viernes, marzo 06, 2015

Castristas de Rosalía (Juan Pablo Mañueco)


CASTRISTAS DE ROSALÍA.

(Cita y su inversa rima)



 

Castristas de Rosalía,

no creáis que todo es bueno,

hay versos que son veneno

e incluso sin poesía.

                         

En castellano o gallego

tu poesía encariña,

meniña gaiteira, niña,

ante tu son me congrego.

 

Tanta belleza se apiña

en castellano o gallego,

brota en nostalgia y sosiego,

meniña gaitera, niña,

 

que no acierto, Rosalía,

a entender ese gran odio,

de que tu verso es custodio,

si hablas de la tierra mía.

 

Tanto desprecio y tanto odio

rezuma tu poesía

que espanta tal galería

de improperios, que salmodio:

 

-Castellanos de Castilla,

tenéis corazón “de aceiro”,

alma como peñas dura

y sin entrañas el “peito”.

 

En verdad que no deleito

con ese aria sin ternura,

no lo inscribo en un “cruceiro”,

ni a buen estilo se ovilla.

 

-“Que Castilla e castellanos”

todos en montón revueltos

“non valen o que una herbiña”

de nuestros campos tan frescos.

 

Estos versos son chulescos,

neniña gaiteira, niña,

y creo que van envueltos

en valores poco humanos.

 

Castristas de Rosalía,

no creáis que todo es bueno,

hay versos que son veneno

e incluso sin poesía.

 

-Castellanos, castellanos,

tenéis “coraçón de ferro”,

tan mal corazón tenéis,

“secos fillos do deserto,

que si amargo pan vos ganan”

lo dais envuelto en veneno.

 

Veneno en verso no bueno

tus secas rimas desgranan,

tan escaso aquí tu acierto

en el resto y estos seis

que suena a puros yerros,

rosalianos, rosalianos.

 

 

LOS HECHOS

 

Y si, según yo lo entiendo,

cuestión es de segadores,

gallegos, por las labores

de espigas ir recogiendo,

 

los mismos duros rigores

estarían recibiendo,

otros que hubiere cogiendo

esos granos de esplendores,

 

aunque fuesen castellanos

esos recios cortadores

de los tallos talladores.

Nativos, foramontanos…

 

Y ni siquiera sudores

ofrecían a paisanos

empresarios ferrolanos.

¿A ellos no les das rencores?

 

Amargor infortunado,

meniña gaitera, niña,

mi intuición en ti escudriña

en tu corazón clavado.

 

El encono en que se aliña

tu cantar acibarado,

te digo que me ha alejado

del zumo de tu agria viña.

 

-Ni árboles que den sombra,

“nin sombra que preste alento”,

llanura y siempre llanura,

“deserto e  sempre deserto”.

 

Tu tiempo el tópico crea

de la Castilla llanura,

que Generación futura

alzará a estética idea.

 

 

MONTAÑAS Y ARBOLEDAS,

LAS DE CASTILLA

 

¿Palie tal tópica altura

ver que en Castilla aletea,

tanta sierra y que alinea

cordilleras por montura?

 

Cuatro de cinco cadenas

más altas, largas de España,

izan cimas en maraña

que no alcanzan cantilenas.

 

Cantábrica al norte, Ibérica,

espina de la Central,

sierras al sur en mural

y Sierra Morena esférica.

 

Para ver esa maraña

de las Castillas amenas

hay que quitarse las penas

que llevas entre tu entraña.

 

Ese sí que está desierto,

tu corazón no es risueño,

un hierro le arruga el ceño,

seco está, en luto cubierto.

 

A los árboles gallegos

supera en tanto Castilla

que dobla esta maravilla:

Soria, Segovia, trasiegos

 

de Ávila, Burgos, astilla

de la Alcarria y Cuenca, apegos

de sierras, bosques y espliegos

de alta madera en Castilla.

 

¡Y faltan tantas provincias!

