jueves, febrero 01, 2007

CASTILLA Y ANTICASTILLA (Isidoro Tejero Cobos. Pensamientos sobre la vida . Segovia 1993)

CASTILLA Y ANTICASTILLA.

¿QUE ES UNA Y QUE ES OTRA?

A Luís Carretero Nieva (1879-1950-(1990)
(A los 40 años de su muerte)

En 1879 nace en Segovia un hombre singular que habría de ejercer un relevante papel en la cultura. Estaba llamado a su una figura importante, en muchos aspectos, no sólo sí se mira la vida cultural de la sociedad segoviana y castellana sino también en el concierto nacional donde concurrió con idénticos intereses, en ese medio especial en el que pugnan siempre por situarse en cada época y momento histórico, los intereses, a veces, más dispares.

Por aquellos años se respiraba en España un aire rancio de tradicionalismo imperial. El ambiente social e intelectual era cerrado y le cupo el honor y la tarea di inyectar; en la raíces desecadas de la cultura castellana, la sabia medicina que detu­viera ese estado decadente de su cuerpo histórico.
Recordemos brevemente su obra primera, fundamental, el libro titulado La Cuestión Regional de Castilla la Vieja» (El Regionalismo Castellano), editado en 1918, de 446 páginas.


Donde se muestra segoviano, castellano y también español, porque sabía conjugar los tres valores dentro de si, sin que se hicieran daño uno a otra ¡Qué oportuna puede ser la pu­blicación de esta obra! Leyéndola se percibe la preocupación ecológica que tenía por los suelos, por las plantas autóctonas, por el árbol, las semillas o por los tipos de cultivo, ya sea también por el agua y su influencia, su adhesión a la natura­leza, con una visión francamente elevada para aquellos años,...

Asimismo, escribió el ensayo «Las Comunidades Castella­nas en la Historia y Estado Actual», de 1921, obra premiada por la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia. Y en 1948, desde su exilio mexicano, edita el libro, con la colaboración especial de su hijo Anselmo, que le preparó, «Las Nacionali­dades Españolas».

Si es importante su obra lo es más aún el estilo personal que nos legó, por la manera de hacer y de decirlo, brilla un equilibrio donde no exime responsabilidades e impulsa el he­cho histórico hacia su consecución.

En honor de este individuo al que tanto debe esta idea de Castilla, pese al infortunio de nuestra situación actual, divul­go en este trabajo unos conceptos regionalistas en torno a dos términos antagónicos: La Castilla y la Anticastilla.'¿Qué es una y qué es otra.'?No es fácil, en principio, aclarar estos dos conceptos que están culturalmente enmarañados.

(1)

1 Las montañas son el ombligo de Castilla, porque no se entiende Castilla sin montañas y sin estar situadas como lo están.

2 Castilla, como cualquier pueblo, no es una raza exclu­siva de sangre, es por encima de todo, una raza cultu­ral, un espíritu, que puede expresarse en cuatro princi­pios políticos básicos: 1. Popular; 2. Comunera; 3. Democrática, y 4. Foral.

3 En Castilla las montañas están por todo su territorio y, le recorren por todas partes y en todas direcciones.a lo largo y a lo ancho, mientras que las llanuras esca­pan de ella y se ofrecen como un fenómeno de fronte­ridad. En el caso más especial, para con la Llanura de Campos, en León (que presenta unas características pro­pias y un entorno orográfico diferenciativo).

4 Las mesetas predominantemente llanas, la de las «lla­nuras infinitas» se entienden referidas a León y Tole­do, mientras que la suprameseta, arrugada y montaño­sa, se corresponde propiamente con Castilla.
5 Ocupan la llamada Meseta Central tres pueblos: León, Toledo y Castilla, en su mayor parte. León y Toledo cubren las partes bajas de la Meseta mientras que Cas­tilla se sitúa en la Suprameseta (Es una verdadera Su­prameseta).

