miércoles, enero 31, 2007

CORONA DE CASTILLA, ESPAÑA IMPERIAL (Isidoro Tejero Cobos, Pensamientos sobre la vida. Segovia 1993)


CORONA DE CASTILLA ,
ESPAÑA IMPERIAL

Pensamientos sobre la vida: buscando la libertad interior (pag 234-251) .

Isidoro Tejero Cobos.

Segovia 1993.

Hay un hábito de siglos dormido en el alma de las Españas.

América

1 El viaje de Colón fue una empresa militar.

2 Consideran algunos que el fasto de América es el prin­cipal o uno de los principales hechos de la historia de la humanidad. Teniendo en cuenta que se pueden apreciar cuatro aspectos distintos: descubrimiento, conquista, colonización y evangelización, había que saber si tal afirmación se refiere a los cuatro aspectos en su conjunto o nada más se orienta a alguno en particular.

3 El descubrimiento de América fue un imprevisto, algo que llegó a ser realidad, que no estaba en la mente de quien lo hizo. De todas formas, la grandeza del hecho trasciende toda conjetura y lo sitúa en el tiempo: fue, aconteció, ocurrió.

4 El descubrimiento de América superdesarrolló el imperialismo español convirtiéndole en una hegemonía mundial absoluta.

5 La gran baza del imperialismo español la tuvo en el descubrimiento de América en el que se apoyó para fortalecerse y justificarse en su ideario.

6 Vale más lo que se perdió que lo que se hizo.

7 La conquista de América, con todas las demás, mani­fiesta la fuerza inconteniblemente expansiva del ideario imperial.

8 América ha sido el gran argumento, la razón justificadora y justificativa del imperialismo español.

9 Colón iba con la idea de descubrir nuevas tierras, que iba a conquistar e iba a colonizar para su mejor aprovechamiento.

10 Descubrimiento, conquista, colonización y evangelización, aunque son aspectos distintos, en este caso, están unidos por salir del mismo tronco, como las ramas de un árbol, que se sembró en las Capitulaciones de Santa Fe, entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón.

11 En España, en 1908, la Virgen del Pilar recibe el ho­menaje del regalo de las banderas americanas y en 1918 se celebra el Día de la Raza o Día de la Hispani­dad, reconociendo a esta imagen como Patrona de esta festividad.

Autopistas políticas

1 En España se hicieron autopistas políticas que venían de Asturias a León y de León a Valladolid, y desde aquí salían cuatro ramales: uno a Burgos, otro a Toledo, otro a Sevilla y otro a Madrid; como principales.

2 Por las autopistas del poder sólo pasa poder y no otra cosa. El poder no tiene asfalto, pero ocupa un espacio geográfico.

Bandera imperial

1 En la bandera imperial se ha utilizado el rojo castella­no y el morado leonés.

2 El imperio usó en su simbología los dos colores, tanto el rojo como el morado, y aunque el rojo ha predominado, el suyo propio es el morado.

3 Hoy en día existiendo los dos colores: morado y car­mesí, representan los mismos conceptos que antigua­mente: El carmesí es de la Castilla condal y el morado imperial es en el que caben leoneses, castellanos y toledanos. «Ancha es Castilla».

Castilla» imperial

1 El imperialismo español ha escondido sus complejos íntimos bajo el vocablo "castilla".Cultura española.

"¡que daño ha hecho la grandilocuente superficialidad de Mar­celino Menéndez y Pelayo, mozo, el de los alegatos catalógicos -de catálogo- de La ciencia española, el sectario de Los heterodoxos españoles, el forjador de la leyenda blanca. "

(Miguel de Unamuno, tomado de la obra "Menéndez y Pe­layo y Las Dos Españas", de Guillermo de Torre [1943]).

1 Las culturas oficiales han actuado con excesivo rigor, no exento de cierta vehemencia dogmática, llevándose de la cultura popular aspectos valiosos que han caído en el más lamentable olvido, pero su memoria tendrá que recuperarse en el tiempo, cuando se reequilibre la caducidad de ciertas formas.

2 En la cultura española no ha habido ni remotamente un conato de espíritu de diálogo, de concordia y de respeto.

3 La cultura española va tomando ahora una mayor am­plitud, pero no acaba de levantar el vuelo.

4 Una parte predominante de nuestra literatura ha esta­do hechizada con el imperio y como consecuencia de este «ambiente amoroso» ha nacido una literatura específica de este signo.