 

VALLE-INCLÁN ES MI REFERENCIA GALAICA

 

El caudal de tu arrogancia

expresa el errado sino

-del odio más bien vecino-.

con que inició su fragancia

 

el literario camino

-de política sustancia-

que está dentro de la estancia

del periférico trino.

 

Inició ese repentino

odio hacia lo castellano

en lugar de dar la mano

al pueblo en peor destino.

 

Valle es gallego más sano,

cien veces mejor marino,

más galaico en torbellino

más alto, amplio y lozano.

 

Y si, por germen político,

resuenas tú Rosalía

cual cumbre galaica y guía…

es el universo mítico

 

de Valle-Inclán tan inmenso,

que en verso, prosa y teatro

te vence por veinticuatro

años luz, lleno de incienso.

 

Más Galicia en su anfiteatro.

Aunque en castellano ascenso

él si alcanzó el más intenso

cénit genial que idolatro.

 

 

CODA

 

Hasta llegar Rosalía

a ese lugar tan granítico

-donde sobra lo político-

escucha la canción mía:

 

TU VALOR ES POLITICO, ROSALÍA

 

Primero, rima sencilla

que habla de ti a quien te siga,

y que en tus brazos se abriga

al llegar desde Castilla:

 

Rosalianos, rosalianos,

beatos de Rosalía,

a veces la poesía

no da en ella buenos granos.

 

Y hasta cuando los da buenos

no creo sean geniales,

comunes y muy iguales

a otros en su tiempo llenos.

 

Si te adora tanta gente,

ídolo con pies de barro,

para subirse a ese carro

política razón cuente.

 

VALLE-INCLÁN Y TANTOS OTROS UNIVERSOS LITERARIOS GALAICOS

 

Tantos gallegos geniales

hay, allá de Rosalía,

que acá está su poesía

sin llegar a esos umbrales.

 

Hasta el propio Valle dijo

que al cumplir él los veinte años

se planteó dos peldaños:

ser de idioma gallego hijo

 

y convertirse en su dios

sin llegar a ser prolijo

-poco esfuerzo y revoltijo-

diciéndote a ti “adiós”.

 

O bien ser de Galicia hijo

y el planeta literario,

y hacer esfuerzo tan vario

cada día en amasijo

 

durante setenta años

para al fin tener un hueco

ligero, breve, casi eco

como autor en castellano.

 

No sé bien, Ramón María,

viendo que en cada obra tuya

un mundo se contituya

donde cabe Rosalía

 

si no erraste tu camino,

puesto que no habría calle

en que tu nombre no se halle

ni honor sin tu son divino,

 

si con tarea muy nimia

hubieras puesto sordina

por tu palabra divina

la rosaliana vendimia.

 

En fin, tú, Ramón María

de literatura, cima.

¡Eso tu esfuerzo dirima!

¿Política? Rosalía.

 

 

PUEBLOS DE ESPAÑA: VED LA REALIDAD

 

Segundo, rima sincera

que expone una gran verdad

y retorna a la equidad

a una España más certera:

 

Castristas de Rosalía

y pueblos los periféricos,

tratad a los castellanos

bien, todos pueblos ibéricos,

 

que son los más asolados,

por tópico, odios, silencios,

desde hace quinientos años

que un rey los venció a su imperio.

 

destrozó su economía

los arruinó con impuestos,

les condenó a los caminos

de la despoblación y el sepelio.

 

Y casi doscientos años

que la odian los periféricos,

para mayor mal de males,

para mayor mal de infierno.

 

INVOCACIÓN FINAL

 

Castristas de Rosalía

y pueblos los periféricos,

tratad a los castellanos

bien. ¡Y, sobre todo, vedlos!

 

LLAMAMIENTO A LOS CASTELLANOS

 

Y vosotros, castellanos,

obrad el gran sortilegio,

de miraros hacia dentro,

de aprender a conoceros,

que es mucho el valor que tenéis

como cultura, tierra y pueblo.

 

 

Juan Pablo Mañueco.

 

 

 

 

 

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