Hacia un Nuevo Poder Municipal
en defensa de la comunidad (y II Parte)
Infokrisis.- Concluimos aquí la aportación sobre el
nuevo poder municipal con estas propuestas en positivo que definen lo esencial
de un programa político para las elecciones locales. Es evidente que en todo
programa municipal, las propuestas concretas que afecten a esa localidad
concreta son esenciales y solamente pueden ser realizadas por los ciudadanos de
esas localidad. Lo que hemos intentado es elaborar unos elementos de programa
globales a los que habrá que añadir las propuestas locales específicas.
II Parte
Las ideas y las propuestas
1)
Lanzar nuevas propuestas políticas
- El lanzamiento de una nueva candidatura no puede realizarse sin
lanzar propuestas políticas concretas basadas en un sólido análisis de las
necesidades y de las posibilidades de los municipios.
- Cuanto más concretas sean estas propuestas y más terrenos
abarquen, interesarán siempre a sectores más amplios de la población y la
penetración de las candidaturas municipales alternativas será mayor.
- Todas las propuestas políticas que puedan lanzarse deben partir de
un razonamiento claro, limpio y cristalino: el actual grado de ineficacia,
falta de preparación y ambigüedad de la clase política estatal y autonómica.
Ante el creciente deterioro del sistema democrático, el poder municipal es el único accesible al ciudadano y a partir del cual es posible operar una regeneración política del
Estado.
- En la actualidad, el poder estatal y el poder autonómico están
vedados a las nuevas opciones políticas y solamente son coto de caza de los
grandes consorcios político-económico-mediáticos. Sólo es posible “filtrar” una nueva opción política a través del
poder municipal.
- Las posibilidades de éxito en la irrupción de un nuevo poder en
los ayuntamientos se basa en el arraigo de los candidatos y en su capacidad de
comunicar y compartir los intereses y necesidades de la población, así como en
su capacidad de comunicación.
2)
Reimplantar la honestidad en la gestión pública
- El caso Marbella no es una excepción. De hecho, todo el país es
Marbella. Incluso buena parte de los detenidos en el Caso Malayo no limitaban
sus actuaciones a esta ciudad, sino que actuaban en otras muchas provincias.
- La corrupción es una mancha de aceite que incluye a representantes
de todos los partidos. Es más, la corrupción se ha hecho habitual en España
desde el felipismo, pero aquel modelo de corrupción se dio especialmente en el
ámbito del Estado. Desde entonces, la corrupción ha impregnado todos los
niveles de poder.
- El poder municipal es, en estos momentos, el más afectado por la
corrupción, con la colaboración del poder autonómico. Esa corrupción tiene un
nombre: recalificaciones. La posibilidad de lograr
“pelotazos” obteniendo la recalificacion de terrenos adquiridos a bajo coste, en su inmensa mayoría rurales, revenderlos y promover
urbanizaciones y viviendas, se ha convertido en el motivo por el que hay
navajazos para entrar en las listas municipales de los grandes partidos y por
el que el transfuguismo es una práctica habitual.
- No es de extrañar que la clase política esté bajo sospecha y la
clase política municipal merezca ser señalada con el dedo acusador.
- El problema no es que una clase política depredadora y degenerada
se enriquezca, ni siquiera que se enriquezca más allá de todo límite y medida;
el problema es que este enriquecimiento se realiza a costa de dificultar las
condiciones de vida del resto de la población, especialmente de las clases más
desfavorecidas.
- Esto, unido a la inevitable destrucción del tejido agrícola, a la
alteración del paisaje y del medio ecológico, genera un aumento inexplicable
del precio de la vivienda que ha dejado de ser un valor de mercado para pasar a
ser una “inversión”.
- Restaurar la honestidad en la gestión municipal y gestionar
rigurosamente los recursos generados por los ayuntamientos es una exigencia
para que la población recobre la confianza en la clase política.
- Hoy no hay una corrupción “de derechas” o “de izquierdas”. Existe,
simplemente, corrupción que afecta por igual a todos los partidos. No hay
ningún partido inocente: ni los mayoritarios, ni los minoritarios. Recuperar la
confianza en la clase política pasa por generar una nueva clase política dotada
de principios éticos y morales.
3)
Más allá de las derechas y las izquierdas
- Resulta absurdo gestionar el siglo XXI con categorías surgidas en
la última década del siglo XVIII. Nunca como hoy los términos de “derechas” e
“izquierdas” resultan tan superficiales para dar soluciones razonables.
- Quienes se definen de una u otra opción lo hacen en función de
tópicos –frecuentemente caricaturescos– y de programas rígidos cuya eficacia es
luego desmentida por la práctica.
