ENTREVISTA
Laureano Rubio:
"Los castellanoleoneses
no existen"
Recuerda, antes de dar tiempo a preguntar por los
resultados de las elecciones del 13-F, que fue con
Fernando III (1199-1252) cuando se produce la mal
llamada unión de León y Castilla
Al pasear por Ordoño II, en el centro de León,
QR que se acaban de instalar para descubrir l
a historia de todos los reyes del Reino de Leónque ahora tienen en esta calle peatonal sus
propios monolitos. Este catedrático de Historia
Moderna de la Universidad de León lleva más
de 40 años buceando en archivos, parroquias
y notarías leonesas, investigando las raíces de
la sociedad leonesa, sus leyes, usos y costumbres.
Para explicar lo que ha pasado en las últimas
elecciones de Castilla y León, en las que la
Unión del Pueblo Leonés (UPL) obtuvo su
mejor resultado histórico en 23 años,
reivindicando una autonomía propia, Rubio
se remonta a Alfonso V (999-1028) y recuerda
el momento de la gran reconquista hasta
Toledo del Reino de León, entre el siglo XI y XII.
Menciona que Alfonso VII se corona emperador
y se someten a él el Condado de Castilla, que
era condado antes que reino, el Condado de
Barcelona y la Corona de Aragón. "Es clave
ese periodo para entender el protagonismo
del Reino de León de los reyes cristianos",
añade. Y recuerda, antes de dar tiempo a
preguntar por los resultados del 13-F, que
fue con Fernando III (1199-1252) cuando
se produce la mal llamada unión de León
y Castilla. "Mal llamada porque lo que pasa
bajo Fernando III el Santo, que ya era rey de
Castilla, es que a la muerte de su padre
hereda el reino de León. Se produce esa unión
que no tiene significado ninguno más allá de
que comparten el mismo rey, pero tenían unas
Cortes que podían funcionar juntas o separadas
y León era reino mucho antes que Castilla".
No hace falta irse tan lejos para ver que este
asunto está de mucha actualidad: "El reino
leonés es el más desconocido de todos
los reinos medievales de España", advierte
Laureano Rubio antes incluso de empezar
la entrevista. "Sin el olvido de nuestra historia
no se entiende que el Reino de León se
convirtiera en la comunidad autónoma
que pudo ser y no fue, algo que todavía
se reclama en las urnas".
PREGUNTA. El resultado histórico de la UPL,
que ha conseguido el mejor resultado desde
1999 con tres procuradores, demuestra que
hay muchos leoneses que todavía no están
a gusto con la organización territorial.
¿Es simplemente un reflejo de la indignación
o de un movimiento identitario creciente?
RESPUESTA. La población ha votado a la UPL,
que es un partido transversal, en el que lo mismo
caben votantes de derechas que de izquierdas
que mediopensionistas. El objetivo es que
fundamentales. Sanidad, Educación, vías
de comunicación. No es un nacionalismo
identitario caprichoso. La identidad del Reino
de León desgraciadamente ya se perdió,
ahora lo que hacen falta son servicios para
esta tierra. Pero es importante que la
sociedad conozca su historia. No hay cosa
más triste que un pueblo que ignora su
pasado, porque es más manipulable.
Es útil saber que las primeras Cortes
de Europa son las de León.
P. 'León solo' ha sido una de las grandes
consignas del leonesismo, que clama por
su segregación de Castilla. Los postes de
tráfico y las señales de Castilla y León
aparecen emborronados por toda la provincia.
R. Una autonomía uniprovincial de León solo no
tiene sentido ni cabida. Una autonomía de León,
Zamora y Salamanca habría sido beneficiosa
a nivel económico. El Reino de León tenía
muchas papeletas para haber sido una
autonomía en la Transición, si se hubiera
aplicado el criterio histórico que se aplicó
para el Reino de Murcia y otras regiones
históricas. ¿Por qué La Rioja consiguió
la autonomía? Tenía una burguesía vitivinícola
que presionó para que así fuera. En León,
sin embargo, no hubo esas presiones y
además hubo varios problemas para
conseguir una comunidad propia. Uno de
ellos era que a provincias que históricamente
pertenecían al Reino de León, como Zamora y
Salamanca, les generaba rechazo que la
comunidad tuviera el mismo nombre de la ciudad
de León y la provincia.
Pero si atendemos a criterios históricos, el
Reino de León se mantuvo como un marco
territorial independiente en la península Ibérica
desde los Reyes Católicos hasta el siglo XIX
(y equivalía a las viejas provincias fiscales de
León, la provincia de Zamora y la de Salamanca,
también a la provincia de Toro, que recogía gran
parte de las tierras de Palencia y Valladolid).