5 La cultura imperial no tiene alas para volar, se las ha quitado el poder.

6 La más grande equivocación que ha tenido la cultural imperial española ha sido loarse de ser imperial, atacar con desagradable interés todo tipo de ideas que no fueran en pro de esa conveniencia y considerarse tocados de un rayo de luz divinal.

7 Si la cultura democrática española descubriese a través de un análisis científico el rostro del imperio y supiese poner al descubierto, en esquemas asequibles, el comportamiento de este fenómeno social, de seguro que este echo sanaría de inmediato, pues el imperialismo no tiene capacidad para regenerarse a sí mismo, por lo menos hasta ahora así ha ocurrido, y necesita de esta fuerza reflexiva, de estas razones, pero no aquellas otras que se le opusieron, que en vez de curarle le excitaban más.

8 Hay una diferencia notable entre lengua castellana y literatura española. Mientras la lengua ha sido formada por el pueblo castellano, la literatura española, en cuanto a la forma y a su contenido, es el fruto del poder imperial que ha gobernado este país durante siglos Son dos concepciones distintas de la vida. Porque la lengua de Castilla nace en un territorio de libertad en tanto que la literatura, española, se ha desarrollado en un territorio mentalizado imperialmente.

Escudos de España

1 España tiene dos escudos: el imperial y el escudo de España. El imperial es el escudo cuartelado de castillos y leones y el no imperial es el conjunto de emblemas representando su territorio. Ambos se han utilizado si bien el imperial ha sido el que ha desempeñado el pro­tagonismo principal.

2 El escudo de «Castilla y León» ha sido el escudo imperial de España, que ha desempeñado la función de ser un escudo comodín, que se ha ido adaptando a los avatares históricos. Así, este escudo, que empezó represen­tando a cinco regiones o nacionalidades fue incrementándose en número de regiones hasta que alcanzó la representación de todas. Después continuó representando no sólo a España, sino también todos los territorios que fue incrementando la "Corona de Castilla"; por eso este símbolo aparece por todas las partes de la geografía mundial.
España

1 En España, en los siglos XIX y XX, se vivieron las ideas políticas y religiosas con obsesiva manifestación hostil.

2 La historia de España ha estado invadida di una nube de violencia.

3 Si la envidia la sustituimos por la admiración y el miedo por el valor de la libertad estamos ya en la modernidad y España es otra.

4 A la historia de España le sobra bravura y le falta cordura.

5 En nuestra historia, el mayor grado de violencia ha jus­tificado el mayor grado de grandeza.

6 La envidia activa fue la cualidad que condujo, durante siglos de imperialismo la política de España, expresando su fuero interno en una violencia que no cejó ni un solo momento.

7 La última guerra civil española fue una contienda de fondo rabiosamente antirregionalista.

8 Aunque España está constituida en regiones no es aún un país propiamente regionalista.

9 Cuando los leoneses digan que son leoneses y los cas­tellanos puedan ser castellanos y los toledanos se proclamen toledanos ese día empezará a ser España un país territorialmente regionalista porque todavía no lo es.

10 De un vicio o de un error no puede alcanzarse una virtud. Aunque nos obsesionemos en lograrlo no lo podremos conseguir. Este puede ser un punto de par­tida para la historia de España y una postura de humildad para con la verdad histórica.

11 En el devenir histórico de las naciones, las locuras po­líticas se han expresado por medio de las ideologías.

12 El castellano no ha anulado las nacionalidades. Estas están vivas, aún hablando la misma lengua. Cada una tiene sus peculiares diferencias lingüísticas, y cuando en algún caso, las barreras del lenguaje parecen superadas, nos encontramos con las barreras temperamentales que permanecen aún.

13 La envidia ha sido el gran problema político nacional.

14 Uno de los grandes privilegios que pueden ofrecer tanto el País Vasco como Cataluña es el haber sido denostados, como separatistas y antiespañoles, por haber defendido su independencia frente a un Estado imperialmente centralista. Hecho que evidencia que estas regiones sirvieron de contrapeso para que la política del país no se hiciera ingobernable.

España, patria de todos

1 El nombre de nuestra patria es España.

2 Querer imponer una ideología, en nombre de España, ha sido la tentación totalitaria que hemos vivido durante años.

3 No hay que alardear con el nombre de España dicien­do veladamente que eres más español que nadie, ni que la quieres más que otros, que la defiendes mejor que los demás o que sabrías luchar por ella frente a los que la llevan a la ruina.

