jueves, abril 29, 2010

Canto de Remembranza 1983

1983
y en Febrero para más señas,
con Valladolid integran
a quienes región no pidieran.
¡Malditos sean aquellos
que firmaron la preautonomía!
¡Malditos todos aquellos
los que gobernar quisieran
al que luchó por Castilla
y perdió tan justa alcaldía!

Desde entonces, ya Burgos
no se ha vuelto a gobernar
¡ay, ay!
no se ha vuelto a gobernar
en manos de presidente renegado
o de consejero falaz,
¡ay, ay!
o de consejero falaz,
siempre añorando una Junta
o esperando capitalidad
¡ay, ay!
o esperando capitalidad.

Quién sabe si las cigüeñas
han de marchar por San Millán,
si las tormentas de Abril
las subvenciones se han de llevar,
si las leyes autonómicas
otra vez reformarán:
cuanto más vieja Castilla,
más fácil se separará,
cuanto más vieja Castilla
y más duro el centralismo:
si los fueros ardieron,
¡aún nos queda el estatuto!

¡No a Villalar !

¡No a Villalar !
Francisco Iglesias Carreño ficsazale@hotmail.com

Hubo una vez (11 de noviembre de 1517) un encuentro entre dos hermanos, que hacia mucho tiempo que no se veían y uno de ellos, llamado Fernando, se inclino y beso la mano al otro hermano que se llamaba Carlos. Ambos eran hijos de Felipe ( de la casa de los Habsburgo) y de Juana (de la Casa de los Trastámara). Fernando se había criado en la península Ibérica y tendría, sin lugar a dudas, a su alrededor su grupo/coro/corte de amigos/partidarios y el otro, Carlos, que venia de fuera, los tenía haya por Gante y, a lo que después sucedió, por todo Flandes (en los Países Bajos). Pero del encuentro de los dos hermanos, Carlos sale como soberano de los Reinos de sus abuelos maternos ( los celebérrimos Fernando e Isabel) y Fernando, en abandonando la Península (en 1518 fue enviado a Flandes por los consejeros de su hermano para alejarlo de sus numerosos partidarios en la Península Ibérica, que por su educación española, le consideraban el auténtico príncipe nacional)), es instado (después del tratado de Worms en 1521) hacia otros responsabilidades en la Europa central de aquel entonces. Tal encuentro/reunión/ conferencia familiar-.-que duro tres días-.- tuvo lugar en el pueblo de Mojados. Fernando tenía tres años menos que Carlos.

De tal fraternal encuentro es posible que, en principio, salieran ganando los amigos/partidarios de Carlos y perdiendo ( o no ganando) los correspondientes afines a Fernando., y como los mismos están o no en sintonía, y en que grado e implicación, con el llamado movimiento de las ciudades y/o de las Comunidades comenzado en 1520, lo cual darían pie para atisbar la falta de causalidad en la llamada reunión de las Cortes de La Coruña (1520), y si, y por el contrario, algo ya más planificado, y nada espontáneo, y ,por tanto, programado y que veía de situaciones previas. Ya en 1515 Adriano de Utrech (rector de la Universidad de Lovaina y futuro Papa) viajó a España para asegurarse de que Fernando el Católico no quitaba a Carlos la herencia de las Coronas Leonesa, Castellana y Aragonesa en favor de su hermano Fernando, quien se había criado junto a él y era su nieto favorito. Si bien se comprometió a nombrar a Carlos como sucesor, los consejeros del rey tuvieron que convencerle poco antes de su muerte para que no designara a Fernando.(No parece ser una quimera la existencia de un partido fernandino en apoyo, ciertoo presunto, del Infante Fernando para ser heredero de los Reyes Católicos)

Ahora, y desde centralismo pucelano, se esta difundiendo un mensaje de uniformidad, cuasi tipo militar, que trata con contumacia, de instaurar una homogeneidad sobre el ejercicio del libre pensamiento de los individuos, y para tal menester, en el colmo de los desatinos, se quiere instrumentar a los libres ciudadanos de las tres provincias leonesas: Salamanca, Zamora y León, degradándoles a la categoría de aplaudidores de decisiones políticas coyunturales, claramente posconstitucionales (1981), tomadas en la cercanía de los efluvios del 23-F´1981, que pudieran conculcar sus legítimos derechos constitucionales y la anhelada, ¡ y obligada!, plenitud de los mismos.

Aquí, y ahora, por arte del birli-birloque, se asume que ser autónomo es el resultado de unas reuniones/conciliabulos (¿secretas?) celebradas en Madrid donde ya se decide/amaña un nuevo territorio-no previsto en el texto constitucional- que se da hecho a unos ciudadanos (sin que ellos puedan modificarlo, ni rechazarlo) y que les excluye sus reconocimientos pasados preconstitucionales, así como su encuadre regional histórico..Una vez más asistimos a la confabulación, con otra edición más de la ceremonia de la confusión, donde un acontecer político del pasado se intenta instrumentar, por razones obscuras nunca explicadas, en aras de unas plusvalías socioeconómicas que, ¡ ya será casualidad!, siempre recalan en y para la urbe de Valladolid.

Ya todo el mundo sabe que el pueblo de Villalar (situado en la provincia de Valladolid, dentro de la Región de Castilla La Vieja, cuya cabecera histórica es la ciudad de Burgos) no es más que una accidente bélico, uno más entre varios, en la Guerra de las Comunidades, y que la población que si fue importante, en tal momento histórico, fue la ciudad de Toledo. [Pero claro Toledo esta, como es conocido, en Castilla La Nueva, y no, y nunca, dentro de la provincia de Valladolid].

Ya todo el mundo sabe que la llamada Guerra de las Comunidades fue consecuencia de un cierto pugilato entre la familia de los Mendoza y el Rey Carlos I ( y sus administradores) y el posible efecto de los otrora partidarios de Fernando de Habsburgo. O sea que estamos manejando un enfrentamiento entre la alta nobleza, no una situación de tipo popular (Tómese nota de que, en aquel entonces, no existía la llamada clase media) ni de cariz democrático.

Ya todo el mundo sabe que los Ejércitos de aquel entonces, fueran de Carlos I o de Las Comunidades, no son ejércitos de voluntarios y si, y por el contrario, ejércitos mercenarios.(Algunos autores como Cadenas y Vicent citan la posiblem o cierta financiación francesa, de Francisco I de Francia, para sostener el ejército de Las Comunidades) Es bastante preocupante que, en esto días (¡ y en pleno Siglo XXI !), significados grupos sociales y políticos se arrimen al carro mediático de alabadores de ejércitos mercenarios.

Ya todo el mundo sabe que las familias burguesas que destacaron en las Comunidades poseían esclavos. La misma Maria de Padilla (que sostuvo el hecho bélico en la ciudad de Toledo hasta 1523) tuvo que vender sus esclavos para hacer frente a los gastos militares que tenía. Parece evidente que las pretendidas libertades burguesas distaban bastante del concepto de libertad actual de las personas, de hecho algunas estaban reducidas al papel de ser esclavos, que es la mayor negación de la libertad.

Ya todo el mundo sabe que el Reino Valenciano tuvo parte en las Comunidades con varias poblaciones (Alicante entre ellas). Pero estas poblaciones, es evidente, no están en la provincia de Valladolid y no se tienen noticias de ningún tipo de conmemoraciones sobre la Guerra de las Comunidades en ellas. Igual sucede con el Reino de Murcia (véase el casa de Cieza), Reino de Sevilla, Reino de Córdoba, Reino de Jaén, Reino de Granada, etc. [Recuérdese que, en el año 1521, el País Vasco y el Reino de Navarra forman parte de la Corona de Castilla, y en tales lugares, hoy día, nadie celebra la Guerra de las Comunidades] .

