamente todo el territorio nacional
con candidaturas independientes, pero sí existen algunas localidades en las que
existen fundadas posibilidades de obtener resultados esperanzadores.
- De ahí que se trate en este momento de concentrar esfuerzos en
esas zonas, a la espera de que se produzca un proceso de maduración que en las
siguientes elecciones municipales permita la presentación masiva de
candidaturas.
4) Un modelo inicial de organización en Red.
- Hoy vivimos un sistema político que no puede ser definido como
“democracia”. Es, antes bien, una “partitocracia” (poder omnímodo de los
partidos) y “plutocracia” (poder del dinero). Creemos
que la democracia es una aspiración irrenunciable de la que nos estamos
alejando aceleradamente.
- Así pues, para promover una reforma del sistema democrático,
parece poco adecuada una estructura de partido
convencional, que siempre corre el riesgo de
centralización y de reproducir las taras de los
partidos mayoritarios actuales.
- Por otra parte, resulta difícil pensar que los partidos
mayoritarios van a generar una reforma para acabar con una situación de la que
ellos son los principales beneficiarios.
- Creemos que han pasado los tiempos de los partidos monolíticos,
altamente ideologizados, dotados de “líderes máximos” y “grandes timoneles”.
- Es el tiempo de los grupos de afinidad, de las asociaciones y las ONG´s, de los grupos de opinión, de
las iniciativas locales, de las plataformas cívicas, de los blogs y los medios de
comunicación independientes.
- Es el momento de que la sociedad civil vuelva a tener protagonismo
y peso y es bueno que así sea, porque de ella, y no de los partidos
mayoritarios y convencionales, derivarán las posibilidades de reforma en el
futuro.
- Por todo ello creemos que el modelo organizativo de los próximos
años es el modelo
en red, en el que los distintos grupos,
plataformas, iniciativas, blogs,
asociaciones, ONG´s, se unen para proyectos políticos concretos.
- Una red no implica una estricta uniformidad ideológica, ni una
disciplina rígida de partido, sino una comunidad de intereses, de fines y de
metas; y una estrategia unitaria para marchar a su conquista a través de
tácticas distintas.
- El modelo de organización en red es el primer nivel de
aproximación entre átomos que inicialmente han tenido pocos contactos, e
introduce solamente la sensación de que pueden trabajar y colaborar juntos en
función de objetivos mínimos y respuestas comunes ante temas complejos.
- Así pues, la “organización en red” es el primer nivel de aproximación en los momentos de despegue,
al que debería seguir un segundo nivel de integración y complejidad: el
“movimiento de defensa cívica”.
5) Hacia un
Movimiento de Defensa Cívica.
- En este momento, los ciudadanos tienen que defenderse en dos
frentes: de los graves problemas que tienen por delante y de la clase política
que ha olvidado sus responsabilidades en beneficio de su situación personal.
Así pues, es preciso articular las distintas candidaturas y movimientos
independientes con vistas a formar un movimiento de defensa cívica.
- Es imposible y peligroso eludir el sentido y la dimensión de estos
dos grandes riesgos: una clase política pendiente solamente de sus
recalificaciones y de los negocios realizados a la sombra del poder ha eludido
sus responsabilidades, ha actuado mecánicamente en función de tópicos
políticamente correctos y de medidas cosméticas y, finalmente, ha generado una
situación de crisis global en la
que el ciudadano apenas puede hacer otra cosa que sobrevivir en el día a día en
medio de enormes dificultades.
- Nosotros estamos persuadidos de que, además de sobrevivir, los
ciudadanos tenemos derecho a VIVIR, y de que las distintas administraciones
tienen la obligación de gestionar los recursos fiscales de la manera más
rigurosa y eficaz posible, en función de una planificación y una previsión
lúcida. Pero ese derecho, hoy, no queda garantizado. Por eso, los ciudadanos
deben movilizarse en defensa de sus intereses.
- La cristalización de la organización en
red debe proyectarse en el futuro en forma de “movimiento” (conjunto
de unidades, grupos, asociaciones, revistas, plataformas, iniciativas,
publicaciones, Web, etc.) que, una vez superada su colaboración inorgánica y
espontánea, tomen conciencia de que “se mueven” en una dirección concreta de
reforma del sistema para alcanzar más altas cotas de democracia y
participación.
- Y ese movimiento debe ser un movimiento de “defensa”, en tanto que
sus intereses y derechos fundamentales, son atacados por la partitocracia y la
plutocracia.
©
infokrisis – infokrisis@yahoo.es
– 01.08.06
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