martes, octubre 15, 2013

Cuando Segovia quiso ser independiente

Cuando Segovia quiso ser independiente

En 1833, Javier de Burgos se encargó de hacer una reforma territorial, con la que dividió el territorio español en un total de 49 provincias, finalizando así con varios años de disputas. Esta división provincial ha permanecido prácticamente intacta hasta nuestros días, con la única diferencia de la división de las Islas Canarias en dos provincias, y la segregación de las ciudades de Ceuta y Melilla de las provincias de Cádiz y Málaga, respectivamente.


I: Organización territorial de España (1833)

Aquella reorganización territorial también agrupó las provincias en regiones hist´roicas, con una configuración que se mantuvo a lo largo de más de 140 años. Entre aquellas regiones existían muchas que se corresponden con comunidades autónomas actuales, como Galicia, Aragón, Cataluña o Andalucía, pero también contenía otras a día de hoy inexistentes, como Castilla la Nueva, Castilla la Vieja o el Reino de León.

Tras el fin de la dictadura de Franco, y la aprobación de la Constitución de 1978, España se enfrentó a una nueva reorganización territorial en la que las provincias se mantuvieron intactas (a excepción de la división de las Islas Canarias en dos provincias), pero que las regiones históricas se convirtieron en comunidades autónomas, variando notablemente.

Desde la aprobación de la constitución, las distintas diputaciones provinciales comenzaron a realizar acuerdos para organizarse en comunidades autónomas. Muchas de ellas se mantuvieron intactas, como es el caso de Galicia, Cataluña o Aragón, pero muchas otras regiones tuvieron varias discrepancias e indecisiones. La comunidad que se enfrentó a más cambios fue sin duda Castilla la Vieja, donde Santander y Logroño decidieron buscar desde la ratificación de la constitución la comunidad uniprovincial.


II: Segovia

El resto de Castilla la Vieja, junto al Reino de León, se mantuvo juntos, formando el Consejo General de Castilla y León. El principal problema de esta nueva comunidad fue el que posiblemente ha trascendido a nuestros días, el de León, pero menos conocido es el caso de Segovia. A finales de 1979, en una junta como otra cualquiera, las discrepancias existentes entre Modesto Fraile, diputado por Segovia, y Juan Manuel Reol, presidente del Consejo General de Castilla y León, provocaron que Segovia decidiera desligarse de la comunidad de Castilla y León.

Tras ello, Segovia comenzó su camino para conseguir convertirse en una comunidad autónoma uniprovincial, amparándose en el artículo 143 de la constitución recién aprobada por los españoles:

Artículo 143
1. En el ejercicio del derecho a la autonomía reconocido en el artículo 2 de la Constitución, las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los respectivos Estatutos.
2. La iniciativa del proceso Autonómico corresponde a todas las Diputaciones interesadas o al órgano interinsular correspondiente y a las dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla. Estos requisitos deberán ser cumplidos en el plazo de seis meses desde el primer acuerdo adoptado al respecto por alguna de las Corporaciones locales interesadas.
3. La iniciativa, en caso de no prosperar, solamente podrá reiterarse pasados cinco años.


El proceso continuaría firme durante más de un año. Los 211 municipios de la provincia de Segovia se fueron posicionando a favor de la causa castellanoleonesa o a favor de la autonomía propia. Llegados al 7 de octubre de 1981, tan sólo 10 ayuntamientos estaban por posicionarse, recayendo toda la responsabilidad sobre la decisión que se tomara en Cuéllar, segundo municipio más importante de la provincia segoviana después de la capital.

Aquella noche se concentraron en el pueblo miles de personas procedentes de otros municipios en favor de ambas causas. La votación se alargó hasta altas horas de la noche, siendo el veredicto final de 6 votos en contra de la autonomía uniprovincial, y 7 votos a favor. Inmediatamente después, todos los que se oponían a la autonomía uniprovincial, fundamentalmente por miedo al caciquismo, se manifestaron en la plaza de Cuéllar, pero la decisión parecía ya tomada. Segovia sería comunidad autónoma independiente.


III: Provincia de Segovia

En las semanas siguientes, el consistorio recogió un total de 1.800 firmas (de los 6.500 habitantes de Cuéllar) apoyando la integración de Segovia en la comunidad de Castilla y León, lo que forzó que la votación fuera repetida. El pleno se reunió de nuevo el 3 de diciembre de ese mismo año, con una gran presión por parte de la población, que se vio reflejada en la votación. 7 votos en contra de la autonomía uniprovincial y 6 a favor.

Con esta decisión del ayuntamiento de Cuéllar, el sueño de muchos ayuntamientos segovianos de conseguir la autonomía de la provincia de Segovia se vio perdido. Aún así, el 20 de enero de 1982, tuvo lugar una última manifestación en Segovia a la que asistieron en torno a 3.000 personas para pedir por última vez la independencia que Segovia nunca consiguió.

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