Ya todo el mundo sabe que el Proyecto de Ley Perpetua, que exigían los líderes de las Comunidades al Rey Carlos I, en modo alguno señalaba la obligada aglutinación de los amplios territorios de la Corona Castellana [actuales Regiones Históricas de País Vasco, Reino de Navarra, Castilla La Vieja, Castilla La Nueva, Reino de Murcía y Andalucía] con los territorios de la Corona Leonesa [actuales Regiones Históricas de Extremadura, Reino Leonés, Galicia y Asturias] , ni los concretos/ restringidos espacios del Reino Leonés ( actuales tres provincias) y Castilla La Vieja (actuales ocho provincias), y no se puede, ¡ ni se debe!, ligar situaciones posconstituciones, del año 1981 (provenientes del débil/minoritario/efímero gobierno de UCD de Calvo Sotelo y Bustelo), con las del Siglo XVI, del año 1521, ni aunque sea para intentar justificar, en la forma que sea, un invento de aglutinación territorial políticamante innecesario, socialmente anulador, económicamente ruinoso y antropológicamente empobrecedor.

miércoles, abril 28, 2010

4º HOMENAJE A FERNÁN GONZÁLEZ EN BURGOS

DOMINGO 9 DE MAYO.

A las 12 horas enfrente del ARCO DE SANTA MARÍA nos reuniremos para colocar un ramo de Laurel con una inscripcion en honor a Fernán González.

A continuación se entonará el Himno a Burgos.

A las 13 horas en LAS VEGUILLAS tendrá lugar una degustación gratuita de pinchos castellanos.

lunes, abril 26, 2010

Bibliografía básica sobre Castilla (Comunidad Castellana 1980)

Bibliografía básica sobre Castilla

-Carretero y Jiménez, Anselmo. La Personalidad de Castilla en el conjunto de los pueblos hispánicos. San Sebastián, 1977.

-Carretero y Jiménez, Anselmo. Las nacionalidades españolas. San Sebastián, 1977.

-García de Andrés, Inocente. Desde un Concejo de Castilla. Madrid 1979.

-Menéndez Pidal, Ramón. Carácter originario de Castilla. Milenario de Castilla, 1943.

-Sánchez Albornoz, Claudio. Orígenes de Castilla. Cómo nace un pueblo. Buenos Aires, 1941.

-Pérez de Urbel, Fr. justo. El Condado de Castilla. Los 300 años en que se hizo Castilla. Madrid, 1969.

-González Herrero, Manuel. Memorial de Castilla. Segovia, 1978.

-Arnanz Ruiz, Carlos. Covarrubias. Burgos, 1969.

- Tejero Cobos, Isidoro. Cuéllar. Estudios sobre mi tierra. Segovia, 1978.

-Carnicer, Ramón. Gracia y desgracias de Castilla 1,a Vieja. Barcelona, 1976.

-Gómez de la Serna, Gaspar. Castilla la Nueva. Barcelona, 1964.

-González Echegaray, Joaquín. Cantabria a través de su historia. Santander, 1977.

-Giménez Romera, Waldo. Crónica de la provincia de Logroño. Madrid, 1967.

-Taracena, Blas y José Tudela. Guía de Soria y su Provincia. Madrid, 1968.

-Martín Carramolino, Juan. Historia de Ávila, su provincia y Obispado. Madrid, 1873.

-Catalina García, Juan. El libro de la provincia de Guadalajara. Guadalajara, 1881.

-Ortega Rubio, Juan. Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia. Madrid, 1921.

Informativo Castilla nº 7 enero-febrero 1980

Todo para Pucela (Comunidad Castellana 1983)

Todo para Pucela

Capital, Poderes, funciones, servicios, recursos, TV regional, etc. Un nuevo centralismo que estaba cantado desde que se inventó la «región castellano-leonesa». Lástima que las fuerzas vivas de Burgos -salvo excepciones- no advirtieran a su debido tiempo que el ente ficticio de «Castilla-León» implicaba la descalificación y progresiva decadencia de Burgos y la pérdida de su protagonismo histórico como cabeza de Castilla.

El camino para Burgos está claro, y es el desafío con que ahora se enfrenta la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de la ciudad: salirse del ente de Castilla-León, donde necesariamente se juega a perder. Y como nunca es tarde ahí está la reacción emprendida en estos días por numerosos municipios burgaleses que están tomando acuerdos contrarios a toda esta manipulación largamente preparada desde Valladolid y que ha hecho morder el anzuelo a no pocos incautos tanto en Burgos como en otras provincias castellanas.

Una vez más, y no nos cansaremos de decirlo, se pone de relieve que así no se puede caminar y que lo lógico sería comenzar de nuevo, Este extraño maridaje impuesto se da de bruces con la facilidad que ahora hay para el divorcio. Y si dos seres no desean convivir juntos, más difícil es obligar nada menos que a dos pueblos no ya a convivir sino a estar sometidos a todo un sistema de arbitrariedades.

Informativo Castilla nº 20 Agosto-septiembre 1983

viernes, abril 23, 2010

Sonrisas en Tordesillas (Comunidad Castellana 1981)

Sonrisas en Tordesillas

¿La Capital de Castilla?

Nosotros siempre habíamos creído que la cabeza o capitalidad de Castilla es la ciudad de Burgos.

Más he aquí que el comité ejecutivo regional de UCD ha acordado que la capitalidad de «Castilla y León» se ponga en Tordesillas. Será -pensamos- que Castilla es una cosa y «Castilla-León» otra bien distinta.

Una página entera dedica al acontecimiento «El Norte de Castilla», conocido órgano de Valladolid. Como es natural, frotándose las manos por el gozo de tener en su provincia -ya que no ha podido ser en el propio Valladolid- la capital de toda la «región».

Leamos en el periódico de Valladolid del 20 de mayo:

«Una sonrisa similar a la de las autoridades tordesillanas se observaba también en los rostros de la delegación centrista vallisoletana. Algunos, sobre todo cuando los de Burgos andaban cerca, se esforzaban por disimular, pero otros indicaban una y otra vez que «hoy se ha recogido el fruto de una estrategia que veníamos desarrollando desde hace meses; hemos aguantado contrariedades, criticas y amarguras, pero ahí están los resultados».

A la salida de la reunión, «Ignacio Camuñas hizo un guiño a periodistas y miembros de Valladolid y dejó escapar un «sensacional» que adelantaba el resultado. «Pero sensacional, ¿qué?» fue la pregunta. «Todo; viene para aquí todo», respondió el diputado vallisoletano.

Sin comentarios.

Informativo Castilla nº 13 Mayo-junio 1981

jueves, abril 22, 2010

La literatura burlesca de Castilla la Nueva, frente a la literatura épico-heróica de la Castilla nórdica (Manuel Criado del Val)

La literatura burlesca de Castilla la Nueva, frente a la literatura épico- heroica de la Castilla nórdica

(..) La literatura épico-heroica, característica de la Castilla nór­dica, no se continúa en la toledana, ni la orientalizada, irónica, picaresca y coloquial literatura de la "nueva" región castellana enlaza con los poemas épicos, sino que les opone a menudo su crítica burlesca y la superioridad incomparable de su técnica. Superioridad que tiene su fundamento en la intensa evolución lingüística de los siglos anteriores.Esta crítica por el castellano "nuevo" de los idealismos ca­ballerescos y místicos del "viejo" es una constante histórica evidente. Hay muchos motivos para creer que el Libro de Buen Amor esconde multitud de alusiones irónicas al Poema de Mío Cid y a otros poemas épicos. El Lazarillo de Tormes, las "no­velas ejemplares" picarescas de Cervantes, y el Quijote, no di­simulan su ironía frente a los modelos caballerescos, derivados de la épica, e incluso frente a la mística, que tanta relación guarda con aquéllos. Hasta en el uso de los tratamientos y de las formas verbales es fácil descubrir, en estos autores, una intención hu­morística, una parodia de las fórmulas reverenciosas y cortesa­nas, propias del viejo estilo castellano. (..)

Manuel Criado del Val

Teoría de Castilla la Nueva
Bibliotéca Románica Hispánica

Un castellano desde Holanda (Comunidad Castellana 1980)

UN CASTELLANO DESDE HOLANDA

Muy de tarde en tarde recibo el ejemplar de «Castilla», que leo ávidamente y me sabe a poco. El último número me ha llenado de pena al constatar en él cómo los actuales «padres de la patria», que en buena parte son los mismos de antaño, están segando con desgraciada eficacia los tiernos retoños de castellana que intentan brotar del viejo tronco del olmo castellano.