6 En su territorio, Castilla es en realidad un auténtico cas­tillo geográfico. Lo es respecto de León y Toledo y más aún si lo comparamos con el resto peninsular.

7 Una pregunta para responder: ¿Cuál ha sido el «Con­sejo político» (Traducción práctica: Norma de Obliga­do Cumplimiento) que el Poder imperial ha ejercido con Castilla cuando ésta ha querido ahondar en sus raíces?

Muy sencillo pues siempre ha sido de la misma manera: Han evocado el nombre de España y de su seguridad interna como un deber de servicio para que de esta manera renun­ciase a sus aspiraciones históricas y colaborase a la estabilidad de la tradición imperial.

(2)

1 Si el cuerpo y sus órganos representan el nombre de España, el espíritu, de una de las ideas dominadoras de esta entidad, lo representa Castilla-Estado=La Anticas­tilla y su imperialismo, que ha sido durante muchos siglos el germen y después el Espíritu del Estado Espa­ñol, la cual no tiene absolutamente nada que ver con la Castilla gentil del pueblo castellano.

2 En derechura fue el Imperio a por Las Españas; Pri­mero cayó Castilla y con Castilla fue desgastándose un símbolo real de liberad federativa, extendiéndose las raí­ces de este pulpo político a los demás pueblos, que el tiempo de una acción progresiva e inexorable fue debi­litándoles en aquello que les pertenecía.

3 El nombre mítico de España es Castilla.

4 España no ha sido mito y Castilla si, de tal manera que aún en pleno siglo veinte, lejos de su esplendor, ha ali­mentado fuertemente a muchos partidos políticos y ha sido la principal base ideológica del régimen político imperante después de la guerra civil.

5 Cuando el Imperio elige o destaca hombres castellanos sabe perfectamente quienes son y sabe que estos están dispuestos a servir la supremacía de los ideales del po­der sobre todo tipo de razones e intereses locales o re­gionales.
[«Soria Semanal», 12 enero 1991]


Isidoro Tejero Cobos. Pensamientos sobre la vida. Segovia 1993 pp 270-273

EL ROSTRO GEOGRÁFICO DE CASTILLA.

A este fin se exponen unas ideas a modo de síntesis que no pretenden, en modo alguno, dibujar, como se dice, el «ros­tro geográfico de Castilla» porque esto ha de ser tarea de mu­chos frentes en los que trabajarán laboriosos castellanos. El título insinúa unas pinceladas sobre la entidad geográfica de esta región que presenta caracteres indiscutibles.

Veamos:

(1)

1 En la Meseta Central hay cuatro pueblos y cada uno tiene una geografía y una cultura propia: Extremadura, Toledo, León y Castilla.

2 Extremadura es una importante región española pero como entre este pueblo y Castilla no hay litigios de fronteras ni de culturas, nos van a permitir omitir este nombre en el curso de nuestro razonamiento.

3 León y Toledo, sin embargo, sí tienen cosas que aclarar con Castilla.

(2)

1 Castilla es una meseta montañosa en tanto que León y Toledo se caracterizan más por ser una meseta de llanuras.

2 ¿Por qué se dice de la Castilla gentil que es una meseta montañosa? Por dos razones: por su altitud y por la orografía del suelo.

3 La geografía de Castilla destaca por ser la más monta­ñosa de España.

4 El 94 por 100 del territorio castellano es montañoso y solamente un 6 por 100 de él representaría lo que son propiamente las llanuras castellano, que tienen la particularidad de estar situadas en la frontera con otras regiones.

5 Se observa en la geografía castellana claras diferencias respecto de la de León y de la de Toledo.

(3)

1 En realidad la Meseta Central presenta tres escalones o planos en los que el primero o más bajo pertenece a Toledo, el segundo o mediano es el de León y el ter­cero o superior corresponde a Castilla.

2 En todo territorio provincial se pueden apreciar, gene­ralmente, das planos orográficos, podríamos decir: uno, que corresponde a la elevación del suelo, y el otro que está representado por las elevaciones montañosas, que son corno los techos de este territorio.

