JOSE M. RUPEREZ CIBRIAN (Diario de Burgos, 1 de Agosto del 2000)
E1 pasado día 12-7-00, don Fernando Cors Miguel, profesor del Instituto López de Mendoza, escribió un artículo en Diario de Burgos de la mencionada fecha, cuyo tituló era: ¿Para cuándo el Himno a Castilla yLeón?
El profesor Cors inicia un artículo con una interesante explicación sobre el origen de la música desde el punto de vista del mito y la leyenda, para, después de ese oportuno y breve preámbulo, pasar a explicarnos la importancia que tiene la música para los pueblo -incluso los más primitivos- y lo expresa de la siguiente forma: "Esa música, ese canto o ese himno es un hilo conductor de los sentimientos y esperanzas de ese grupo determinado. Pero el problema surge en nuestros días cuando en Castilla y León, sus habitantes, sus pueblos y ciudadanos quieren celebrar un acto de exaltación regional y se encuentran con la triste realidad de que no tenemos un himno que nos una e identifique como región...».
Existe una realidad más triste que la ausencia de un himno, señor Cors: la falta de identificación de dos pueblos con una comunidad autónotna que les ha sido impuesta.
Un himno brota del sentimiento de amor a la tierra en la que nació, o en la que sin haber nacido vive, compartido por la totalidad de quienes habitan en ella, y dándose esas condiciones sí que se puede crear un himno. ¿Por qué en esta comunidad autónoma después de diecisiete años no se ha creado un himno a Castilla y León, como Vd. propone? La respuesta es muy sencilla: porque hay un considerable número de castellanos y de leoneses que no están de acuerdo con Castilla y León unidas sin el beneplácito de los dos pueblos que las constituyen, a los que se les ha obligado a compartir sus destinos, y eso lo saben los políticos, de ahí que no se arriesguen a crear un himno que no seria cantado por la mayor parte de ambos pueblos.
Antes de hacer un himno a Castilla y León, tendremos que aprobar la asignatura pendiente de preguntar a los leoneses y a los castellanos qué piensan acerca de una autonomía creada de espaldas al pueblo. Y si por fín un día los políticos quieren hacer justicia a Castilla y a Léon, y fruto de un referéndum los leoneses y los castellanos deciden unirse, entonces sí señor Cors, se darán las condiciones idóneas para crear el himno que usted propone, pero mientras esa injusticia no se repare no habrá un himno a Castilla y León, y si le hay le cantarán hipócritamente los políticos de turno, y unos pocos convencidos, pero no brotará del corazón de la gran mayoría de ambos pueblos.
Lo que me parece un auténtico despropósito de su parte, don Fernándo, es que usted proponga el «Himno a Castilla» de Antonio José como himno de Castilla y León, atreviéndose a afirmar que el Himno a Castilla «contiene los mejores ecos míticos y simbólicos de Castilla y León». ¿Pero cómo la gente puede hacer manipulaciones sin el menor pudor faltando a la verdad? ¿Me quiere decir, don Fernando, en qué parte de los versos del himno a Castilla se encuentra lo que usted llama « los mejores ecos míticos y simbólicos de Castilla y León»? ¿Usted cree, de verdad, que el genial músico burgalés estaba pensando también en León cuando compuso el Himno a Castilla? ¿No le pareçe que su propuesta es una forma de prostituir el verdadero sentimiento del autor? ¿Y usted cree que los leoneses aceptarían tranquilamente una música y una letra de un himo que se creó pensando en Castilla, sintiendo a Castilla? Realmente descabellado, señor Cors.
Continúa usted diciendo «que alguien tuvo la intención de hacer una mezcolanza entre el himno a Castilla (A. José) y el estribillo del himno de León». Otro disparate más, que se puede unir al disparate de la creación de esta comunidad autónoma, que fue el producto de la mezcla de dos pueblos y de dos- regiones, y ahora viene usted con lo del himno, después otro vendrá con las danzas, así, a base de mezclas, destruiremos las culturas de ambos pueblos, y aquí no habrá pasado nada, y todo en nombre de la «sagrada» democracia, porque eso sí, en lo que a castellanos y leoneses concierne, todo se ha hecho muy «democráticamente».
No pierdo la esperanza de que un día los castellanos podamos cantar el himno de Antonio José como expresión de amor y pertenencia a una comunidad autónoma llamada Castilla, entonando la bella música con los no menos bellos versos: « ¡ Madre Castilla, guíanos tú !, será ese siempre nuestro grito ».
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