miércoles, mayo 27, 2009

Un libro trae hoy a la memoria el legado cultural de González Herrero

Coincidiendo con el tercer aniversario de su muerte, la Diputación recordará esta noche a su ‘Hijo Predilecto’ dando a conocer un volumen sobre la vida y obra del historiador

G.H. - Segovia

“Manuel González Herrero in memoriam”es el título de un libro que será presentado esta noche (19 horas) en el salón de plenos del Palacio Provincial. La obra, que pretende rendir un homenaje póstumo al que fuera reconocido con el título de ‘Hijo Predilecto’ de la provincia en 2004, ha sido coordinada por el Gabinete de Prensa de la Diputación, encargándose de la dirección de la misma Jesús Fuentetaja.

“La obra tiene tres protagonistas: Manuel González Herrero, su obra y la Diputación”, aseguró ayer Fuentetaja. El coordinador de la obra añadió que el libro ha surgido “por la voluntad política de la Diputación”, a la que agradeció “haber tenido la sensibilidad de reconocer a González Herrero en vida y colaborar ahora activamente en la difusión de su trabajo”.

El volumen se divide en tres partes. En la primera de ellas se aborda el nombramiento del homenajeado como ‘Hijo Predilecto’ de la provincia, dando cuenta de los actos desarrollados entonces así como de los discursos pronunciados con tal motivo y la repercusión que tuvo en los medios de comunicación.

En la segunda parte, Fuentetaja, que se considera “un estudioso y un entusiasta” de la obra de González Herrero, ha catalogado todas las obras que publicó éste, por orden cronológico, incluyendo una imagen de su portada. Además, en “González Herrero in memoriam” se han incluido seis artículos íntegros de González Herrero, seleccionados por el propio Fuentetaja, que hacen referencia a Jerónimo de Alcalá Yañez, la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia, la antigua provincia de Segovia, Fernán González, Antonio Enríquez y los montes de Valsaín.

Por último, la tercera parte es una retrospectiva sobre las reacciones que se produjeron a raíz del fallecimiento de este insigne historiador, en el año 2006.

El País Leonés rehuye de la unión con Castilla


A tenor de los datos publicados recientemente en el informe de Opinión Pública en nuestra comunidad autónoma cabe sacar una conclusión muy clara: el País Leonés no se siente identificado en su unión forzada con Castilla la Vieja.

Tanto es así, que de todas las provincias de la autonomía, son las tres leonesas las que, curiosamente, se sienten menos identificadas con esta comunidad autónoma. ¿Casualidad? No deja de llamar la atención que sean precisamente las provincias que han venido formando hasta hace apenas 26 años una región propia dentro de España como es el País Leonés, aquellas que, por otro lado, más perjudicadas se han visto con los datos económicos en la mano por la unión de la Región Leonesa y la de Castilla, sirviendo actualmente de granero energético del resto de la comunidad.

Una conclusión es clara, aunque la Junta no lo quiera ver, el antiguo Reino de León no se identifica con Castilla y León por muchos carteles con el escudo autonómico que ponga en nuestro territorio la Junta. Por otra parte, si desgajamos la encuesta por provincias es la de León la que menos apego siente por la actual autonomía, no identificándose con ella el 62%, seguido del 48'4% de salmantinos y el 43'8% de zamoranos.

Por último cabría fijarse en la casi coincidencia del dato salmantino con el del Barocyl de 2005 en que el 42% de los charros declaraba querer una comunidad autónoma para el antiguo Reino de León (Zamora, León, Salamanca). Y todo ello a pesar de los esfuerzos económicos vertidos por la Junta en la Fundación Villalar intentando forzar un sentimiento regional que o no se tiene o, caso de tenerse, se posee con la que hasta hace 26 años era oficialmente nuestra región, la leonesa.

La pregunta final es clara: ¿hubiese dejado en ridículo a la Junta este informe si hubiese preguntado a los leoneses de las tres provincias su posición sobre la autonomía de la Región Leonesa? Creemos que sí, y que por ello es un tema que intenta ocultar pese a que siga vivo y cada vez con más fuerza. La conclusión final que sacamos del informe es que cada vez queda menos para que seamos dieciocho comunidades autónomas en España, queda menos para que el viejo Reino de León recupere el sitio que le robaron desde los despachos de Valladolid hace 26 años.