Los catalanes niegan a nuestros compatricios la posibilidad y el derecho de utilizar su propia lengua en el trozo de España de la cuatro barras y la barretina; Valladolid persiste en sus imperialistas deseos de aglutinar a su alrededor lo que no se puede fundir y en pronunciarse, cada vez más, como cabeza del monstruoso híbrido «Castilla-León»; los lideres, cabecillas y caciques de los partidos políticos más importantes de León traicionan los sentimientos del pueblo que deberían representar, se entregan vilmente al invento y, para colmo, el Gobierno «Civil» de Guadalajara prohibió el festival folklórico que nuestra «COMUNIDAD CASTELLANA» pretendía organizar en Atienza... ¿Hay quien dé más?

A la par con estas manifestaciones negativas por anticastellanas, el último ejemplar de nuestro periódico refleja la tesonera actitud de la provincia de Segovia, provincia castellana, de mantenerse en su sitio contra el viento y la marea de los nuevos imperiales y no dejarse asimilar por el ente abstracto, aborto político, fruto de mentes paranoicas propias de quienes se dedican a la política por afición cual si de un deporte se tratara. Segovia, mi provincia, ha dado un ejemplo que coincide con la actitud que hemos adoptado los comuneros de Comunidad Castellana. Esperemos que el ejemplo cunda. En todo caso vale un aplauso.

No estoy tan seguro de que haya que aplaudir al nacimiento de UNC, «Unión Nacionalista Castellana». Un partido político cuyo principal predicado sea el nacionalismo no es siempre un buen motor para impulsar la convivencia de Castilla con otros pueblos, ni el desarrollo económico, social y cultural. Todos los nacionalismos, a la larga, resultan estrechos.

A distancia, lejos de la tierra, un comunero como yo se siente impotente ante el mal que se está infligiendo a Castilla. Y se pregunta qué puede hacer para defender la justa causa de nuestro pueblo. Porque hoy, con otros trasfondos sociales y económicos, en el «aparato> político y administrativo del país y de sus formaciones políticas, como en la época de Carlos I de España y V de Alemania, hay demasiados Imperiales, demasiados extraños que van a lo suyo y no conocen, o no desean conocer, el sentir de los pueblos de España.

La revuelta de los comuneros de Castilla tuvo su origen en el descontento de los ciudadanos por la política que llevaban a cabo los peones extraños del imperial Carlos I. Los actuales peones del sistema, que se encuentran en 1980 en las formaciones políticas más importantes del país, están plagiando de manera muy singular la política de los peones imperiales de 1521. Con su actitud demuestran que no son del pueblo ni tienen en cuenta en su quehacer político sus sentimientos. En un porcentaje demasiado elevado los representantes de las provincias castellanas ni siquiera son oriundos de ellas. Nada de extraño tiene, pues, que algunos de «nuestros» diputados y senadores pasen su tiempo en Madrid, a la sombra del Imperio y hagan caso omiso del sentir castellano.

A los segovianos, por castellanos, no puede por menos que dolernos el que demasiados influyentes políticos del Imperio procedan o se hayan hecho en Segovia.

Toda la política de autonomías o de las regiones está basada en burdos plagios de lo que en otros países del mundo con el natural desarrollo y el paso del tiempo se ha ido formando como sistema administrativo territorial y político. Bien está que pretendamos una España federada en una unión solidaria de sus pueblos. Pero para conseguir esto hay que dar tiempo al tiempo, sin quemar etapas y permitiendo que, tras la larga y tenebrosa noche, cada pueblo recobre y manifieste su propia personalidad. Las llamadas regiones de «Castilla-León», «Castilla-La Mancha», «Castilla-Rioja», etc., son puros inventos, como caprichosos son los trazados fronterizos de otras regiones o nacionalidades.

La prueba de que esta política de regiones y nacionalidades está siendo edificada sobre bases falsas está en los resultados ya visibles: el País Vasco no acepta, Cataluña a regañadientes, Galicia no desea ser menos que los vascos y, como dicho, éstos no están conformes. Prueba de ello el incesante y condenable terrorismo.

Nuestra tarea hoy. La tarea de cada castellano consciente, especialmente si se siente comunero, es la de resistencia y oposición. La de levantar constantemente nuestra voz; la de decir a voz en grito y con machacona perseverancia que ese no es nuestro camino, desenmascarando la política imperial y centralista de quienes, hoy como antaño, tienen la sartén cogida por el mango.

Nosotros, los comuneros, tenemos el derecho y la obligación de preguntar públicamente qué intereses sirven hoy al Imperio y sus colaboradores. Y tenemos el derecho y la obligación de decir y afirmar que hoy en nuestra tierra y a la vista de los acontecimientos, los intereses a que sirven no son los nuestros.

Las «bases», los hombres y mujeres de a pie en los partidos políticos de ámbito nacional que operan en Castilla, especialmente en esos partidos que reclaman para sí el predicado de izquierdas, deberían exigir cuentas claras de la gestión regional a sus prohombres y obligarles democráticamente a conducirse identificados con los intereses de Castilla. Si no lo consiguen, la actitud más honesta es la de abandonarles para que no puedan actuar más en nombre de nuestro pueblo.

Lino Calle
Ámsterdam

Informativo Castilla nº 10 octubre 1980

miércoles, abril 21, 2010

Duerolandia capital Valladolid (Comunidad Castellana 1983)

Duerolandia, capital Valladolid

Los actuales dirigentes del ente de «Castilla-León» se han apresurado -les ha faltado tiempo- a trasladar por decreto la sede o capitalidad de la comumidad autónoma, de Burgos a Valladolid, «provisionalmente».

La decisión es manifiestamente ilegal, ya que, con arreglo al articulo 3. Del Estatuto, la determinación de la sede corresponde a las Cortes, por mayoría de dos tercios. Ello no ha impedido esta arbitrariedad, con el consiguiente menosprecio a la ciudad de Burgos, cabeza de Castilla, precisamente cuando se celebra el 1.100 aniversario de su fundación.

Informativo Castilla nº 20 agosto-septiembre 1983

martes, abril 20, 2010

Segovia en Castilla (Comunidada Castellana 1979)

SEGOVIA EN CASTILLA

Segovia marrón, de horizonte azul.
Verde y amarilla la mies.
Chaparros, pinos, álamos erguidos.
Brazos campesinos retorcidos
de tez cual polvo del camino.

Gentes curtidas en meseta;
de sol en verano, en invierno el hielo.
De andar por rastrojo y surco.
De sacar vida de campo muerto.
De crear con sudor y sin ayuda.

Segovia de murallas destruidas
Castillos que se van como tus gentes.
Despojos cual carroña repartidos.
Agua de nieve que se va y falta
para desarrollo y ería seca.

Castilla comunera desolada
de fueros y derechos usurpados.
Sufres en silencio la opresión,
Y cargas como si columna central fueras
Los males todos de la España entera.

Barro, paja en amalgama y bloque
que por solo te ves desmoronado.
Pueblos que fueron y no son;
que dejaron sangrar y fenecer,
¿cuándo, Castilla, volverás a renacer?.

Castilla dormida, ¡despierta!.
Vives en letargo tu muerte,
sin nervio, sin sangre, paciente;
y cual droga inyectada en arteria
sucumbes sin queja, plácidamente.

Informativo Castilla nº 5 septiembre-octubre 1979

lunes, abril 19, 2010

El PACC, Partido Automista de Cantabria y Castilla (Diario de Burgos 1979)

EL PACC, PARTIDO AUTONOMISTA DE CANTABRIA Y CASTILLA

"El PACC, Partido Autonomista de Cantabria y Castilla -que acaba de fundarse-, comunica a la opinión pública de ambas regiones autónomas e integradas, que la unión y autonomía es conjuntamente posible' Esta doble autonomía que pretende para Cantabria no es una utopía más, sino que se basa en hechos históricos, económicos, culturales, sociales y políticos evidentes, que evite el centralismo de Madrid, de Valladolid o de Bilbao.

