Las comunidades castellanas de Villa y Tierra son la expresion
más auténtica y genuina de la cultura y la sociedad castellanas. En
torno a una Villa amurallada surge una serie de aldeas, que tienen en
ella su centro administrativo, social y económico.
La Comunidad retiene, en todo caso, como propiedad colectiva
de todo el Consejo Comunero, las fuentes fundamentales de riqueza
de la Tierra, comó son los bosques, praderas, aguas, minas y
canteras.
La Comunidad crea, por sus jueces populares, un derecho con
base en los usos y costumbres del pueblo. Las aldeas esparcidas por la
Tierra , están representadas en el Concejo Comunero por sus
procuradores elegidos en los concejos locales.
Eran estas Comunidades castellanas, nacidas con la Reconquista
y que han pervivido, continuamente minadas, hasta el S. XIX y aún
de alguuna manera hasta la actualidad, "especie de repúblicas" (al
decir de Salvador de Madariaga) que se autogobiernan según sus
propios capitanes.
La Villa o Ciudad es la cabeza de la Comunidad, símbolo de la
Castilla auténtica:popular, libre y solidaria. Dentro de la villa
hay toda una serie de elementos simbólicos que expresan las
realidades anteriormente expuestas.
Inocente García de Andrés en "Castilla como necesidad"
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