4 Las ideologías nos pueden desunir o distancian Eso no tiene mayor importancia si no se destruye la conviven­cia entre nosotros.

5 Si te dices que quieres trabajar por España, que sea un amor desprendido sin exigencias o imposiciones.

6 Hay que crear en torno al nombre de España un clima de respeto en el que todos se sientan a gusto.

7 España es un nombre que tiene dos modos o formas de decirse España o las Españas. Como singular o como plural. De decide de una manera a decide de otra marca la diferencia, señalándome más el concepto de unidad o el sentido de diversidad o de grupo. España a un espacio grande y necesita pluralizar para expresar la realidad que contiene Ambas expresiones son legítimas y debieran conjugarse en nuestra cultura y ser de uso común.
La voz las Españas responde a una necesidad. La existencia del término no es casual. Forma parte de la tradición política española.
Las Españas ha ido pronunciada en boca de Reyes, ha sido escrito en el ámbito de algunas constituciones españolas, y usada como expresión patriótica y religiosa en grandes acontecimientos nacionales. Su antigüedad se remonta a los orígenes de la formación de Las Españas y su uso más o menos restringido ha pervivido durante siglos.
Ambos vocablos pueden enriquecerse y equilibrarse mutuamente dando a la convivencia nacional la posibilidad de poner a todos de acuerdo.
Cabe decir, en España los españoles saben amar las Españas y las Españas saben cuidar de España. España o las Españas, tanto monta, tanto da.

Folklore

1 Es relativamente fácil demostrar que todo el folklore español es una unidad indiferenciada que justifica a España como símbolo de ella, con sólo tomar los ejemplos folklóricos de las culturas fronterizas, donde los caracteres propios están menos personalizados y más desfigurados.
Y al contrario es posible demostrar que el folklore de España es plural y diverso con sólo utilizar los caracteres folklóricos más genuinos de cada cultura dando a entender que España es una pluralidad de pueblos en su ser interno, que debería comprenderse y respetarse para bien de todos.

Ideología imperial

1 La ideología imperial integrista ha tenido un dinamis­mo interno potente, una política audaz, para lo que era su ideología, y ha velado como guardian prudente y soldado valeroso todos sus ideales queriendo convertirlos en eternos.

2 Los historiadores imperiales han tratado de convencernos que nada más existía un camino en la historia, el suyo, y que fuera de él venia el caos.

3 El imperialismo carece del suficiente humor para empezar a entender y sentir mejor la libertad.

4 Ningún imperio es igual a otro aunque todos sean parecidos.

5 La esencia de los español y de España lo vertebraron celosamente en el ideario imperial, guardando en esta imagen los atributos políticos más excelsos y dando las licencias más convenientes para que se preservara su memoria futura.

6 El imperialismo siempre ha pretendido ser un monopolio ideológico.

7 El imperialismo tiene internamente una debilidad al que­rer hacer vida 'y hacer historia sobre el poder, mediatizando la libertad.

8 El imperialismo no es caso único de España, porque su filosofía está extendida por todo el mundo, aunque cada nación tiene el encuadre de su talante peculiar.

9 El imperialismo tiene, en otros lugares, otros nombres y otros símbolos, esto es, es pluralista en la manifestación de su identidad.

10 El imperialismo es una fuerza espiritual tan vieja como la historia del hombre, que toma su asiento en una filosofía y que se mueve como una sociedad secreta.

11 La asignatura pendiente de la historia de España está en llegar a conocer mejor las raíces, bastante inéditas, del imperialismo.

12 Lo imperial se ha manifestado como un gran poder in­ductor.

13 ¡Castilla! ¡Castilla! Es la voz salvadora de España, fermento de la ideología imperial.

14 El imperialismo no es ningún fantasma como para no poderle conocer en sus detalles más íntimos, referidos a aquellos aspectos más internos que descorran el velo de su intimidad.

15 El orden imperial no cura nada, sofoca momentánea­mente, paraliza la vida. Es como un estado de aletargamiento que si se tiene más de la cuenta produce desórdenes orgánicos.

