EL FRACASO DE LA LOAPA
La sentencia dictado por el Tribunal Constitucional en el recurso de inconstitucionalidad Interpuesto contra la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), por cuya resolución se anulan 14 de sus 38 artículos, como Incompatibles con el ordenamiento constitucional, y se niega a esa ley la condición de «orgánica» y «armonizadora», constituye un hecho de extraordinaria significación y trascendencia. Tanto en relación con el Tribunal mismo, como respecto el Gobierno y a los «expertos» y políticos -de la UCD (singularmente el señor Martín Villa) y del PSOE- responsables de la política autonómica, de una pretendida RECONDUCCION del proceso autonómico y de la manipulación -desde la perspectiva centralista que los es propia- del llamado Estado de las autonomías.
En primer lugar, la sentencia atestigua, felizmente para la democracia española, la ejemplar Independencia del Tribunal Constitucional y su voluntad de cumplir, por encima de los Intereses partidarios y de las conveniencia* de los gobernantes, su papel de Institución clavo del Estado democrático que garantiza la legalidad y el respeto a los derechos y libertades que la Constitución asegura a los ciudadanos españoles, por encima de los errores, excesos o manejos de los detentadores del Poder.
La sentencia, en la otra perspectiva, pone al descubierto y desautoriza la proclividad de cierta clase política a «interpretar» la Constitución conforme a su particular criterio y conveniencia de cada coyuntura, ya que en definitiva la LOAPA, buscándole los vueltas al texto constitucional y mediante el expediente de las nuevas lecturas, aspiraba de hecho a una reforma solapada del título VIII de la Constitución por vías encubiertas, transitables por la «listeza» de algunos políticos versátiles y el socaire del celestineo jurídico proporcionado por acomodados Informes de los «expertos», cuya ciencia y sentido del derecho han quedado ahora más que en entredicho. De entre esos expertos, el actual ministro de Administración Territorio], señor De la Quadra, uno de los fautores técnicos de la LOAPA, no ha sabido encajar deportivamente el fiasco jurídico y, ante la adversa sentencia del Tribunal Constitucional -único intérprete, institucionalmente legitimado o Inapelable, de la Constitución- ha adoptado una posición pública poco recomendable.
La sentencia viene a descalificar los pactos autonómicos suscritos por la UCD y el PSOE, el 31 de julio de 1981, y que en buena porte Infringen las normas constitucionales. Pactos autonómicos que son la fuente de la LOAPA y de otras manipulaciones del proceso autonómico, como la Increíble eliminación de Castilla del mapa autonómico de España, la desmembración de las tierra de Cantabria y Ríoja, la imposición de los extraños conglomerados de Castilla-La Mancha y Castilla-León -regiones artificiales, inventadas, falsas y condenados al fracaso-, y ese Inconcebible ley orgánica -claramente Inconstitucional- por la que es Incorpora la provincia de Segovia al ente castellano-leonés, adjudicándolo forzosamente una «autonomía por la fuerza».
Así los autores y responsables de la LOAPA han negado a Castillo su Identidad regional y el derecho a la autonomía que, como región española, lo pertenece y lo debe ser reconocido, en virtud de lo que se dispone en el artículo 2º de la Constitución.
Castilla nº 20Agosto septiembre 1983
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