3 Entre Castilla y León hay un doble escalón geográfi­co. por un lado, el desnivel del suelo, de una región a otra, y de otra parte, el desnivel de los accidentes geo­gráficos que se disparan hacia arriba: cerros, montañas, sierras, sistemas montañosos...

4 Castilla, considerada globalmente, es la que tiene el suelo urbano más alto de la meseta y, al mismo tiempo, de España.

Pueblos más altos de la meseta

* Toledo cuenta con 32 pueblos que tienen una altitud su­perior a los 900 metros (representan el 7,8 por ciento).
*León tiene 237 pueblos con una altitud superior a los 900 metros (representan el 17,4 por ciento).

* Castilla contabiliza 1.162 pueblos con una altitud supe­rior a los 900 metros (representan el 58,4 por ciento).

Con nombre propio

• En altimetría urbana, Toledo tiene la máxima altitud en el pueblo de Peñacosa (Albacete) con 1.169 m.; en León, el pueblo de más altitud es Valdeteja, con 1.255 m., y Santa Lu­cía de la Sierra (Ávila), con 1.900 m., es el pueblo más alto de Castilla y también de España.

[«El A. de Segovia», 25 abril 1991]

Isidoro Tejero Cobos. Pensamientos sobre la vida. Segovia 1993 pp 274-276

León

1 La ciudad de León ha dado muestras de ser cerebro del tiempo histórico que está viviendo con un anticipo de movimientos regionalistas mayor que en el resto de sus provincias; además ha sido lugar donde éste se ha ori­ginado y expandido.

Tierra de Campos

1 La Tierra de Campos configura geográficamente la en­tidad de un territorio que se corresponde con el nom­brado Reino de León.

2 Esta Tierra de Campos es lo suficientemente grande, lo suficientemente amplia y lo suficientemente propia como para que recobre el poder ser un foco activo de conciencia regional leonesa, desde cuya raíz el futuro puede proyectarse.

Morado

El color específico del Reino de León es el morado.
La Monarquía Española también ha utilizado este mis­mo color.
Conviene advertir sobre esto que existen fuentes docu­mentales antiguas en donde figura el escudo emblemá­tico del Reino.
Por tanto, hay conocimiento exacto de cómo es el tono de luz, que los regionalistas leoneses le han prodigado en pegatinas, insignias, llaveros, etcétera.

Madrid y Toledo

Madrid

1 La cultura molinera de Madrid.

2 Madrid no es una ciudad representativa de la tradición imperial española: ni por su ideología, ni por el lugar. Le viene del poder residencial que ha albergado desde que se creó su capitalidad.

3. Madrid estaba señalada como capital de España siglos antes de su nombramiento. El imperialismo guardaba proyectos de largo alcance y uno de ellos era ése.

4 ¿Qué razones indujeron al Imperio para que Madrid fuese capital del mismo? Pienso que obraron razones de estrategia política.

5 No es lo mismo que la capital de España hubiera esta­do en Toledo o en Valladolid que en Madrid. Las co­sas hubieran cambiado significativamente, porque en­tre ellas se dan diferencias propias de su naturaleza.

6 El ambiente que ha disfrutado Madrid, desde sus orí­genes, se apoya en la naturaleza histórica de su proce­dencia, cuyo rasgo esencial todavía pervive, y es el cri­sol donde se funden las esencias más puras de todos sus moradores.

Toledo

1 Es explicable que Toledo haya renunciado a su nom­bre histórico, para llamarse Castilla la Nueva, en fun­ción del territorio castellano que le fue anexionado. Como ahora, que se llame Castilla-La Mancha, da a entender que esta anexión que esta anexión aún no se ha resuelto. El día que este pleito se solucione, Toledo podrá volverse a llamar lo que fue.

Isidoro Tejero Cobos. Pensamientos sobre la vida. Segovia 1993 pp 252-255

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