16 El argumento dialéctico del imperio ha sido la fuerza.

17 Existe una gama de imperialismos más o menos puros que satisfacen todas las circunstancias humanas.

18 El imperialismo es un monólogo desde arriba y el se­paratismo es un monólogo desde abajo.

19 La libertad agrede fuertemente al sentimiento político imperial, pero éste en vez de sentirse herido y convulsionado interiormente viviendo esa contradicción que le podría abrir el horizonte de su propia frustración, tira por el camino expresivo de su propio fanatismo y empieza a luchar en contra de ella reduciéndola a su mínima expresión. De esta manera el imperialismo se enquista y, aunque se acople a los cambios en ciertas formas, permanece inalterable en su filosofía y en su concepción.

20 El santuario de la ideología imperial presenta, en su dinámica, una fuerte coherencia interna, disponiendo de una operatividad resolutiva, que aún no ha sido sus­tanciada en esquemas elementales de comprensión.

21 las palabras del imperialismo, han tenido fuerza velando su discurso con trozos de verdad servidos para sus fines, que una mente afín pudo confirmar en si y acrecentarlos.

22 El negro es un color absoluto que está relacionado con el imperio.

23 Todas las corrientes internas del imperialismo están impregnadas en el factor miedo, ya sea el campo que miréis, nada absolutamente escapa a este principio que inunda todo el cuerpo visible e invisible del imperio y que es trasunto de un miedo psíquico profundo.

24 A partir de Fernando III, «El Santo», nace un ente po­lítico en el que se empezó a prodigar el nombre de Castilla con una línea política cada vez más fuertemente imperial.

Imperialismo

1 ¿Cuál ha sido la ciencia más intervenida por el poder imperial? Sin lugar a dudas la historia.

2 Los estudios de las ciencias humanas y sociales han es­tado embotados en España a causa de la política, dándose muchas veces como muestra el valor opuesto de la realidad.

3 El orgullo imperial.

4 ¿Hay dos cosas más opuestas que la masonería y el imperialismo? Se parecen tanto como se desparecen y en la vida uno y otro están cerca y a la vez tan lejos de entenderse.

5 El imperialismo ha consumido un tiempo alejado de la vida.

6 El imperialismo es un sistema político que vive sumido en una selva de miedos.

7 El Estado español no era castellano y cuanto más lo decía menos lo era.

8 El lirismo de nuestra política imperial está metido en nuestra literatura a lo largo y ancho de siglos de exis­tencia que la ha empapado; y si observan los manuales de Historia de España verán cómo ésta ha sido la parcela más castigada por su influencia, tanto en su método como en su estilo y contenido, y del mismo modo han estado sujetas a este arbitraje las demás ciencias sociales en las diferentes ramas del saber, y.. ¡hasta el cine! en medio de su modernidad, no se ha librado de los efectos de este virus, empobrecedor de proyectos.

9 Sin la presencia de lo religioso el imperialismo español no hubiera significado gran cosa, y lo religioso, a su vez, sin este protagonismo no se habría movido de la ma­nera que lo hizo.

10 La imagen política que el Estado Imperial ha venido transmitiendo respecto de las Dos Castillas es de tal envergadura y afecta a una naturaleza cultural tan densa que se necesitará de tiempo para esclarecer una mayoría de los gestos políticos cuya distorsión está viciada de origen y cuyo significado no es realmente el que se ofrece a primera vista, porque detrás de las apariencias está la realidad.

11 «La Farsa de Ávila», protagonizada por un grupo de nobles que se levantaron en Ávila en protesta contra Enrique IV, es una muestra de cómo la geografía caste­llana ha servido, para relanzar gestos políticos, en los que la Castilla gentil apenas nada tema que ver o en los que ha protagonistas, como en este caso, no era ninguno castellano. ¿Por qué eligieron hacerlo en Castilla fuera de sus reinos? ¿Por qué Castilla, su suelo y su nombre ha servido tantas veces de señuelo para difun­dir una idea que internamente no le pertenecía?

12 Los imperialistas han creído ser los mejores españoles y estaban convencidos que para ser español había que ser como ellos.

13 Asimilar León a Castilla o Castilla a León ha sido una de las principales pretensiones de la política imperial.

14 El imperialismo es una carencia de perspectiva, con respecto a un estado evolutivo.

1 5 El usar la lengua y el nombre de Castilla no es razón suficiente para sentirse castellano, renunciando a sentirse de su región.

16 Un día le preguntaron al célebre Rodríguez Español, cuál había sido el mito más grande de nuestra historia; y sin dudarlo contestó: Castilla.