Porque doble autonomía es la de las comarcas y concejos de Cantabria y Castilla, en sus merindades, mancomunidades, constituyendo a todos los niveles, entes autonómicos de gestión y de gobierno, de verdadera participación popular.

Históricamente, Cantabria engendró a Castilla y Castilla fortaleció a Cantabria, existiendo entre ambos entes autónomos muchos complementarismos: nuestra economía cántabra agraria de carne, leche y borona, necesita de los piensos cerealistas castellanos, así como sus mercados para vender. Nuestro turismo temporero e interior se nutre de castellanos y hasta nuestros puertos fueron grandes con Castilla y deprimidos con ella, siéndolo conjuntamente de ambas regiones autónomas.

Nuestras comunicaciones son mesetarias y mediterráneas, propiciadas por el padre Ebro, que nace en Cantabria y aglutina a cántabros, burgaleses, riojanos, aragoneses y catalanes, ayudando físicamente a la formación de esa España federal que siempre hemos sido históricamente.

Por eso denunciamos todos los intentos autonomistas de partidos de derechas que sólo defienden los intereses de la oligarquía dominante, así como de los de izquierdas que no fueron autonomistas nunca y que se rigen en todos los países donde dominan por el centralismo más feroz. Defendemos al pueblo mismo de Cantabria en perfectas simbiosis con el pueblo de Castilla, en una doble autonomía que a todos nos beneficiaría".

(Del comunicado publicado en "Diario de Burgos")

Informativo Castilla nº 3 abril 1979

viernes, abril 16, 2010

Declaraciones de Francisco Iglesias sobre Miguel Delibes.

Declaraciones del ciudadano Iglesias Carreño (D.Francisco), de SALAMANCA-ZAMORA-LEÓN PREPAL
sobre el escritor vallisoletano D, Miguel Delibes, para JUVENTUDES LEONESISTAS JJ.LL PREPAL

P-.-1º-.- ¿Que criterio le merece la figura de D. Miguel Delibes?.

R. La persona del ciudadano Delibes Setien (D. Miguel) me merece todos los respetos, y
su importancia literaria es por todos y, de forma general, no solo ponderada, sino exaltada,
y ello da idea de su alta valía.

P-.-2º-.- ¿Considera que la obra del profesor Delibes no ha valorado justamente el hecho leonés?

R. Quienes tomamos por hecho leonés todo el acontecer del triprovincial Reino Leonés, tal vez,
no hemos podido apreciar esa valoración, por eso sería bueno que ahora, ¿por que no ?, se retomase
la obra literaria del ciudadano Delibes Setien (D. Miguel) en un escaneo más amplio, buscando otras
versatilidades de la misma. Nosotros lo leoneses no podemos fijar en lo del hecho leonés, como
otros podrían otear otros hechos

P-.-3º-.- ¿Cual era la apreciación de D. Miguel Delibes por el Reino Leonés?

R. Singularizar en el ciudadano Delibes Setien (D. Miguel) me parece que es simplificar la pregunta.
Estamos hablando de una persona que fue miembro del Real Academia de la Lengua Española, y,
tal vez sería bueno, reformulando la pregunta hecha, el manifestarla de la siguiente manera:
¿Cual es la apreciación de la Real Academia de la Lengua Española por el triprovincial Reino Leonés?

P-.-4º-.- ¿Y ello por que?

R. Nosotros los leoneses, en Salamanca-Zamora-León somos, además de ciudadanos del Reino Leonés
(por nacencia y/o residencia), ciudadanos de la España Nación, y nuestra Región Histórica y Constitucional,
al igual que las demás, y en plena homologación a ellas, tendrá una consideración/apreciación/significación
para el conjunto-.-y sus miembros individualizados-.- de la Real Academia de la Lengua Española.

P-.-5ª-.- ¿ De esa forma no se singularizaria en D. Miguel Delibes?

R. Claro, y ello aunque existan otras aportaciones sean convergentes o divergentes, en su obra literaria.
Nos puede interesar mucho la opinión que sobre nosotros los leoneses y sobre el Reino leonés tuviera el
Dr. Delibes Setien (D. Miguel), pero tal interes no es menor que que podamos tener por la propia opinión
que pueda mantener en el mismo tema la Real Academia de la Lengua Española.

P-.-6ª-.- ¿Eso concluiría ya sus opiniones sobre D. Miguel Delibes?.

R. No necesariamente. Estamos hablando de uan escritor, de un gran escritor, y pueden existir otras facetas
del mismo


P-.-7ª-.- ¿...?

R. La obra del Dr. Delibes Setien (D. Miguel) se desarrolla dentro de unos ambientes que están, en nuestra
particular opinión, inmersos en la actualidad y, por ende, dentro de las interacciones sociales y políticas de
cada momento.

P-.-8ª-.- ¿Extraer lineas sociales y políticas de la obra de D. Miguel Delibes?

R. Lo propiamente literario sea analizado, escrutado y contrastado , si es que no lo esta ya en gran parte,
en multitud de tesinas de licenciatura y tesis doctorales, y después llegaran, y por la vía de la investigación
universitaria, lo otros análisis.

P-.-9ª-.- ¿Investigar si se oponía o no D. Miguel Delibes a la autonomía del triprovincial Reino Leonés?

R. Es de suponer que tendría algún tipo de criterio político sobre el asunto, y el medio del que el
Dr. Delibes Setien (D. Miguel) fue Director, nunca se ha mostrado favorable, en lo que yo se, a que nuestra
Región Histórica y Constitucional sea una Comunidad Autónoma propia, singular y diferenciada dentro de
la España Nación.


P-.-10ª-.- ¿Desde Valladolid eso sería lo lógico?

R. Las apetencias de crear un centralismo en Valladolid es una cosa, y otra, muy diferente y totalmente
distinta, es adecuar a la Constitución Española a tal proposito.
Las Regiones de la España Nación ya están en la Constitución Española de 193, como lo estan durante toda la
II República, con el Régimen/Dictadura de Franco Bahamonde y con la Constitución Española de 1978, y es
en esos momentos previos donde nos tenemos que fijar al margen de coyunturalidades de 1981.

P-.-11ª-.- ¿Cuales son las dimensiones geográficas del vocablo Castilla en la obra de D. Miguel Delibes?.

R. Particularmente iría por otro lado en la pregunta. En estos momentos estamos celebrando el XI Centenario
de la Corona Leonesa [Extremadura-Reino Leonés-Galicia-Asturias], y en tal ámbito tenemos que apreciar
sus hechos históricos, sociales antropológicos, ambientales, políticos, etc, dentro de una hermandad
convergente del proceso histórico de amplia convivencia entre estas cuatro Regiones Históricas y
Constitucionales de la España Nación

P-.-12ª-.- ¿y...?

R. Pues que el vocablo Castilla no puede significar, ¡y nunca!, menos aún abarcar ,desde nuestra opinión
particular, a gentes y tierras de Extremadura-Reino Leonés-Galicia-Asturias

Una luz (Comunidad Castellana 1979)

UNA LUZ

Un grupo abigarrado de hombres, mujeres y níños, en asamblea en torno a un árbol, la vieja olma del lugar. Es la plaza Mayor de un pueblo de Castilla. El tema, los cotidianos problemas que a todos atañen. Se proponen soluciones, cualquiera es muy dueño de exponer la suya, en mutuo respeto aprovecha cada vecino su oportunidad de hablar. De aquí, mejores o peores salen las decisiones previamente discutidas y acatadas, representativas de una mayoría que ha elegido sin distinción de edades ni sexos, convertidas en ley, asumidas sin más trámites, sin necesidad de especial vigilancia ni probable trasgresión.