- No existen programas de “derechas” o de “izquierdas”. Existen
programas viables o no viables, eficaces o ineficaces, que benefician o
perjudican a la población. Y es este criterio el que debe tenerse en cuenta y
no otro.
- Estas catalogaciones abren el camino a otras
(progresistas-reaccionarios, franquistas-antifranquistas, buenos-malos, etc.)
que carecen igualmente de sentido y que son las excusas de los partidos
mayoritarios para justificar en ellas su existencia.
- Pero, por encima de derechas e izquierdas, está el conjunto de la
población y las políticas eficaces o ineficaces. Se trata de encontrar
soluciones que respondan a los intereses de la mayoría de la población y de que
esas soluciones demuestren su eficacia en la práctica.
4)
Ganar el voto de los damnificados por la globalización
- El gran hallazgo de las élites financieras y empresariales se
llama globalización. La globalización surge del intento de abaratar costes de
producción y optimizar beneficios. Las formas de abaratamiento de costes son
dos: aproximar las plantas de producción a las fuentes de materias primas y
abaratar la mano de obra, instalando las plantas de producción allí donde
resulta más barato.
- La globalización ha generado un doble fenómeno de dirección
opuesta: de norte a sur se produce la deslocalización (transferencia de las plantas de producción de Europa a la
periferia de Eurasia) y de sur a norte se produce la inmigración masiva del Tercer
Mundo hacia Europa. Así queda optimizada la producción.
- Pero este proceso tiene dos tipos de damnificados: las clases
trabajadoras de los países de la periferia euroasiática obligadas a trabajar a
ritmos inhumanos por salarios de miseria y las clases trabajadoras de los
países europeos que no están en condiciones de competir con los precios de dumping laboral de la mano de obra
inmigrante.
- A este proceso central se unen otros dos periféricos: la
transformación de Europa en “zona de servicios” y la desintegración progresiva
del tejido agrícola europeo. El primer fenómeno tiene resultados deletéreos en
el mercado laboral en Europa: pérdida continua de puestos laborales,
disminución de los contratos fijos, extensión alarmante de la inestabilidad
laboral, pérdida de capacidad adquisitiva de la burguesía media y de las clases
trabajadoras cuya máxima aspiración ya no es “vivir”, sino “sobrevivir”.
- La agricultura europea es una agricultura subvencionada y, ni
siquiera así, es rentable. Por otra parte, los sistemas de agricultura
intensiva han acarreado la disminución de cualidades nutricionales de los
alimentos. Las tierras de cultivo se abandonan primero, se recalifican después
y se convierten en objeto especulativo finalmente. El resultado es que Europa
parece haber renunciado a la buena salud del sector agrícola y optado por
depender de los excedentes alimentarios importados del Tercer Mundo.
- Todo este planteamiento se completa con la crisis de la
globalización que ha estallado menos de quince años después de la irrupción del
fenómeno: la disminución de las reservas petroleras mundiales y el final de la era del petróleo barato han
hecho que la existencia de un mercado global (facilitada hasta ahora por lo
barato de transitar mercancías de un lado a otro del planeta) quedara en
entredicho.
- Este fenómeno globalizador y la subsiguiente crisis hace que en
Europa existen una serie de grupos sociales –por lo demás, mayoritarios- que
pueden ser llamados los “damnificados” de la globalización: han perdido
capacidad adquisitiva, han perdido estabilidad en el empleo, han perdido
calidad de vida. Es la burguesía media, es el pequeño comercio tan ligado a
ella, es la juventud en general, son las clases trabajadoras.
- Son a estos sectores sociales –y no a sectores políticos- a los
que debemos tratar de dirigir nuestro mensaje. Porque deben ser conscientes de
que los partidos mayoritarios están dirigidos por grupos de presión económicos
cuyas cúpulas se sienten muy a gusto con la globalización, han multiplicado sus
beneficios y pretenden convencernos de que la globalización es nuestro destino.
5)
Impulsar una Segunda Descentralización
- La primera descentralización tenía como objetivo sustituir el
Estado centralista y jacobino aproximando la administración al ciudadano,
limitando la burocracia y convirtiendo al Estado en un gestor ágil de los
asuntos públicos.
- En el momento en que a estos objetivos se superpusieron las sífilis nacionalistas e independentistas se produjo, desde finales de los 70 hasta la tramitación del
nuevo Estatuto de Catalunya, una desviación de estos objetivos.