17 El imperialismo político ha estado siempre respaldado de un defensor vehemente: la cultura imperial española, que ha sido copiosa, porque ha tenido en sus manos abundancia de medios económicos.

18 La lengua castellana ha servido como vehículo unifica­dor del imperio y el folklore andaluz como imagen estereotipada de la españolidad.

19 La idea imperial está dispuesta a dejar o tomar cual­quier nombre que sea digno de ella.

2 0 Al imperialismo no le cabe en la cabeza el concepto de libertad.

21 El imperio produjo una política imperial, una cultura imperial, un orden imperial, un colonialismo imperial, una sociedad imperial, una mitología imperial y en cier­ta manera una religión imperial.

2 2 El imperialismo ha estado lleno de ideas y en ese fin hubo ríos de generosidad y esfuerzos titánicos a unos niveles abrumadores.

23 Antes de que apareciera la «Anticastilla» ya existía ésta misma realidad con otro nombre, fuera del territorio castellano.

24 En derechos fue el Imperio a por las Españas; prime­ro cayó Castilla y con Castilla fue desgastándose un símbolo real de libertad federativa, extendiéndose las raíces de este pulpo político a los demás pueblos, que en el tiempo de una acción progresiva e inexorable fue debilitándoles en aquello que les pertenecía.

25 Está a destiempo de la realidad de los pueblos, el impe­rialismo, pero es una idea que ha sabido imponerse conservar ese privilegio durante dilatados períodos de tiempo, galopando sobre el corcel del poder y por encima de todo tipo de miramientos y derechos.

26 La pedagogía del miedo ha sido el brazo ejecutivo del imperialismo.

27 La masonería y el imperialismo son dos posturas radi­calmente opuestas: los imperiales no aceptan a los masones y los masones no aceptan a los imperiales: tal para cual.

28 Cuando el imperio elige hombres castellanos sabe per­fectamente quiénes son y sabe que éstos están dispuestos a servir la supremacía de los ideales del poder so&bre todo tipo de razones e intereses locales y regionales.

29 El imperialismo tiene un foco de irradiación que ocu­pa un espacio geográfico, el cual tiene capacidad para influenciar al resto del territorio.

30 Mandar con imperio es hacerlo con imposición o despotismo, sin tener en cuenta más que las ideas de uno, que tratará de imponerlas a los demás, por todos los medios.

31 El principal enemigo del imperio ha sido la libertad y uso su esfuerzo político se ha concentrado en disminuirla.

32 El miedo que no le cabe dentro al imperialismo, es la libertad.

33 La máscara del imperio ha sido Castilla. Tras ella se esconde un mundo político.

34 El imperio vivió con tal intensidad si deseo que pudo parecer locura a quienes no fueron de esta línea de hacer historia.

35 Con la debilidad de Castilla, el imperio hizo su máscara, una máscara llena de astucia política.

3 6 Castilla ha servido para camuflar el complejo imperial.

37 La máscara del imperio se hizo con el nombre de Castilla, con su historia y su cultura y para que ocultara mejor el rostro fue necesario llevar a cabo una manipulación inteligente desde el poder, que no ha tenido dejación en siglos de historia.

38 A Castilla la hicieron la cirugía política dotándola de una debilidad interna, la suficiente para que pudiera convertirse en máscara, de tal manera que la máscara con el tiempo se hizo a quien la llevaba y el engaño de su confección sirvió para consolidar la mitificación del mito.

Literatura

1 La literatura española, por lo general, adolece de un excesivo formalismo, que tiene su origen en causas políticas evidentes, que exigían pagar ese tributo con menoscabo de su riqueza creadora.

2 La «Generación del 98» pudo haber sido puente, pero no lo fue.

3 El conocimiento de la mentalidad política es un valor cualitativo y cuantitativo imprescindible para poder valorar la actividad intelectual del escritor.

4 La literatura no puede caminar muy lejos mientras la historia siga parada sin aclarar en profundidad ese dualismo de las dos Españas, una luz fundamental para la cultura.

5 La romanización ha sido cantada por poetas, escritores, y pensadores en páginas que un día perderán el brillo de su contenido.