Carlos Javier Salgado Fuentes

Presidente del Colectivo Ciudadanos del Reino de León

sábado, mayo 23, 2009

NUESTRO CONCEPTO DE LA AUTONOMIA


Son conocidos los criterios que sobre regionalismo y autonomía sustenta Comunidad Castellana, y que pueden resumirse así:

1 .España es una comunidad de pueblos y todos y cada uno de éstos han de tener el mismo derecho a una organización regional autonómica.

2. Las regiones no pueden ni deben ser simples divisiones territoriales inspiradas en los criterios económicos, políticos o administrativos, sino comunidades populares definidas por factores fundamentalmente humanos, históricos, culturales y geográficos, que permiten las gentes de cada comunidad reconocerse como una identidad, precisamente por la concurrencia de esos factores comunes.

3. Para la articulación solidaria de la nación española es imprescindible que, sin
excepción, todas las regiones obedezcan a un planteamiento popular y comunitario; es decir, que se organicen al mismo nivel los diferentes pueblos de España en todos los casos; por ejemplo, en el del pueblo catalán, como en el del pueblo leonés, o el del manchego, o del castellano.

4. La autonomía ha de concebirse como una aspiración o meta que tenderá el pueblo, con seriedad y responsabilidad, a través de un proceso de renovación cultural que te conduzca a la madurez, a la recuperación de la conciencia de su personalidad colectiva y de sus señas de identidad.

El propio pueblo, por voluntad mayoritaria, es el que ha de reivindicar sus instituciones autonómicas. Esto es lo auténtico. Por el contrario, el supuesto autonomismo otorgado, sin base popular, mimético e improvisado, mera manifestación del centralismo, es falso y nos parece rechazable.

Este es el concepto que nos merece el proyecto de la llamada autonomía de Castilla y León; cuya crítica puede centrarse en los siguientes puntos:

1. Mezcla y confunde arbitrariamente dos regiones, la leonesa y la castellana, en una sola: «Castilla y León». Desde el punto de visa, de ambos pueblos, leonés y castellano, estimamos que esta amalgama les perjudica, ya que tiende a disolver la identidad de cada uno y dificulta el despertar de su respectiva conciencia regional.

Esta región está prevista para comprender las provincias de Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia, Ávila, Valladolid, Palencia, León, Zamora y Salamanca. El desacierto de su delimitación es tal que inmediatamente, por unos u otros motivos, se ha producido la falta de incorporación de las provincias de Santander, Logroño y León

2. De hecho, este región responde a la concepción de la "cuenca del Duero", división
tan tecnocrática y centralista como la "región Centro". Adherirse a ella supone admitir la desmembración de la auténtica Castilla en aras de un territorio que tiene por centro y capital de Valladolid.


Comunidad Castellana reivindica la autonomía de Castilla, con la mayor plenitud posible de competencias, dentro de la Constitución y en solidaridad profunda con los demás pueblos de España; y aspiramos a un proceso autonómico sincero y auténtico, que mediante el trabajo cultural orientado a la recuperación de la memoria histórica y la conciencia de identidad de los castellanos, y paralelamente, a través de la promoción de los intereses y recursos de la región, pueda conducirnos al deseado renacimiento de Castilla y sus pueblos.

Comunidad Castellana rechaza toda estructuración regional que, por mutilación de partes esenciales de la región -como Cantabria y Rioja-, o por agregación a otros pueblos -León y la Mancha-, deje de respetar la personalidad de Castilla, como región histórica y cultural. Es nuestra tierra y nosotros la vemos y sentimos con toda claridad.


Informativo Castilla nº 4. Julio 1979

viernes, mayo 15, 2009

REFLEXIONES SOBRE LAS AUTONOMIAS



Es evidente que los procesos autonómicos, tal y como se conducen en España, aparecen como un asunto de la clase política, en el que los respectivos pueblos no tienen arte ni parte. Un ministro y unos cuantos políticos hacen y deshacen, como si las autonomías no fueran una cosa demasiado importante y sería que trasciende notoriamente del ámbito de los intereses de la política de partido.

La articulación del Estado español en un conjunto de comunidades autónomos es una grave cuestión, que afecta diríamos, a la sustancia nacional, a la identidad comunitaria de cada región o pueblo.