El Reino de León siguió ocupando esas provincias
fiscales hasta las provincias modernas creadas
en 1833. Hay muchísimos mapas que recogen
la división de reinos dentro de la Corona de
Castilla hasta el siglo XIX. Entonces, cuando
la gente iba al notario, nadie se identificaba
como español. No encontrarás un documento
de la Edad Moderna en el que la gente se
identifique así.
La gente tradicionalmente se decía del Obispado
de Astorga o del Reino de León, igual que
los reyes se decían de la Corona de Castilla
y la Corona tenía muchos reinos dentro.
Desde los Reyes Católicos hasta Isabel II,
los reyes no se llamaban reyes de España
sino reyes de todos sus reinos: reyes de León,
de Castilla, de Navarra, de Aragón… El último
momento en el que el Reino de León cobra
capacidad jurídica y política es cuando invaden
los franceses la península Ibérica. Ahí se nombran
representantes del Reino de León y se nombra
una Junta del Reino de León y se envían
representantes a las Cortes de Cádiz, donde
León tuvo sus propios representantes. Luego en
actuales como unidades político-administrativas
y, a partir de ahí, la gente se identifica ya con esa
nueva unidad administrativa. El arraigo provincial
fue muy fuerte en poco tiempo. Al preguntarle
a partir de entonces a la gente de dónde era,
arraigó rápidamente la pertenencia a la provincia
y eso desarraigó a las gentes de Zamora y
Salamanca de la vinculación histórica del Reino
de León. Si no se llamaran León, la provincia
y el Reino, se habría evitado el equívoco.
P. ¿Qué sentido tiene reclamar hoy en día
una comunidad autónoma propia?
R. Castilla y León ha dejado de recibir fondos
estructurales de Europa porque la renta per
cápita sobrepasa la media para ser considerada
región desfavorecida a nivel comunitario,
pero eso no refleja la realidad del territorio
porque hay mucha desigualdad entre
provincias. Si León, Zamora y Salamanca
fueran consideradas como una región por
Europa, sí recibirían estas ayudas. La UE
reconoce más el concepto de región a la
hora de reparto, pero la Junta de Castilla
y León se opone.
Es solo un ejemplo del olvido al que han
estado sometidos estos territorios desde
que se conformó el gigante amorfo que
es la comunidad autónoma de Castilla y
León. Además, la autonomía de Castilla y
León no tiene lazos comunes. La gente se
sigue identificando con la provincia, aquí
nadie dice que es castellanoleonés.
Los de Burgos tampoco dicen que son
'castellanoyleoneses'. La gente es de Burgos,
o de León. No hay ninguna identidad propia.
No hay relación identitaria entre Ávila y León,
no hay ningún lazo porque nunca fueron el
mismo reino. Crearon una autonomía muy
grande, desarticulada, que introdujo un
centralismo férreo de Valladolid que se ha
llevado todo, normal que genere tanto
rechazo.
Valladolid ha centralizado todo el poder político
potenciando el eje que le interesa, el eje
Valladolid-Burgos, y se olvidó el eje occidental.
Olvidó la Vía de la Plata y no la vertebró con
infraestructuras. Y eso no es una batalla del
pasado, sino reflejo de problemas muy
actuales: el centralismo de Valladolid ha traído
a esta región más pobreza y menos población,
más envejecimiento y menos empleo. Al crearse
la autonomía hace casi 40 años, León era la
provincia con más habitantes, ahora es la que
más pierde. También Zamora está entre las
que más sufren. Todo el parque tecnológico se
centró en Valladolid, la industria, las infraestructuras...
Y la principal fábrica de Valladolid no es el automóvil,
es el Gobierno de la Junta.
"Valladolid ha centralizado todo el
poder político potenciando el eje
que le interesa, el eje Valladolid
-Burgos, y se olvidó del eje occidental"
P. ¿Es este malestar el que ha impulsado
el éxito de plataformas como la UPL y
Soria ¡Ya!?
R. Ha llegado un momento en que la población
se ha hartado y ve que si no espabila no saca
tajada. La UPL comparte con Soria ¡Ya! la
necesidad de que se atienda a un territorio
olvidado por el centralismo, pero el objetivo
de la UPL es la autonomía propia basada
en los derechos históricos de un territorio,
algo que no exige Soria ¡Ya! La reivindicación
de una autonomía no es para León solo,
sino para León, Zamora y Salamanca, que es
el territorio histórico del Reino de León. Es
muy difícil que una reivindicación así tenga algún
futuro, porque supone cuestionar el Estado
autonómico tal y como está diseñado, pero
al menos pone el foco en el olvido sistemático
con que la Junta de Castilla y León ha tratado
a la parte occidental de la comunidad. Los logros
que pide Soria ¡Ya! generan menos malestar,
pero lo que la UPL pide se mira con más recelo,
tanto desde Madrid como desde Valladolid, porque
cuestiona el propio 'statu quo'.