Mucho tiempo atrás, cuenta la historia que antes del siglo X nuestros mayores inmersos en los poderes autocráticos al uso potenciados sucesivamente en épocas anteriores por las invasiones de suevos, alanos y vándalos, soltaron en la primera ocasión propicia sus ataduras e impusieron entre ellos su diferente concepción del hombre, normas de conducta y convivencia. Hacen valer, su actitud, que es hondo sentimiento de que nadie es más que nadie, haciéndose responsablemente iguales. De siempre, desde el principio tuvieron iluminado concepto en especial de la dignidad del hombre, intuyendo, y practicando diáfanas nociones humanistas que las religiones codifican en sus libros sagrados. Eran los miembros de esta grey semejantes en su hacer colectivo y diferenciados en su individualidad, como sus comarcas definidas por sus particularidades en las cuales, suscitados los problemas de cada día, arbitraban las soluciones adecuadas, válidas en grado óptimo sólo para su concreto entorno. Les unía como corresponde a la tradición castellana los grandes ideales que impregnan al común, primando como nación que eran el de su independencia. Solidarios en las grandes empresas, personalistas en la adecuación a su circunstancia, sus propios amos dentro del perímetro de las fronteras de sus pueblos, donde en muchos aspectos terminaba su mundo. Cada hombre una posible solución. Mágico marco para el progreso. Sabían como el que más de hidalguía, generosidad, se vertían en el duro trabajo. Les tocó en suerte un medio riguroso, áspero, en el que se forjaron, que afloró lo mejor de ellos mismos.

Hoy, en este día contemplamos a este pueblo, castigado, manipulado, expoliado, sacado a empujones del curso de su historia, confundido, sobre el que visten ropajes imperiales, que siempre rechazó, que nunca quiso, cuya vocación fue muy otra y de signo contrario al proyecto leonés, que resultó triunfador y cuyos modelos semejantes, están de moda por desgracia en este mundo que grita por un alto en el camino y una mirada atrás que aliente su vocación de avance.

Esta nación, Castilla, que pródigamente se desprendió de sus patrimonios y a la que, exprimida ya, se arrancó por último su mejor capital, la exportación inicua de sus gentes, fecunda y original en sus instituciones, que no copió de nadie, que hizo compatible la propiedad privada con la colectiva de la tierra. Armonía entre lo precariamente suficiente para vivir y lo complementario de los bienes comunales, pertenecientes al colectivo de uno, varios o muchos pueblos con cuyo efecto se garantiza la subsistencia, la empresa común social y solidaria que impregna el carácter castellano, es copiada ignorándolo por otras naciones que elevan a la categoría de gran experimento en las enormes extensiones de China el éxito que hace muchos siglos dejó aquí de ser experimental como pueden dar fe nuestros castellanos que serían catedráticos de los nuevos apóstoles de un invento tan viejo como el nuestro.

Si estimamos que en la Evolución, así, con mayúscula, estamos descifrando el capítulo de la sociología, podemos interpretar que nuestro pueblo se adelantó con las fórmulas adecuadas para sus necesidades a este hallazgo que empiezan a atisbar pueblos en renacer, que buscan dentro de sus coordenadas soluciones eficaces. Creemos que este pueblo nuestro alumbró hace mucho tiempo una solución en la mejor línea evolutiva. Claro que a nosotros la inspiración nos vino de un imperativo interior, consustancial con nuestra manera de entender la vida, motivada por necesidades más profundas y entrañables que unas meras exigencias económicas, nos llegó de una visceral comprensión del sentimiento de igualdad, de tener donde caernos muertos sin lesionar derechos ni mendigar del vecino, fraternos ante nuestra digna pobreza y afanosos en las cosas que siendo patrimonio básico e indeclinable nos hacen razonablemente felices.

Es lógico pensar que las, corrientes socio-económicas que andan por el mundo y en especial las extremas del abanico, no han satisfecho sus utopías y ponen de actualidad las creaciones de estos hombres rudos, nobles, sobrios, curtidos de intemperies y llenos de sentido común que humildemente silencian sus logros.

Por estos testimonios, algunos mudos como las olmas que hacen centinela en nuestras plazas y otros redivivos como el que hoy es noticia, aún brota la esperanza en un renacer que tiene que ver con el compás de estos tiempos. Un propósito de potenciar ésta y otras originalidades cuyo rescoldo anida en el espíritu castellano y que los demás cogiendo el testigo alientan. Lo nuestro no fue errar ni fue tiempo perdido.


A. de Mateo Remacha

Informativo Castilla nº 4 julio 1979

miércoles, abril 14, 2010

Valsaín para el que lo vive (Comunidad Castellana , Cuadernos para el Diálogo 1978)

Valsaín para el que lo vive

La Granja de San Ildefonso y Valsaín, en la provincia de Segovia, son tan ricos y tan bellos que han perdido su libertad. Nefasto fue el año de 1761 en que la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia fue obligada a vender el pinar de Valsaín, uno de los más hermosos de España, al Rey Carlos III.

Con el tiempo, el heredero de este monarca ha sido el Patrimonio Nacional, que conserva la propiedad de los terrenos, hasta el punto de que incluso el Ayuntamiento de La Granja es propiedad del municipio. Esta situación de dependencia absoluta plantea una serie de problemas de anquilosamiento que han sido denunciados por una entidad denominada Comunidad Castellana con sede en Segovia. Efectivamente, la esclavitud a la que se halla sometido el municipio impide el normal cumplimiento de los servicios públicos (colegios, centros culturales) y congela en La Granja toda posibilidad de desarrollo económico y social (suelo para viviendas, ganadería, industria). Todo ello provoca una situación global de decadencia, falta de puestos de trabajo, fuerte emigración y malestar general de la población.

Es preciso un replanteamiento de la actual economía del pinar de Valsaín. Los beneficios que se obtienen de su explotación no deben emigrar a otros lugares, sino revertirse en el mismo Valsaín y en La Granja. Por otro lado, el Patrimonio Nacional viene considerando que el río Eresma o Valsaín es de su propiedad privada y lo mantiene organizado estrictamente como coto privado de pesca, en el que sólo pueden pescar algunas personas privilegiadas, pero no el público.

"Cuadernos para el Diálogo"

Informativo Castilla nº1 noviembre 1978

martes, abril 13, 2010

Comunicado en torno al día de La Rioja (Comunidad Castellana 1978)

COMUNICADO EN TORNO AL DIA DE LA RIOJA

-El Consejo Comunero de Rioja y Cameros, rompiendo su silencio observante y atento a la problemática riojana y camerana, saluda a todos los que con motivo de¡ "Día de la Rioja" van a compartir una fecha de alegría buscando 'encontrar nuestra identidad y personalidad de pueblo. Por ello apoya este acto que puede ser un paso importante en el deseo de ser nosotros mismos.

-Al mismo tiempo este Consejo, desde su opción por Castílla, manifiesta su deseo de que algún día todos los pueblos que dieron nombre a Castilla se sientan solidarios formando una nacionalidad confederada de pueblos autónomos, con peculiaridades propias y aspectos en común, que sepan respetarse y colaborar en su resurgir de pueblos con cultura y aspiraciones semejantes.

-En este intento de que no sea destrozada descaradamente, desde diversas posiciones de poder, una nacionalidad histórica, con presente y futuro, continuamos planteando la posibilidad de confederación de pueblos con su propia riqueza personal, símbolos y fiestas particulares.

-Reiteramos nuestro convencimiento de que el pueblo riojano tiene la palabra. Por ello y para que use de ella de manera consciente y no coaccionada, Pensamos que debe existir una amplia información sin monopolio de posturas dogmatizantes que impongan los diversos medios una opción concreta como única posibilidad de riojanismo.

-Rechazamos -aunque defendemos una confederación castellana- todo intento de inclusión de la Rioja en Castilla por decisión unilateral de un gobierno que no se paró a escuchar a los riojanos. Pensamos que esto sería negativo tanto para el pueblo riojano como para el resto de pueblos castellanos.

-Por otra parte hacemos un llamamiento para que todos aquellos que utilicen el nombre de “Castilla” no lo hagan de manera inexacta, falsa o malintencionada por falta de comprensión o por caer en tópicos y mitos falsificadores como el que, difundido por la generación del 98 y proseguido bajo el régimen franquista, identifica a Castilla con la Meseta o la cuenca del Duero.