Parece elemental, por eso, por la trascendencia del asunto, que el tema se llevara con seriedad y gravedad, con participación activa, informada y resolutoria, de cada pueblo interesado.

Lejos de hacerlo así contemplamos un tratamiento centralista y autoritario de la cuestión. Por vía de las preautonomías el territorio nacional ha sido distribuido, apriorísticamente, en espacios preconcebidos para ubicar a las comunidades autónomas. Espacios o territorios que han sido establecidos por el gobierno y los políticos, sin ninguna forma de consulta popular.

En esta operación al pueblo castellano le ha tocado la peor parte. Según la Constitución es la identidad histórica y cultural el factor primordial para la restitución de una comunidad autónoma. Como sin duda hay un pueblo castellano, una región histórica y cultural castellana, parecía que los castellanos deberíamos tener derecho, cuando lo deseáramos y reclamáramos por mayoría de nuestros conciudadanos, a constituirnos en nuestra propia comunidad autónoma.

Pero no ha sido así. Los castellanos hemos sido divididos en dos trozos: uno al norte de la cordillera central, que es agrupado con las provincias del histórico reino de León para formar ese híbrido de «Castilla-León»; y otro al sur de la cordillera, unido a la región manchega, como «Castilla-Mancha».

Comunidad Castellana rechaza terminantemente esta fragmentación de la colectividad
castellana. Guadalajara, por ejemplo, es tan castellana como Soria o Segovia; razón por la que reivindicamos la «Castilla entera», el respeto a la Integridad de los pueblos castellanos, su derecho a integrar una comunidad autónoma castellana.

«Castilla-León» es una región artificiosa, una invención centralista en la que varias
provincias castellanas han sido agregadas, sin pedirles parecer, a las de la región leonesa, bajo el espécimen tecnocrático de la,«Cuenca del Duero».

¿Quién ha preguntado, por ejemplo, a los burgaleses, sorianos, segovianos o abulenses sí estaban de acuerdo en constituir una región o en su caso, comunidad autónoma, agrupados con las provincias del viejo reino de León?

Ante la oposición de León, Santander y Logroño a la integración en el ente castellano-leonés, dicen los políticos que se dará a sus habitantes la oportunidad de pronunciarse libremente sobre el particular. Correcto, pero ¿no lo sería también que esa misma oportunidad se diera a las demás provincias de León y de Castilla, es decir que fueran consultados sus ciudadanos?

Independientemente del afecto y la solidaridad entre el pueblo leonés y el castellano, la amalgama «Castilla-León» perjudica gravemente a los dos pueblos, ya que lejos de fomentar la recuperación de su respectiva conciencia regional, contribuye directamente a disolver la personalidad de uno y otro.

«Castilla-León» se configura como la cuenca del Duero, con centro en Valladolid: Un
territorio y una entidad a la medida de los intereses de las oligarquías de Valladolid. No hablamos del pueblo vallisoletano, obligado a vivir en un marco carente de equipamiento social necesario y por ello cada vez más difícilmente habitable. Pensamos en las fuerzas oligárquicas, económicas y políticas, que se mueven en su torno espoleadas por la ambición y la erótica de la capitalidad.

Valladolid, capital. Es el objetivo propuesto, deseado y tenazmente perseguido. Sin embargo, parece claro que tanto por razones históricas como por su actual contexto socioeconómico, que la diferencia radicalmente del de la región castellana -con problemas harto distintos- Valladolid no puede ser la capital de los castellanos. Hay otras ciudades, como por ejemplo Burgos, notoriamente más calificadas.

Se nos quiere conducir a un nuevo centralismo; a una progresiva concentración de poderes, funciones, servicios públicos y, potencial económico en Valladolid. Es evidente, e impaciente, el afán hegemónico de las oligarquías de esta ciudad -no satisfechas con haber depauperado a su propia provincía- y, lamentablemente su extraño consorcio con ciertos intereses políticos de otro signo, que por una visión coyuntural, estrecha y a corto plazo, vienen a apoyar también la potenciacíón capitalina de Valladolid, en detrimento de las provincias agrarias y deprimidas de Castilla.

