Ya soy mayor
Juan Martín
Sí, ya soy mayor. Cuando rozaba los diez u once años pensaba que cuando llegara a tener cuarenta años ya sería mayor. Pues bien, en este año recién comenzado voy a ser mayor. Quizá en aquella época los mayores con cuarenta años parecían más mayores o eso creía yo. Pertenezco a una generación que nació a principios de los setenta, que hicimos la EGB en colegios donde todavía había pabellones para niños y niñas separados, que estudiamos un mapa de España con dos Castillas -la nueva y la vieja- y Santander era de nuestra actual región.
Entonces el mundo estaba separado por un telón de acero (qué raro sonaba aquello); merendábamos pan con chocolate, jugábamos con los Madelman, (que por aquella época no tenían pies, solo unos muñones que se metían en las botas), pintábamos con las pinturas Alpino y teníamos un respeto a los profesores como si fueran nuestros propios padres, pero sobre todo jugábamos en la calle y las únicas" maquinitas" que teníamos eran las chapas o el juego de las chinas. ¡Ah! ¡las chapas!, qué vocabulario tan técnico: "recurvilla","pique por fuera es fuera","trasqui" o "ni na ni na"…..
Soy de una generación que veía la tele en blanco y negro y esperaba a las seis de la tarde a que se quitara la carta de ajuste y empezara "Un globo, dos globos, tres globos" o los payasos de la tele, una generación que solo recuerda a Franco porque cuando murió nos quitaron Heidi aquel sábado y una generación en la que algunos hicimos la mili, una experiencia en algunos momentos enriquecedora y en otros desesperante; y a la que le obligaban a hacer la comunión o confirmarse en la religión católica.
Hemos crecido en un país y en una región con la que algunos no nos identificamos, o al menos no la sentimos al igual que, curiosamente, algunos ahora y algunos mayores de cuando nacimos lo sentían. Solo tenemos sentimiento identitario con las gestas de los equipos deportivos y no nos unen una bandera o unos símbolos, sino las acciones colectivas de todos los ciudadanos remando en la misma dirección.
Pertenezco a una generación a la que ya le toca ser mayor y crecer, empezar a tomar responsabilidades en todos los aspectos de la sociedad, empresas, política, cultura, letras o simplemente en la creación de nuevas ideas.
Esta región, este país y esta ciudad necesitan hacerse mayores a través de sus ciudadanos y acabar, mediante la jubilación, con una generación que a veces no deja avanzar a otras, aunque nos dicen que nosotros no tenemos ganas de hacer nada, pero esto es como el metro: para entrar primero otros tienen que salir. Esto no quiere decir acabar con lo anterior de un plumazo sino de otra manera, sobre todo en esta ciudad y en esta provincia que necesita quitarse ese manto de caspa y mirar hacia adelante conjugando lo tradicional y patrimonial con lo moderno y ese desarrollo sostenible que algunas generaciones no quieren que cambie para seguir manejando a su antojo, y para ello nosotros también necesitamos empujar para conseguirlo.
Espero que a nuestra generación no se nos aplique aquella cita de Winston Churchill: "El problema de esta época es que los hombres quieren ser importantes en vez de ser útiles". Pues eso, seamos mayores y útiles.
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