Hacia
la democracia directa (El rincón del ciudadano.Luis Alonso Quijano)
miércoles, abril 18,
2007
HACIA LA DEMOCRACIA DIRECTA
(EL
RINCÓN DEL CIUDADANO
Bitácora con el objetivo de la implantación de la democracia política en España
http://www.elrincondelciudadano.com/2007/04/hacia-la-democracia-directa.html
)
En las antiguas ciudades-estado griegas, la
democracia era directa, es decir, participada directamente por los
ciudadanos con derechos políticos; aunque formaban una auténtica aristocracia
política, su actividad se ejercía con poderes independientes y separados. El
Arconte (rey) era quien gobernaba y la asamblea popular o Ecclessia (Atenas)
era la encargada de aprobar las leyes que elaboraba
Posteriormente, la soberanía se ejerció sin discusión por encargo divino en las
personas de los monarcas absolutos hasta que los pensadores de la ilustración
empezaron a hablar de contrato social (entre el soberano y la sociedad) y
división de poderes.
Durante
Nunca hasta ahora desde los tiempos de la antigua Grecia, se había planteado la
posibilidad de que los ciudadanos se gestionen directamente los asuntos
públicos.
Los avances tecnológicos, culturales, políticos y económicos experimentados en
el mundo hacen imposible pensar en la democracia directa en la que el
ciudadano, por turnos o sorteo, forme parte de las instituciones políticas como
ocurría en la antigua civilización griega.
¿Cómo resolver eficientemente la representación de los ciudadanos para
suplantar el ideal de su participación directa en las cuestiones políticas?
Montesquieu en su Espíritu de las Leyes, decía que el pueblo que detenta la
soberanía, debe hacer por sí mismo todo aquello que pueda hacer bien. Los
ciudadanos tendrían que poder elegir directa y democráticamente a sus
representantes y decidir (por la ley de las mayorías) las cuestiones que se
plantean actualmente en los foros de decisión política (Cortes). En Europa, las
consultas al pueblo (referéndum) parten como iniciativa de la autoridad y están
limitadas a determinadas circunstancias especiales. Esto lleva consigo la
parafernalia de convocatoria, fecha de celebración, redacción de la consulta,
campaña, etc., que la convierte en una práctica ocasional y excepcional con
respecto a la toma de decisiones que se produce de forma usual en el Congreso y
Senado.
En EEUU y Suiza, donde existe libertad
política, los refrendos pueden partir como iniciativa ciudadana.
Desde esta bitácora y desde
El desarrollo tecnológico y la revolución de las comunicaciones acontecida en
los últimos años (los teléfonos móviles, Internet, la televisión interactiva,
etc.), hacen que no sea descabellado pensar en la posibilidad de la decisión
directa de los ciudadanos en la política.En España, actualmente hay más teléfonos
móviles dados de alta que habitantes. El DNI electrónico de reciente
implantación, junto a la integración de las tecnologías de Internet con
televisión y la telefonía, hace que sea cuestión de poco tiempo la realidad de
que con
un simple programa informático, se pueda conocer la voluntad de millones de
personas de manera casi instantánea.
¿Qué impedirá entonces que las votaciones que ahora se producen en el congreso,
no se puedan realizar simultáneamente por los ciudadanos con derechos
políticos? ¿Se replantearía, en consecuencia, la forma de representación
política? ¿Qué sentido tendrían entonces la elaboración de listas de candidatos
en las habitaciones
oscuras de los partidos estatales?
Evidentemente siempre tendrá que haber una clase política profesional, para
elaborar las leyes y custodiar su correcta aplicación, así como jueces
profesionales que dirimen los conflictos surgidos. Pero no será poco que todas
sus decisiones se voten por todos los ciudadanos cuando sea posible hacerlo a
través del móvil, el ordenador o la televisión, igual que se decide, por
ejemplo, el resultado de un festival o un concurso.
Eso es lo que llamamos democracia participativa que es el camino intermedio entre la democracia
directa y la representativa.El acercar la democracia
al ciudadano, ejercerá un nuevo control sobre la clase política estatal,
que ahora detenta en exclusiva la libertad política. Que el ciudadano pueda
decidir sus representantes, que hasta hace poco era idealismo utópico, se
contempla actualmente como una realidad alcanzable en poco tiempo.
Ya no habrá excusa entonces para que los ciudadanos no podamos tener nuestros
representantes al
margen de los partidos estatales. Y tampoco para que no podamos elegir nuestro presidente entre
todos los españoles, indistintamente que vivamos en Albacete, Bilbao o
Barcelona. Todo será rápido, eficaz y transparente.
Tampoco estará justificada la abstención del dominguero playero. Ya no hará
falta el desplazarse a votar a ningún sitio, pues se podrá hacer desde
cualquier lugar del mundo y en cualquier día de la semana.
Pero eso que aparentemente parece tan fácil, será muy difícil de conseguir
porque a los okupas del estado, no les interesa esa música, por razones obvias.
Se les acabaría el chollo.En cuanto todos seamos conscientes del porqué de esa
resistencia y cuando comprobemos que con las modernas comunicaciones, podemos
movilizarnos masivamente en poco tiempo, las horas de los oligarcas estarán
contadas.
Será nuestra oportunidad. Paciencia ciudadano, el tiempo y la tecnología juegan
a nuestro favor.
Publicado por Luis Alonso Quijano en 8:11 PM
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