6 Se ha presentado el imperialismo en la cultura como algo inmaculado, incluso en sus más destacados defectos.

Morado y negro

1 Los grises tamizan luz violeta.

2 Los grises en el amanecer rompen la oscuridad de la noche y entre ellos se presencian los morados, que irán dando paso a los anaranjados y amarillos a medida que se incrementa el torno de luz diurna.

3 En el crepúsculo, en el paso de la luz a la oscuridad, reaparecen los grises en el horizonte y en la bóveda celeste y pierden los amarillos por momentos su vigor, al tiempo que los moratines hacen presencia con sus tonos suaves, ya en la agonía del día.

4 Durante el día pueden aparecer nubes grises, en días de cambio nublado, en que los morados, por eso de ser inseparables, darán tonos violáceos sobre el paisaje terrestre o aéreo, en una cuantía de variada cadencia, y cuya permanencia dependerá de la calidad de los tonos grises y de la luz solar.

5 Los grises están en la inmediatez de los negros.

6 El morado es compañero fiel de los grises, en su trán­sito hacia la negritud, que tiende a absorber todos los colores y a sumirlos en su hegemonía, un tiempo en que la luz tenderá a romper en pedazos su obra y disipará sus esfuerzas.

7 El morado es el color expresivo de los grises hacia los negros y de éstos hacia os blancos.

8 El color que más compensa el negro es el morado, el que más dialoga y el que más significado le da.

9 Dice el blanco: del negro nada más lo necesario.

10 El negro es compacto, fuerte, rígido, oscuro, poderoso y dominante.

11 El negro es la luz que mancha todos los colores.

12 El reino de la oscuridad, es el negro, el de la claridad, el blanco.

13 El blanco y el negro, en la política, aunque no se tie­nen aprecio se necesitan y están hechos el uno para el otro.

14 Si el negro aprende a ser negro y el blanco blanco, pueden llegarse a entender perfectamente.

15 El rostro de la oscuridad es impenetrable.

16 El morado es la luz natural del negro. Con este color el negro recibe fuerza mientras que el morado encierra el misterio de su oscuridad,

17 El morado es el embajador del negro.

18 Hay un azul que es antesala del negro como hay un morado preludio del azul, y un blanco al fondo que actúa de foco dando entre ellos una sinfonía de tonos cromáticos.

19 El negro y el morado pueden establecer un diálogo de proporciones inusitadas en presencia del blanco y del azul.

20 El morado necesita luz para sensualizar su atractivo y marcar el señorío de su presencia.

21 El negro da poder, el blanco libertad.

22 El negro es un color como cualquier otro que tiene su categoría de contenido y de expresión.

23 El negro impone el reino de su presencia y cuando deja brillar a otros colores lo hace a costa del poder de su compañía.

24 En política el negro y el blanco han sido hostiles enemigos,propugnadores de dos formas de entender la vida.

25 En política la verdad era o blanco o negro y como la verdad no tiene aparente color, era de ver cómo creían tener el blanco e iban vestidos de negro, o los unos o los otros, porque la verdad, si la tomas para ti solo, se te escapa.

26 Hay colores en la vida y en la política que se expresan por carencias, y no son lo que creemos ver.

27 No es un hecho fortuito que en la España imperial se uniera políticamente de moda el color negro y que haya nacido la expresión de la «España negra».

28 El negro no puede ser un color revolucionario. Pretenderlo es dar paso a una fuerza coactiva que lo haga posible.

29 El violeta es el color regionalista del negro.

30 En medio de transparencias violetas fluye la señorial sonrisa, que se complace en su profunda mirada.

31 Las tres últimas notas de la sinfonía colorista del día son: la violeta, la gris y la negra.

Revolución

1 El imperialismo ha sido una verdadera revolución que ha perdurado durante siglos, viviendo los avatares de todos los cambios, dejando testimonio de su hacer.

2 El imperialismo es la revolución de las revoluciones, por el tiempo y, el tenaz combate ideológico a que ha tenido sometido a la sociedad.

3 En España hemos tenido una gran revolución imperial, que ha sido el marco general de nuestra historia, que tuvo vanas etapas de formación y desarrollo, y dentro de ella se han dado muchas revoluciones menores de carácter temporal e intermediarias, cada una con su matiz, con sus hombres, en su tiempo, con sus preocupaciones y lugares diversos, etc., pero de cualquier forma todas ellas llevaban la marca del sello real del orgullo imperial, algo que nos ha sido legado hasta nues­tros días y que estamos aprendiendo a comprender y a superar a duras penas.

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