jueves, octubre 15, 2009

Al hilo de unas nuevas condiciones (RES)

Al hilo de unas nuevas condiciones

1. Recuerda un proverbio sufí las condiciones previas para una visón clara y profunda del momento: tiempo, lugar y gente; inútil agarrarse a las añoranzas de unos tiempos heroicos fundacionales, ya no es tiempo propicio; decretada por diversos ukases de estilo zarista e imperial el reparto de Castilla en diversos engendros autonómicos por instigación de poderosos intereses es pura ilusión beatífica pensar en estos momentos la restauración de la genuina Castilla.

2. La geografía que delimita los lugares concretos en que existió Castilla ha quedado definitivamente falseada por un acúmulo de errores, intereses y expectativas, no solo por parte de los poderes fácticos, sino incluso - lo que es peor- por aquellos que se pretenden alternativas a ellos, aunque sea con el rótulo de nacionalistas castellanos.

3. La gente –sobre todo joven- que habita en Castilla convenientemente condicionada con los recursos y sugestiones de la educación moderna, tiene una idea de la misma convenientemente distorsionada y equívoca, a base de recortes, ocultamientos y fabulaciones varias en la presentación de su historia y territorio que redunda en definitiva en la mayor conveniencia de los que así lo disponen.

4. Modernas reducciones tomadas en préstamo de algunos pueblos vecinos y puestas al fácil alcance de obcecados o analfabetos funcionales –según los casos- pretenden hacer creer que el fundamento de un pueblo es lo exclusivo de su lengua, que acarrea implicaciones tan grotescas como que Mazatlán y Cochabamba son Castilla.

5. Los pueblos rara vez son entidades singularísimas sin parangón alguno con vecinos o extraños con un destino aislado y sublime, son más bien constelaciones de estrellas agrupadas por relaciones de proximidad y afinidad. La Hélade y el Baratta eran multitudes de pueblos con distintas lenguas pero cada una de ellas con raíces comunes. Las Españas fueron un microcosmos particular de la constelación europea

6. Una característica interesadamente ocultada fue la excepcional libertad social de Castilla en la constelación de pueblos europeos en la Edad Media, en la particularidad de sus fueros, de su justicia, de sus comunidades de villa y tierra, de sus pactos o federación -de phoedus o pacto-,de su caballería popular, de su diferencia con el romanismo leonés y otras particularidades distintivas. Pero el eslogan interesado de muchos es cliché monótono que interpreta a Castilla como una especie de Prusia española.

7. Lejos de las grandes acumulaciones de poder, de sedes poderosas, de estados mayores de ejércitos o de partidos, las pequeñas comunidades populares castellanas no tuvieron ni siquiera capital; contraste tanto más violento con la actual imposición de la leonesa Valladolid o de la imperial Toledo como modernas capitales y centros de acumulación de poder y gobierno de algunos girones y retales castellanos.

8. De no exigentes presupuestos y esfuerzos mentales, no parece que en los actuales momentos el puro activismo sea de gran ayuda en la recuperación de la memoria histórica de Castilla, tanto menos cuanto que agotado el impulso emocional que está en la base de dicha opción, no queda con el desgaste del tiempo más que un vacío estéril y una ensoñación vaga y etérea.

9. Tarea prioritaria, fundamental y sin excusa es la reflexión acerca de lo que alguien ha llamado caudal de conocimiento sobre el pasado histórico de Castilla: “sine sciencia nihil”. Horros los jóvenes actuales -y aún los no tan jóvenes- de casi toda referencia histórica y cultural acerca de lo hispánico en general, más lo van a estar aún de genuinamente castellano en particular en el futuro.

10. Desde los orígenes el esfuerzo de los escasos grupos que trataron de preservar la memoria de Castilla y lo castellano fueron ajenos a todos a todos los intereses de grupo o clase social y sin vinculaciones políticas de partido. Bueno sería cuidar de las interferencias con los intereses de entidades financieras, de multinacionales, de establecimiento comerciales, de partidos políticos que utilizan un falso señuelo de lo castellano como banderín de enganche.

11. Cualquier visón actual de Castilla que se limite a una redefinición de límites geográficos, a una mera redistribución de funciones administrativas y de poder , con su capital de poder político, con reorganizaciones de partidos y estados mayores correspondientes, olvidándose cuidadosamente de legado originario tradicional de lo castellano: restitución del poder social al entorno popular, desde abajo, desde las comunidades, no desde artificiales entelequias autonómicas, en base al esfuerzo de una responsabilidad individual exigente e irreducible al depósito de una papeleta en una urna cada cuatro o cinco años, será un juego de salón más o menos original pero sin ninguna relación con lo fue la manera específica de entender la convivencia social castellana.

12. A manera de aviso para navegantes conviene difundir el siguiente pronóstico de futuro: la memoria y mucho más la reivindicación del pasado tradicional castellano no son políticamente correctas.

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