miércoles, abril 10, 2024

La Rioja es Castilla (por José María Codón, de la R. A. H.) Réplica a otro nuevo comentario de “Berceo”

 La Rioja es Castilla (por José María Codón, de la R. A. H.)

Réplica a otro nuevo comentario de “Berceo”:


Amigo “Berceo”: Replico cordialmente a su último comentario. Pongamos orden en el diálogo. El origen de nuestra controversia fue un artículo mío en el que dije que Santander no ha sido ni puede ser nunca región, ni una provincia- región. Es una parte de Castilla. Pretender que una provincia puede vivir, amputada de la región a que pertenece, es absurdo. No puede sobrevivir un miembro arrancado del cuerpo. Este provincialismo es el ideal de todos los centralistas, desde Javier de Burgos, y equivale a perpetuar, con el nombre de minirregiones, una organización provinciana que ha durado ciento cincuenta años.


Me sorprende que en su último comentario “Berceo” me atribuya un deseo de elevar a rango dogmático la provincia. Al contrario. Por mi parte suprimiría las provincias, pero hay que contar con ellas, porque se mantienen en la Constitución por razones de hecho y por el paso de los años.


Durante toda mi vida, lo que he tenido de regionalista castellano lo he tenido de impugnador de la provincia. En mi libro “Regionalismo y Desarrollo Económico”, San Sebastián, 1964, cuando muy pocos se ocupaban de estos temas, escribí: “La provincia es un minifundio político. Es una división artificial y administrativa, una casilla de estadística o de censo electoral, una parcela de catastro político de sabor quiritario y centralista. Provincia que decir tierra vencida, dominada oprimida…”


En cambio, la región es la unidad óptima de desarrollo, el área ideal de fortalecimiento económico.


Hay una razón de experiencia y criterio comparado: ¿Se le ha ocurrido a Gerona separarse de Cataluña, a Teruel de Aragón, a Orense de Galicia o a Huelva de Andalucía? Logroño aislada, rodeada de entidades regionales poderosas, no puede subsistir ni económica ni socialmente. Y menos en la era de las grandes uniones universales y los trasvases y las autopistas de extensión peninsular. Así es que “Berceo” ha venido a reconocer que la provincia no tiene otra consistencia que la administrativa y fiscal.


Otras afirmaciones de Berceo son que “la Rioja se unió a Castilla pero por conquista y no sustancialmente”.


Disiento: Ya los aborígenes de la Rioja y de los Cameros eran celtas que pertenecían al convento jurídico de Clunia (Burgos) hace más de 20 siglos; en el reino visigodo, pertenecían a Amaya (Burgos), y a Cantabria. Tras la invasión árabe, comenzaron la reconquista los asturleoneses (recuérdese Clavijo). La continuaron los condes riojanos y castellanos y más decisivamente Fernán González, Sancho García y García Fernández, condes soberanos de Castilla, y el Cid, que conquistó a los árabes Alfaro. Alfonso VI, con el conde riojano García de Nájera, hizo estable la Reconquista castellana. Dio Alfonso VI el Fuero de Logroño, institución que se otorgó a todo el Norte de Castilla, comprendidas las Vascongadas.


Aragón hizo alguna incursión sobre la Rioja, después, pero muy poquitos años, en el ir y venir de las discordias fronterizas, y Navarra algunas más, pero fueron siempre rechazados. La Rioja era castellana desde el año 800, y en el siglo XII el rey magno de Castilla, Alfonso VIII, la estabiliza completamente.


La Rioja se hace con su región Castilla. Su lengua, originada en San Millán y Silos, su pensamiento, su política, sus fueros, hasta su gesta y su cultura han sido siempre las comunes a Castilla. En lo militar y en lo eclesiástico, y ha continuado en lo judicial en el seno de Castilla.


Jamás ha sido una región histórica diversificada, sino la esencia y la solera de Castilla la Vieja. ¿Hay algún motivo, por mínimo que sea, de separación? ¿Qué oligarquías fantasmales se imagina la minoría secesionista?


Únanse todos los vigores dispersos, que buena falta hace. No se hagan añicos unidades regionales que estuvieron unidas desde que hace 2.500 años Platón nos da la fe de bautismo de España. La destrucción de las unidades históricas atrae la esfera celeste, y ni unos acuerdos municipales, ni un referéndum vencen al plebiscito de 60 generaciones que vivieron en unidad y armonía. Castilla se separará de la región sólo cuando salten en pedazos al fin del mundo la Sierra de la Demanda y la de Cantabria, y los Montes de Oca, San Lorenzo y San Millán, y con ellas todas las esferas siderales.


J. M. Codón


Agosto, 1979

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