-Exigimos con todas nuestras fuerzas que no se siga confundiendo la dignidad de toda una nacionalidad que ha creado una cultura propia con el escaso grado de conciencia de pueblo que actualmente posee, y mucho menos si no es culpable de no tenerla.

- Reiteramos finalmente nuestro deseo de que el "Día de la Rioja" sea un día de fiesta y un aguijón que nos empuje a preocuparnos más por lo nuestro y a comprender que, como dice el lema, es hora de "empezar a caminar".

Consejo Comuinero de Rioja y Cameros

Informativo Castilla nº 1 Noviembre 1978

lunes, abril 12, 2010

Unión Nacionalista Castellana (Comunidad Castellana 1980)

« Unión Nacionalista Castellana».en proceso de constitución

Reproducimos el escrito que nos remite la comisión organizadora de la U.N.C., y que constituye el primer documento de este Partido Nacionalista Castellano


VILLALAR

Villalar no es una «fiesta» castellana. Es la conmemoración de un hecho triste: la derrota de los constitucionalistas (comuneros o no) de los Reinos españoles (excepto los de la Corona de Aragón) que tuvo lugar en 1521. Entre ellos estaban los comuneros y ciudadanos andaluces, extremeños, leoneses, vascos (alaveses y guipuzcoanos) y toledanos. Estos, además de ser la raíz del levantamiento contra el Emperador Carlos V de Alemania (que luego fue «1º de España») continuaron luchando incluso después de los luctuosos hechos de Villalar.

Por todo ello no puede celebrarse en Villalar una fiesta que no tiene nada que ver con todo lo anterior, como es el caso del extraño «Día de Castilla-León». Castilla es Castilla y León es León. El significado de Villalar pretende ser cambiado al servicio de intereses y proyectos en los que los castellanos no participamos ni recogeremos sus pretendidos beneficios. Finalmente, saludamos a todos los pueblos de España en general que han acudido a Villalar a recordar con su presencia que los derechos democráticos de nuestros antepasados siguen vivos e invitamos, en particular, a nuestros compatriotas de nuestra patria chica, Castilla, a venir con nosotros a celebrar el «Día de Castilla, 1980» en Atienza.

CASTILLA

Castilla, nuestra Castilla, la Castilla de los pueblos castellanos, nació hace más de mil años Como consecuencia de la obra de los «foramontanos» de Santander y de sus hijos. Se extendió hacia el Sur en una lucha sangrienta que duró varios siglos. Su estructura política era democrática y federalista. Su estructura jurídica: foral y representativa. Fue la primera democracia de Europa. Empezó, no nos cansaremos de repetirlo, en las montañas de Santander y sólo se detuvo en las lindes de las llanuras manchegas. Su fundamento político fue el Concejo Abierto de los municipios; su culminación: las Comunidades de Villa y Tierra. Sus tropas: las milicias concejales que los Pueblos organizaron para luchar por reconquistar lugares, para Castilla en particular (como Madrid o Cuenca) o para España en general (como en las batallas de Alarcos o de Las Navas de Tolosa).

Castilla, como federación de pueblos castellanos, sigue existiendo en los corazones y en la voluntad de sus hijos. Por ella, para luchar por ella, queremos constituir un partido nacionalista castellano. ¡Hombres y mujeres de Santander, de Burgos, de Logroño, de Soría, de Segovia, de Avila, de Madrid, de Guadalajara y de Cuenca: os invitamos a uniros a nosotros en esta empresa de afirmación de nuestra personalidad y de defensa de nuestros derechos! ¡Por una Castilla fuerte y libre! ¡Castilla-está en peligro de destrucción! ¡Si queréis la libertad, luchad por ella!

¡¡CASTELLANOS: EN PIE!!

«UNION NACIONALISTA CASTELLANA»
(Comisión organizadora)
A. C. 724 Madrid

Informativo Castilla nº 9 julio-agosto 1980

viernes, abril 09, 2010

La castellanía de Santander (Comunidad Castellana 1980)

LA CASTELLANIA DE SANTANDER

La publicación del proyecto de Estatuto de autonomía para Cantabria aconseja una nueva reflexión sobre aquella cuestión de si la provincia de Santander es, en sí misma, un territorio histórico diferenciado o, por el contrario, es nada más y nada menos que una porte integrante, y fundamental, de Castillo, vieja nación, hoy nacionalidad o región histórica, de acusada personalidad en el conjunto de los pueblos que forman España.

El proyecto de Estatuto, para acoger a la provincia de Santander, con sus propios límites administrativos, dentro del ámbito del artículo 143 de la Constitución, se ve obligado a proclamar, en su articulo 1.0, en relación con el 2.11, que «Cantabria es una entidad regional histórica». Lo cual, indudablemente, no es cierto. La provincia de Santander carece, a todas luces, de una significación histórica diferenciada que lo permita, constitucionalmente, Instituirse por sí sola en comunidad autónoma.

El territorio que ocuparon en la España prerromana las tribus cántabras no es Identificable con la actual provincia de Santander, sino que abarcaba, además, Importantes extensiones geográficas de las de Asturias, Palencia, Burgos y Vizcaya. Estas tribus no constituyeron nunca una entidad política ni dieron lugar a una conciencia nacional, que sólo aparece, desde los albores del siglo IX, cuando en ese territorio nace el núcleo originario de Castilla, la Castilla Vieja, la tierra de las Merindades, hasta el mar Cantábrico; en una palabra, la cuna de Castilla.

Desde entonces se denomina la Montaña y, todo a lo largo de la historia, es parte esencial y descollante del condado y del reino de Castillo, y de su acervo histórico y cultural. La provincia de Santander no aparece, como circunscripción administrativa, hasta 1833, por efecto de la división provincial de España, ordenada por el arbitrio del poder central. No puede hablarse, seriamente, de que esta provincia, configurada artificiosamente en 1833, sea una «entidad regional histórica».

No obstante, comprendemos que los montañeses sientan el orgullo de sus remotos antepasados cántabros y quieran que su tierra se llame Cantabria. También entendemos su rechazo a ese ente de Castilla-León, de corte isabelino e Imperial, ligado al diseño tecnocrático de la cuenca del Duero, y en el que se sienten naturalmente extraños.

Mejor es que Santander, la Montaña o Cantabria se administre y gobierno con autonomía provincia], que no entrar en ese ente, a ver disuelta su personalidad.

Pero, una vez más, atendamos a la auténtica Castilla; no al híbrido Imperial castellano-leonés. En la Castilla genuina y castellana, los montañeses o cántabros se sentirán en su propia casa. Su misma actitud actual de reclamar la autonomía para su tierra y no dejarse absorber, es típicamente castellana y da fe de su castellanía esencial. Están demostrando que son más castellanos que otros. Porque Castilla no es un país uniforme y centralizador, sino una unión de pueblos y tierras con características propias, con Identidades que a todos los han de ser respetadas.

En esa Castilla plural y diversa, pero solidaria y fecunda, tiene su sitio, por derecho propio, la Montaña de Santander. Cantabria autónoma en Castilla autónoma.

Informativo Castilla nº 8 Abril-Mayo 1980

jueves, abril 08, 2010

Pensando, en Castilla (Comunidad Castellana 1980)

PENSANDO ,EN CASTILLA

La creación de la híbrida y artificioso entidad regional de Casilla-León, así como la de Castilla-La Mancha, son de políticas gravemente erróneas por muchas razones.

La sola enunciación de los nombres, de estas dos nuevas entidades: Castillo-León y Castilla-La Mancha, pone de manifiesto que Castilla ha sido mutilada y que importantes porciones de ella han sido anexionadas a sus vecinos, los antiguos reinos de León y Toledo. Hecho que, tan escuetamente aseverado, resulta a primera vista inexplicable, dada la destacada personalidad de Castilla en la historia, la cultura y el conjunto todo de la nación española.