- A partir de ese momento se generaron redes de intereses regionales
que se enmascararían mediante apelaciones emotivas y sentimentales al
“autogobierno”, “la nación”, “los derechos históricos”…, que en el fondo no
eran más que argumentos para “blindar competencias” e impedir la planificación
de políticas de Estado (la hídrica entre las más importantes) y, sobre todo,
para “meter mano” a los recursos fiscales.
- La primera descentralización, a la postre, ha constituido un
fracaso y ha tendido a balcanizar el Estado y a crear redes de intereses. En
lugar de un Estado descentralizado, lo que tenemos es
que se han reconstruido las formas jacobinas a través de diecisiete autonomías
centralistas.
- Este proceso ha tenido un damnificado mayor: los municipios. Los
municipios no se han beneficiado de la descentralización del Estado jacobino,
ni han recibido muchas de las transferencias a las que aludían algunos
Estatutos de Autonomía. Es más, sus políticas han quedado fiscalizadas y
supeditadas a las de la autonomía correspondiente.
- Desde nuestro punto de vista, hoy, la principal prioridad de los
municipios, después de desterrar de una vez y para siempre las prácticas
corruptas, consiste en impulsar la segunda
descentralización cuya pieza central deben ser los
municipios, en tanto que entes administrativos de proximidad.
- Y en esta segunda descentralización lo que sí cuentan son las
actitudes pragmáticas y la eficacia en la gestión, no los contenidos emotivos y
sentimentales que hasta ahora han sido la carga de los nacionalismos jacobinos
periféricos.
- No puede haber alternativa municipal sin que en primer término de
las propuestas a presentar al electorado figure la exigencia de una segunda
descentralización y la reclamación de parte de las competencias de las comunidades
autónomas en tanto pueden ser mejor gestionadas por los municipios.
6)
Propuestas y alternativas
-
Inmigración
La inmigración es el principal problema que
tienen los municipios en este momento. La llegada masiva de cinco millones de
inmigrantes ha generado tensiones y fenómenos imprevistos en todos los órdenes.
Se trata de reducir el impacto causado por la inmigración masiva. Los municipios deben tener la prerrogativa de admitir o rechazar el
asentamiento de nuevos inmigrantes en función de sus necesidades. Cualquier inmigrante ilegal no inscrito en el padrón municipal
podrá ser expulsado del término municipal. El límite máximo de presencia
inmigrante en cada municipio no excederá el 5% del total de la población. Se
evitará la formación de guetos y la presencia de inmigrantes en un barrio más
allá del 10% del total.
-
Seguridad Ciudadana
Es preciso acentuar la cooperación entre las
fuerzas de seguridad del Estado y las policías municipales. Éstas no pueden ser
solamente una fuerza especializada en ordenación del tráfico y en extender
multas por aparcamientos; debe ser, por encima de todo, la famosa “policía de
proximidad” de la que tanto se ha hablado pero que nunca ha existido
verdaderamente. Ante el aumento de la delincuencia organizada, el primer
objetivo de la policía urbana es velar por la seguridad física de los
ciudadanos y de sus propiedades. Es preciso
aumentar las competencias de las policías municipales en materia de represión
de la delincuencia y dotarles de competencias en materia de extranjería.
-
Vivienda
Los déficits municipales deben evitarse, pero
sobre todo debe evitarse que sean cubiertos mediante la venta de suelo de
titularidad pública. Paradójicamente, los ayuntamientos
se sitúan en vanguardia del proceso que veda el acceso a la vivienda digna para
jóvenes y capas más desfavorecidas. Los
ayuntamientos estarán obligados a construir viviendas sociales a precios
populares para familias de la localidad, previendo espacio suficiente para los
futuros hijos. La superficie total habitable de los proyectos urbanísticos
aprobados en los municipios nunca podrá ser superior al de viviendas sociales
impulsadas en ese mismo municipio. La vivienda para las familias jóvenes debe
estar subvencionada y ser la primera de una serie de medidas sociales para
favorecer la paternidad y la revitalización de nuestra demografía.
-
Educación
Se evitará por todos los medios que en
cualquier escuela haya más de un 10% de inmigrantes. Para que un inmigrante sea
admitido en una escuela debe, necesariamente, haber demostrado su correcto
dominio de la lengua. Los niños conflictivos recibirán educación diferenciada y
adaptada a su naturaleza problemática. Se impulsarán redes de guarderías
municipales gratuitas. Los ayuntamientos serán parte interesada en las
inspecciones sobre la calidad de la enseñanza, los contenidos educativos y la
buena marcha de los centros. La nacionalidad española será
prioritaria a la hora de concederse ayudas sociales,
becas y gratuidad en los libros de texto, evitándose la situación actual en la
que este tipo de ayudas van a parar casi en un 100% a población inmigrante.
