Demetrio Casado
El Adelantado de Segovia
En dos entrevistas de prensa, Pasqual Maragall cita a Anselmo Carretero Jiménez como autoridad de la idea de nación de naciones, referida a España, y le proclama su referente (ABC, 11.VII.2004 y El Mundo, 19.XII.2004). Por mi condición de paisano y por el aprecio personal al citado -y ya fallecido- Carretero, me siento obligado a decir que considero ilegítima la utilización de su nombre por Maragall en apoyo de los objetivos políticos que adoptó en los últimos tiempos.
En el rincón donde almaceno materiales para el mantenimiento de mi casa de San Pedro de Gaíllos (Segovia), conservo cuatro o cinco ladrillos macizos, de arcilla cocida, troquelados con estas inscripciones: "LA INNOVADORA/ TEJERÍA MECÁNICA/ 1901/ A. CARRETERO". Y tengo allí también unas cuantas baldosas de cemento, en cuyo envés figura esta referencia: "CARRETERO HERMANOS/ SEGOVIA" -no figura fecha, pero sé que fueron comprados hacia 1940-. Aparte de esta relación con Anselmo Carretero Jiménez mediante los materiales de construcción fabricados por su familia, tuve la oportunidad de conocer su pensamiento y el gusto de tratarle personalmente en los años de transición del franquismo y primer desarrollo de nuestro Estado de las autonomías. El cambio del régimen político permitió a Carretero Jiménez viajar varias veces a España desde México -se exilió allí tras la guerra civil y lideró la federación del PSOE de aquel país-, y en tales retornos mantuvo contactos frecuentes con un grupo de seguidores de su ideología que fundaron y lideraron la asociación Comunidad Castellana, y circunstanciales con algunos de sus miembros comunes, como fue mi caso. Sin perjuicio de que discrepé -y discrepo- de la propuesta nacionalista y federalista de Carretero Jiménez, observé en él virtudes para mí muy estimables, como su españolidad solidaria, su pasión por la igualdad -"Nadie es más que nadie", era el lema de Comunidad Castellana- y su prudencia política.
Virtudes que trasparecen en sus escritos -como los contenidos en el volumen Los pueblos de España (Hacer Editorial, Barcelona, 1992)- y que no veo en Maragall.
Carretero Jiménez vio muy claro ¡quién no! el muy distinto grado de conciencia histórica de los que él consideraba pueblos de España, pero no recuerdo que ello le llevara a aceptar la desigualdad política que Maragall reivindica bajo la fórmula del federalismo asimétrico. Carretero Jiménez abogó expresamente por un federalismo solidario, el cual no parece que se compadezca con las pretensiones fiscales para Cataluña que Maragall viene manifestando. Carretero Jiménez se dio cuenta de que la Constitución de 1978 no instituía el Estado federal por él anhelado, pero la asumió y aun desechó la idea de reformarla en pro de su idea o interés, al contrario de lo que Maragall está haciendo. Las diferencias señaladas, de gran alcance moral, hacen ilegítima a mi parecer la proclamación por Maragall de Carretero como referente.
Aparte de esto, esa identificación federalista del catalán con el segoviano da que pensar. Carretero Jiménez adoptó la fórmula "nación de naciones" para identificar la condición política de España inspirándose, entre otras fuentes, en el federalismo de origen periférico al que se sumó, en clave castellanista, su propio padre, Luis Carretero Nieva. Por estos antecedentes, es propio que Carretero Jiménez reconozca -tal como hace efectivamente- su deuda con el federalismo catalán -que incluye al abuelo de Pascual Maragall-, en tanto que resulta cuando menos rebuscado que éste cite a aquel como referente.
domingo, agosto 07, 2005
El referente segoviano de Maragall
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