viernes, marzo 10, 2006

El decano de la Transición

El decano de la Transición

TRIBUNA

Ricardo de Cáceres (*)

Dispuesto a iniciar estas líneas en memoria de Manuel González Herrero, me encuentro en EL ADELANTADO de hoy con la necrología que escribe su hijo Joaquín González Herrero. La leo con atención y pienso que, realmente, poco más se puede decir sobre Manolo que no esté recogido en esas líneas escritas por su hijo . Joaquín logra en esas líneas dibujar los rasgos fundamentales de la personalidad de su padre y ha sabido reflejar también una serie de principios que fueron determinantes para configurar su personalidad tanto como jurista como la de historiador. En cuanto al ámbito personal, quién mejor para hablar que un hijo suyo.

Manuel González Herrero fue el decano de la Transición. Aquí probablemente es donde se encuentra la razón de ser de Manolo en su faceta más conocida para nosotros, la de decano comprometido con el desarrollo de todo lo que significa la función del abogado en la sociedad. Más aún en la sociedad segoviana. No hay que olvidar que pocos años antes de que Manolo llegara a ser decano, estos eran nombrados por el Gobierno.

El Colegio de Abogados de Segovia vive, bajo el mandato de Manolo González Herrero el desarrollo que todas las instituciones han sufrido con la Democracia. Pero, primero que nada, empieza a sentir lo que es vivir en una democracia, alejado de perniciosas tutelas que habrían intentado desde el Gobierno de la Dictadura mediatizar la función de los juristas.

Manuel González Herrero tuvo la a veces no comprendida labor de conjugar el ansia de libertad de los colegios con la firmeza de los logros democráticos. A veces, su fino instinto de jurista, le hizo frenar ímpetus y encauzar esfuerzos logrando así que no se perdiera estérilmente las voluntades de tantos compañeros.

Manuel González Herrero ha marcado un antes y un después en la abogacía segoviana él aun perteneció a la época de los grandes oradores forenses. Créanme que era un precioso espectáculo oír un informe de los de entonces. Ahora el lenguaje que se utiliza en los tribunales es el de la calle. Me atrevo a decir que con Manolo se va casi el ultimo reducto de aquella generación . Pero independientemente de la oratoria o detrás de ella lo que había era un profundo conocimiento de la LEY. De la LEY con mayúsculas tanto del proceso como de la Ley positiva por eso Manuel González Herrero en el mundo de lo jurídico marca un hito que todos los abogados y los que han tenido relación con la justicia reconocen. El profundo conocimiento del derecho con una amplia visión humanitaria y la conciencia del momento histórico dieron como resultado la figura irrepetible de Manuel González Herrero, el decano de la Transición.

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(*) Ricardo de Cáceres es abogado y fue compañero de Manuel González Herrero en la junta rectora del Colegio de Abogados.

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