Nos oponemos a ese nuevo centralismo, no menos funesto que el de Madrid, largamente padecido. Todas las tierras, comarcas o provincias castellanas -en definitiva territorios históricos personalizados- han de tener el mismo derecho, la misma participación en el poder regional.

Y es llegada la hora no de concentrar en Valladolíd, ni en ninguna otra localidad, sino de descentralizar, de distribuir el poder, las funciones, los recursos de todo tipo entre las diferentes poblaciones y comarcas, con preferente atención a las menos favorecidas.


Informativo Castilla nº 5. Septiembre 1979

domingo, mayo 10, 2009

A los ayuntamientos de los pueblos castellanos


Como es sabido, el Consejo General de Castilla y León ha iniciado los trámites del denominado proceso autonómico.

Con este motivo, desde posiciones partidarias, los Ayuntamientos de Castilla, en el
territorio de esa entidad, son solicitadas para que adopten acuerdos en el sentido de
adherirse a ese llamada autonomía.

A nuestro juicio, todo esto es profundamente falso, es decir carente de autenticidad. Es falsa la supuesta región, «Castilla-León», en la que se mezclan y confunden dos pueblos, el leonés y el castellano, negando a cada uno de ellos su propia Identidad. Es falso el procedimiento utilizado, simple decisión de la clase política, sin consulta popular. Y es falso la «autonomía» ofrecida, que se reduce a organizar una nueva división territorio, otro organismo artificial, más grande que la provincia, con más autoridades, sueldos, puestos, burócratas, etc., y en el que el viejo centralismo de Madrid se verá simplemente sustituido por el neocentralismo de Valladolid, cuyas oligarquías serán las que ahora pasarán a administrar «nuestro» asuntos.

La verdadera autonomía ha de forjarse de abajo a arriba, empezando por la del municipio, siguiendo por la comarca, en un proceso impulsado y decidido por el propio pueblo, con trabajo, con información y educación de los ciudadanos, sin improvisaciones ni prisas, y sin copiar a nadie.

Ese es el quehacer serio; y al mismo tiempo, urgir al Gobierno para que, en cumplimiento de su obligación, promueva con urgencia, desde ahora mismo, mediante las inversiones y actuaciones públicas necesarios, el resurgimiento económico, social y cultural de los pueblos castellanos, sumidos en el abandono, sacrificados por la falta de servicios públicos y de puestos de trabajo, y la infravaloración de los recursos agrarios, y condenados por ello a la emigración y el despoblamiento.

Por esas razones, y por elementales consideraciones de prudencia, Comunidad Castellana pide a los Ayuntamientos de nuestra región, a los Ayuntamientos de las provincias castellanas, ahora afectadas, PIDE A ESTE AYUNTAMIENTO; que permanezca en su personalidad actual, que trabaje para incrementar su autonomía municipal y los recursos que necesita para el cumplimiento de sus fines, y que SE ABSTENGA DE INCORPORARSE A ESE REGIMEN DE CASTILLA Y LEON, ES DECIR A UN NUEVO PODER EXTRAÑO QUE NO ES EL NUESTRO.


Informativo Castilla nº6. Noviembre de 1979

lunes, mayo 04, 2009

Día de Castilla la Vieja y de Fernán González





Ciudadanos de Burgos por Castilla la Vieja (CiBu), celebró, por tercer año consecutivo, el día 1 de mayo, para conmemorar a Fernán González y el surgimiento como entidad política del Condado de Castilla. Los actos se iniciaron a las 11 horas de la mañana con un homenaje en el Arco de Fernán González y siguieron, a partir de las 13 horas, con el reparto de un pincho castellano y un vaso de vino a las personas que se acercaron por el puesto situado en Las Veguillas. CiBu manifiesta su deseo de ver consolidada esta fiesta en años sucesivos y que cada vez sean más los burgaleses que se acuerden este día del personaje más representativo de nuestro pueblo, así como de nuestra identidad castellano vieja.



José A. Amo

DNI nº 13.068.993 W



Ciudadanos de Burgos por Castilla La Vieja (CiBu) es un partido cuyos objetivos pasan por la defensa de los intereses de la provincia de Burgos y de su identidad castellano vieja, así como por una democracia más participativa, en la cual los ciudadanos sean los verdaderos protagonistas del