Ni el pueblo de León ni el de Castilla han manifestado espontánea, explícita y conscientemente su voluntad de liquidar estas dos milenarias regiones o nacionalidades históricas para aglomerar ambas en otra de nueva creación. Al contrario, se les está empujando a ello contra una gran inercia Popular, cuando no manifiesta oposición, que los promotores del proyecto tratan de ocultar o superar.

En las provincias de Santander, Logroño y Segovia, la oposición al híbrido conglomerado castellano-leonés ha sido tan grande que, por no ingresar en él, han preferido recabar la autonomía uniprovincial de Cantabria, la Rioja y Segovia, para salvar así su comarcal personalidad castellana.

En muchos aspectos se está procediendo con injustificada prisa, como si se quisiera llevar a cabo la fusión castellano-leonesa antes de que los pueblos de Castilla y León, mejor informados, puedan recobrar respectivamente su conciencia comunitaria.

Se intenta convencer a los leoneses y a los castellanos de que deben propugnar la autonomía de tal conglomerado para despertar la conciencia de su personalidad regional y defender ésta. Es decir, que el mejor porvenir regional de Castillo y de León está en que ambos pueblos renuncien a sus respectivos orígenes, historias y futuros en el conjunto español en aras de una nueva, inventado y confusa región.¡Peregrina manera ésta de «recuperar la identidad Perdida»! Y se procede así, contra un verdadero renacer de los pueblos de León y Castilla, precisamente cuando a todas las demás regiones o nacionalidades de España se les reconoce el derecho a defender y desarrollar su personalidad colectiva y se ponen en marcha con tal fin los correspondientes procesos autonómicos.

Si estos proyectos se llevaran a cabo, en el mapa de las nacionalidades o regiones de España dejarían de existir, como tales y con personalidad propia, León y Castilla (y también, el antiguo reino de Toledo o País Toledano), entidades histórico-políticas de las más antiguas e ilustres del pasado nacional hispano, surgidas hace más de mil años y vivas hasta la Guerra Civil en la memoria de los españoles, no obstante la presión cultural y política ejercida durante siglos sobre ellos por regímenes unitarios y centralistas. Y todo por resolución del gobierno y de unos cuantos parlamentarios, más interesados en urdir maniobras politiqueras que en respetar la diversidad interior de la nación española; no por iniciativa de los respectivos pueblos, que no fueron consultados, ni siquiera previamente informados, sobre las consecuencias de tan trascendental decisión, y aun con la oposición de sus más conscientes ciudadanos.

No son consecuentes, además, con uno de los propósitos más democráticos de la regionalizaci6n: el de reforzar la democracia acercando el gobierno a los gobernados. Esa proyectada gran región castellano-leonesa (vasta en su extensión geográfica y una en su estructura, no obstante su heterogeneidad natural), resabio del centralismo unitario, agarra tanto a los leoneses como a los castellanos del gobierno de sus respectivas regiones, para someter el conjunto a un nuevo unitarismo centralista que, por más estrecho y concentrado, resultaría más absorbente que el hasta ahora ejercido sobre toda España desde Madrid.

Informativo Castilla nº 10 octubre 1980

miércoles, abril 07, 2010

Que es y por qué trabaja Comunidad Castellana (1981)

Que es y por qué trabaja Comunidad Castellana

El Manifiesto de Covarrubias, documento fundacional de Comunidad Castellana, proclama con valor permanente los ideales y propósitos de la entidad.

El objetivo esencial de Comunidad Castellana es la restauración cultural, cívica y material del pueblo castellano; el reconocimiento, afirmación y desarrollo de la personalidad de Castilla como entidad colectiva en el conjunto de los pueblos españoles y la promoción de los intereses y valores de Castilla y de Ias comarcas y tierras que la integran.

Comunidad Castellana, por definición de sus estatutos, es independiente de toda organización política. La adscripción de sus miembros se realiza por el ánimo común de afección a la tierra castellana y la conciencia de que para levantar a Castilla de su postración, se precisa la colaboración solidaria de todos los castellanos. Ante la dramática gravedad de la decadencia en que se encuentra sumida Castilla, es evidente que necesitamos no un regionalismo partidista o de facción, sino una movilización del conjunto del pueblo.

Por ello, Comunidad Castellana no es de derechas ni de izquierdas ni de centro; es, sencillamente, del pueblo castellano, en sus distintos estamentos, clases y tendencias; y en su seno caben todos los castellanos, todos los que amen a Castilla y todas las ideologías políticas democráticas.

Para Comunidad Castellana España es una comunidad de pueblos, cada uno de los cuales ha de tener reconocido el mismo derecho a una organización regional autonómica.

Las regiones no deben ser simples divisiones territoriales inspiradas en criterios económicos o administrativos, sino comunidades populares definidas por factores fundamentalmente humanos, culturales, geográficos e históricos, que permitan a las gentes de cada comunidad reconocerse como una identidad, precisamente por la concurrencia de esos factores comunes.

La autonomía ha de concebirse como una aspiración o meta hacia la que tenderá el pueblo, a través de un proceso responsable de renovación cultural que le conduzca a la madurez, a la recuperación de la conciencia de su personalidad colectiva y de sus señas de identidad.

El propio pueblo, por voluntad mayoritaria, es el que ha de reivindicar sus instituciones autonómicas. Esto es lo auténtico. Por el contrario, el supuesto autonomismo al uso, otorgado, sin base popular, mimético e improvisado, simple y deleznable montaje de la clase política, es falso y Comunidad Castellana lo rechaza.

Particularmente, Comunidad Castellana repudia las dos invenciones híbridas, pseudoregionales, en las que, sin comerlo ni beberlo, se encuentra implicado el pueblo castellano: «Castilla-León» y «Castilla-Mancha». Montajes que desmembrara y trocean a Castillo, desconocen arbitrariamente la identidad del Pueblo Leonés y del Pueblo Manchego, y contribuyen a disolver la identidad de cada una de esas tres regiones, leonesa, castellana y manchega, y a dificultar el despertar de su respectiva conciencia colectiva.

Como en estos momentos, y por ahora, no es posible el restablecimiento y la organización institucional de la Castilla entera y auténtica, Comunidad Castellana apoya la consecución de la autonomía de las provincias castellanas; con mayor motivo cuando la autonomía que para Castilla propugnamos preservará su estructura tradicional como conjunto o federación de tierras y comarcas, o si se quiere, hoy día, provincias; autónomas en el gobierno de sus propios asuntos.

Por ello, Comunidad Castellana comprende las aspiraciones autonómicas de Cantabria y Rioja -sin perjuicio de considerarlas como tierras esenciales de Castilla-, y promueve decididamente la autonomía uniprovincial, conforme al derecho que reconoce la Constitución, para Segovia y Guadalajara, como para todas y cada una de las demás provincias castellanas.

Este será el primer paso hacia el rescate de Castilla. Después, las provincias castellanas autónomas podrán establecer entre sí los convenios y relaciones de coordinación que libremente acuerden, y crearán, en un proceso que tiene que desarrollarse de abajo a arriba, con seriedad y sin apresuramientos, las condiciones necesarias para la reconstrucción. de Castilla.

Informativo Castilla nº 11 enero 1981

martes, abril 06, 2010

Castilla y La Mancha (Comunidad Castellana 1981)

Castilla y La Mancha

Respuesta de Comunidad Castellana


Un “grupo de manchegos” nos distingue con una carta abierta, publicada en varios periódicos de la región, en la que manifiestan su desagrado porque en el órgano informativo de Comunidad Castellana han leído que La Mancha es una entidad diferente de Castilla.

Comunidad Castellana tiene un pensamiento acerca de España y de los pueblos que la integran y, por supuesto, acerca de Castilla. Se podrá estar o no de acuerdo con ese pensamiento, será acertado o no, pero en todo caso creemos que no da motivo razonable a que nadie se pueda sentir molesto u ofendido. Comunidad Castellana se caracteriza por su sincero respeto a los criterios de los demás. Y, muy singularmente, por sus sentimientos de afecto y solidaridad hacia todos los pueblos que constituyen España, es decir la patria común de todos los españoles.