P. ¿Es realista reivindicar una autonomía
del Reino de León?
R. Conseguir una autonomía ahora, claro, es
muy difícil y seguramente no sea realista.
León solo no tiene sentido y habría que atraer
a la población sociológicamente de esas tres
provincias, y ahora es muy difícil, porque la
gente en Zamora temería que se pase del
centralismo de Valladolid al centralismo de
León. Además, zamoranos y salmantinos,
con los que leoneses comparten tantos usos
y costumbres, desconocen esta historia
porque no se la han enseñado. ¡Si hasta la
desconocen mis alumnos leoneses de cuarto
de carrera en la Facultad de Historia! Nadie ha
contado qué fue el Reino de León, ni cómo
empezó la reconquista y la repoblación de la
península Ibérica con este reino, ni cómo el
autogobierno es parte de nuestra historia.
No hay territorio en España con tanto poder
de autogobierno reconocido como el Concejo
Abierto, que es el poder local que sigue vigente
en nuestros pueblos.
En León sigue habiendo 1.300 juntas vecinales.
Los catalanes plasmaron todas esas
singularidades nada más coger la autonomía
y tienes las veguerías en todos sus libros de
texto, aquí no se plasmó nada para borrar
las particularidades regionales. Los estudiantes
no lo han visto en su vida. El resultado es que
se ha tratado de borrar una identidad, pero no
se ha conseguido crear otra. No se ha creado
conciencia castellanoleonesa, sino rechazo a
Valladolid. Sobre todo, en León y Zamora,
que tienen poco que ver con Ávila y Segovia,
dos provincias que dependen sobre todo de
Madrid; Burgos está mejor situado porque
tiene su industria y buenas comunicaciones
con Madrid y País Vasco. En Palencia, todos
los servicios se derivan directamente a
Valladolid. Y la peor parte nos la hemos llevado
en la parte occidental, por el interés del politiqueo
de los grandes partidos en mantener el poder
desde Valladolid. El resultado es que, en
Castilla y León, cada territorio se aferra a
la identidad provincial, que es la que conocen.
No hay identidad del Reino de León,
pero tampoco hay identidad 'castellanoyleonesa'.
En los últimos 40 años, se ha intentado imponer
en los libros de texto una identidad
castellanoleonesa que no existe.
P. La RAE sí reconoce castellanoleonés,
pero los políticos no se han atrevido a
usar ese gentilicio en la campaña electoral.
R. Los castellanoleoneses no existen. Existen
los castellanos y existen los leoneses. Así está
en el Estatuto de Autonomía, que recoge que
son dos regiones dentro de la misma autonomía,
igual que eran reinos distintos dentro de la
Corona. Eso tiene una importancia fundamental
de reconocimiento de una identidad histórica.
P. ¿Cree que tras el auge de partidos
regionalistas como UPL y Soria ¡Ya!
habrá un antes y después?
R. No soy muy optimista, porque los votos
igual que vinieron se pueden ir. La identidad
no está arraigada y el bipartidismo sigue
siendo fuerte. Hoy en día, siendo realistas,
es muy difícil la creación de una comunidad,
pero que exista un partido como la UPL facilita
al menos que León y Zamora ganen visibilidad
para sus problemas y reivindicar lo que han
perdido en beneficio de Valladolid.
Pero los votos transversales del cabreo, igual
en León que en Soria, pueden esfumarse en
cualquier momento si la gente no les ve utilidad.
Y la gente que carece de formación política
y formación histórica es más manipulable.
De vez en cuando, por joder, la gente se
enfada y vota saliéndose del carril.
La televisión autonómica en Castilla y León
no habla de la historia de León, todo es de
y desde Valladolid. Hoy día, el Reino de León
es el gran desconocido, el gran olvidado.
Y la pérdida de identidad del Reino de León
ha sido deliberada. El poder desde Valladolid
ha tratado mucho tiempo de que no haya
uniones ni carreteras entre Zamora y Salamanca.
La autovía que une Salamanca, León y Zamora
se hizo hace dos años. La vía de la Plata, de
interconexión con Portugal y con Europa,
la desmantelaron. Pero las estructuras políticas
y las autopistas se pueden cambiar más
fácilmente que las mentales. La identidad
castellanoleonesa sigue siendo inexistente.
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