-
Trabajo
En estos momentos de crisis del mercado de
trabajo, los ayuntamientos deben impulsar bolsas propias de trabajo y ofrecer
directamente trabajo, en lugar de recurrir a ETT´s o empresas intermediarias. Bien entendido que los beneficiarios de estas ofertas deben ser,
inicialmente, los ciudadanos españoles empadronados en ese municipio. Así mismo, a los ayuntamientos compete la persecución del trabajo
ilegal y del trabajo negro, de los negocios abiertos al margen de la ley, de la
venta ambulante ilegal, etc.
-
Calidad de Vida
La lucha contra la polución acústica debe
ocupar un lugar privilegiado en la gestión municipal. El poder municipal debe
impedir que la vida de los ciudadanos sea molestada por cualquier negocio,
vehículo o domicilio que genere un volumen de ruido superior al umbral de la
molestia.
El transporte público de calidad es la
alternativa a los medios de locomoción privados, pero para que esa alternativa
sea válida, la red de transportes públicos debe ser densa, fluida, cómoda y
asequible.
Los barrios deben ser las agrupaciones
autosuficientes en las que se organice la vida ciudadana: deben contener tanto
lugares de ocio como de cultura, comercio y formación, así como zonas verdes.
La defensa del pequeño comercio es la
garantía para la buena marcha de los barrios; su defensa frente a las grandes
superficies y su integración en centros y calles comerciales, es hoy más
necesaria que nunca.
El gobierno municipal debe poner el máximo
énfasis en el control y la vigilancia sobre todo aquello que degrade la calidad
de la vida. La policía municipal debe tener como prioridad, no la imposición de
sanciones económicas contra los ciudadanos, sino la anulación de cualquier
actividad que empañe la normal convivencia y normalidad de esos ciudadanos.
-
Reimplantación de una ética y una moral
El gobierno municipal tiene como función
administrar los recursos generados por la comunidad para hacer lo más agradable
posible la vida de los ciudadanos. Los gobiernos municipales tienen como
función servir a la comunidad, no servirse de la comunidad. Es preciso rescatar
el gobierno municipal de las garras de los políticos corruptos que han sumido
en la crisis y en la desconfianza cualquier tarea de gobierno, especialmente la
municipal.
El poder municipal debe hacer de la ética y
la moral su religión laica. En tanto que formado por funcionarios electos, la
falta de ética y de moral en el manejo de los asuntos municipales debe ser
considerado como el peor delito y castigado, no solamente con penas
inexcusables de prisión, sino también con la expropiación de bienes de los
funcionarios corruptos. Una nueva ética y moral debe irrumpir en el gobierno
municipal, basada en el hecho de que servir a la comunidad es la tarea más alta
a la que puede aspirar un ciudadano. La vulneración de esta misión debe ser
considerada como un sacrilegio y penada como tal.
7)
Pactos con quien contribuya a avanzar nuestro programa
- Creemos que un programa municipal basado en los puntos
anteriormente citados puede contribuir a regenerar los ayuntamientos y a
facilitar el marco político-administrativo en el que cristalice la “segunda transición”.
- Un programa de este tipo seguramente encontrará dificultades a la
hora de concretarse en la práctica; especialmente porque la estabilidad de los
gobiernos municipales depende de mayorías simples.
- Así pues, para tratar de hacer avanzar un programa de este tipo
será preciso pactar con otras fuerzas políticas. Todo pacto implica,
necesariamente, cierta desvirtuación de algunos aspectos del programa que se
defiende.
- Debe quedar claro que cualquier pacto que realicen cargos electos
en listas que proponen un nuevo poder municipal debe estar sometido a principios extremadamente diáfanos.
- El primero de todos estos principios es que aquellos partidos con
los que se pacte se comprometan, irrenunciablemente, a apoyar las propuestas de
las candidaturas de regeneración municipal para contener y resolver el problema
de la inmigración.
- Cualquier parte del programa es negociable y discutible, pero la
cuestión de la inmigración masiva no admite rebajar la carta de nuestro
programa. Solamente podemos caminar junto a otras fuerzas políticas que hayan entendido cuál es la naturaleza de lo que las encuestas
han definido como el principal problema de nuestros municipios: la inmigración
masiva.
- Y en este sentido, son precisos los compromisos claros, diáfanos y
rotundos: gobernar los municipios solamente con quienes tengan el valor de
reconocer el gran problema de nuestro tiempo y actuar al margen de lo
políticamente correcto.
3 de Agosto de 2006.
©
Infokrisis – infokrisis@yahoo.es
– 03.08.06
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