La confusión de nuestros comunicantes deriva, una vez más, de una errónea identificación de Castilla con el Estado o corona de “Castilla y León”. Paralelamente al caso de la otra corona española, el reino de-Aragón o confederación catalano-aragonesa, la titulada corona de Castilla no era un ente unitario, sino un conjunto de reinos, países o regiones: León, Galicia, Castilla, Toledo, Córdoba, Sevilla, Jaén, Murcia...

En los tiempos que vivimos, es decir, en la era del regionalismo -fenómeno vigente en toda Europa- no se trata del resurgimiento de los estados de la Edad Media. Los antiguos estados convergieron y desembocaron en el actual Estado español. Se trata de la recuperación de las regiones o pueblos que permanecen bajo las estructuras de poder. Castilla es una de esas regiones. Otra es el reino de Toledo, o País Toledano, del que La Mancha es una de sus comarcas más extensas y caracterizadas. Alfonso VI, como saben nuestros comunicantes, se titula rey de León, de Castilla y de Toledo.

El País Toledano es una entidad histórica, ciertamente ilustre, con personalidad propia, diferente de la de Castilla. (Se entiende de la Castilla-región o pueblo; no de la Corona de Castilla; como Cataluña por ejemplo, aunque históricamente integrante del reino de Aragón, no es aragonesa»).

La formación 'histórica y cultural de Toledo y La Mancha, su repoblación, sus estructuras sociales y económicas, difieren radicalmente de las de Castilla. No es este, sin duda, el lugar y momento de mayores ampliaciones.

Es cierto, como nos dicen, que en La Mancha se habla el castellano; como también en Murcia, en Canarias o en el Perú. Países que pertenecieron a la corona de Castilla, que por ello fueron políticamente castellanos», pero que hoy, obviamente, son murcianos, canarios o peruanos.

Por lo demás, es evidente que la condición de manchego es tan honrosa como la de castellano. Y la existencia de una identidad manchega no es que la mantenga Comunidad Castellana, sino que la proclaman, por ejemplo, entidades culturales de La Mancha como el ,Movimiento autonomista popular manchego (Puertollano) o la Asociación cultural manchega (Ciudad Real).

Fraternalmente, en el marco de una honda solidaridad española, pero sin las resonancias imperiales de una falsa idea de Castilla, deseamos todo lo mejor al noble y apreciado pueblo de La Mancha. Y saludamos muy atentamente a nuestros comunicantes.

COMUNIDAD CASTELLANA

Informativo Castilla nº 12 febrero marzo 1981

lunes, abril 05, 2010

La capitalidad contra Madrid (Comunidad Castellana 1981)

La capitalidad contra Madrid

Por fin salió la liebre de la autonomía de Madrid de la forma más lamentable, haciéndonos pensar que la democracia se ha quedado fuera de la provincia.

Hace algunos días los partidos mayoritarios de la Nación, llegaron al acuerdo de iniciar el proceso autonómico por el artículo 143. Vía para muchos denigrante, pero no para Madrid que soporta todo. Se basan en lo que según ellos es falta de conciencia regional, y que para mí es desconocimiento de nuestra Historia y trabas constantes por parte de nuestras autoridades, para que no la recobremos.

Es lógico que el anterior régimen, ocultase nuestras señas de identidad, pero lo que no es tan lógico es que aún se permita en la escuela, decir que Castilla fue la creadora de la unidad de España, idea de lo más imperialista y alejada de la realidad.

Al pueblo de Madrid no se le dice, que esta Villa fue cabeza de su Comunidad, con su Consejo libre, Fuero propio (hoy en el Museo Municipal), y que es esta vida democrática y autonómica basada en sus propias leyes, lo que diferencia al pueblo de Castilla, al que pertenece Madrid desde el año 1083.

Pero si ésto no es suficiente para desengañar a los madrileños, ahora sufrimos un proceso hacia la autonomía de lo más chusco y antidemocrático. Comenzó con aquello de la Región Centro (cosa rarísima), continuando con el intento, muy poco serio, de incorporarse Madrid a inventada región castellano-manchega.

Posteriormente vinieron los largos meses de siesta, sólo interrumpidos por algunas declaraciones a titulo personal para despistar, hasta que las riendas del proceso fueron tomadas por la Diputación Provincial. Creó un equipo para el estudio del autogobierno de Madrid, que realizó un folleto con la sana intención, de alertar a la opinión pública sobre el problema, pero se hizo tan a la cita callando, que ni algunos concejales madrileños se enteraron, aunque en dicho folleto se informaba que en el se celebraron las I Jornadas Provinciales, organizadas por la Diputación, con el fin de entrar en contacto con los problemas de la provincia, y con sus señas de identidad. La promoción se redujo a una esquela (como si de una defunción se tratase), que por supuesto pasó desapercibida, ahora bien después de terminadas éstas, se realizaron buenos reportajes con la foto de rigor. Y vinieron las II Jornadas con el objetivo único de buscar nuestras raíces históricas, se volvió a sacar la esquelita enterándose los amiquetes y los que como yo, no nos perdemos ni una. Estas Jornadas si tuvieron una característica, fue la de reuir todo lo que nos pudiese recordar que somos castellanos, es decir se quedó fuera el único objetivo de las reuniones.

También se lanzaron dos carteles «pro-autonomía», pero en este caso incluso los que no nos perdemos una, sólo pudimos ver algunos medios tapados por otros del Ayuntamiento. Más despropósitos imposibles, para que después nos digan que no hay conciencia.

Esta película dramáticamente cómica, podría titularse «Al centralismo por la autonomía», que es a lo que nos quieren llevar con una autonomía, en la que se reconozca a la capitalidad como el hecho más significativo de Madrid, como han declarado algunos políticos. En el antiguo Rollo de Madrid (símbolo de la autonomía) estaba inscrito el deseo de Madrid, de ser primero Villa y después Corte, deseo que en la futura autonomía debería de marcar el camino a seguir. Pero parece que los centralistas españoles, no están dispuestos a perder esta provincia, sobretodo después de haber perdido tantas últimamente.

Después de soportar durante siglos el más duro centralismo, ahora se nos pide que renunciemos a nuestra castellanía, para que nos identifiquen con el centralismo y su larga tradición represiva.

La capitalidad debe entenderse como el trabajo donde participen todos los españoles, y no como un patrimonio particular de los madrileños, que además supondría la pérdida de un lazo de unión totalmente necesario en este estado de las autonomías. Los madrileños no somos ni más ni mejores españoles que nadie, como para que se nos dé la capitalidad, aunque resida en nuestra tierra.

Madrid no puede quedar como el lugar donde se venga a pedir competencias, cual si fuésemos los dueños Y señores, si no que se debe separar clara y tajantemente, la función de la capitalidad por un lado, y por otro la vida e historia de esta villa castellana que es Madrid y a la que tenemos derecho los madrileños. Nuestras instituciones Autonómicas, deberían trabajar por y para la provincia, teniendo siempre presente la futura unión con el resto de Castilla, que antes o después se tendrá que conseguir, sin las mezclas con otros pueblos como el manchego o el leonés.

Madrid debe definirse como una Comunidad Autónoma Castellana, que promocione la relación con las otras provincias castellanas y regule las que tiene con la capitalidad. Ya es hora que nuestros políticos reconozcan para Castilla lo que para otras nacionalidades, y se den cuenta que las raíces de un pueblo, su historia y su personalidad, es algo que no se puede supeditar a intereses o conveniencias particulares. Reivindicar la castellana de Madrid, es una obligación de todos los representantes de la provincia.

Para Madrid sólo hay dos posibilidades, o identificarse con el centralismo de toda España, o con una historia de siglos que en lugar de deshumanizar, nos liberalice y de un sentido de futuro, para poder incorporarnos como castellanos a esta España de las autonomías. Por favor, que nos dejen de paternalismo y autonomías dirigidas y que abran cauces de participación e información.

¡¡Viva Madrid Castellano!! J.L. FERNANDEZ GONZALEZ

Informativo Castilla nº 12 Febrero- marzo 1981