domingo, octubre 26, 2008

Mensaje de Breviario Castellano a la Asamblea de CIBU

Breviario Castellano



Como colaboradores de un pequeño púlpito que recuerda la memoria castellana no podemos sino alegrarnos del nacimiento de una nueva agrupación que propugna el reconocimiento de Castilla la Vieja entre cuyos fines se encuentra la consecución de una democracia más plena y participativa de la que existe actualmente.

No podemos sino recordar que la actual democracia es meramente representativa, y que reduce la participación al mínimo de introducir una papeleta cada cuatro años, sin duda una plenitud bastante menesterosa y lamentable.

El ámbito local en que se plantea vuestra iniciativa es muy acorde con el viejo sentido castellano de comunidad y no de la abstracta extensión territorial administrativa, si bien antes y más allá de la participación en las instituciones y la prioridad de los intereses provinciales, el bien común parece que debe ser el del propio pueblo burgalés del que a fin de cuentas emanan instituciones e intereses.

Brindaríamos gustosos porque el nuevo grupo sea antes creación, ideas , nuevos hábitos y costumbres, memoria, lucha tenaz y paciencia antes que reglamentos, ordenancismo y corrección; así nos gustaría ver el nacimiento de un nuevo estilo de prácticas y costumbres que briosas relegaran el reglamento para el último extremo. Como decía el dicho: lo mejor es que no haya leyes, y si hay leyes vivir como si no existieran y si finalmente hacen falta leyes que sean buenas leyes. En ese espíritu sugerimos una posible actualización del viejo estilo popular castellano de hacer política que se traduciría entre otras en : predominancia de los consejos; la rotación de los cargos; listas abiertas; responsabilidad de los elegidos en la línea del mandato imperativo; una democracia operativa en torno a la iniciativa popular y el referéndum a todos los niveles, al estilo helvético; juicio de residencia y otras viejas prácticas que aniquiló la moderna partitocracia y que contribuyan a restituir la soberanía arrebatada al pueblo; en definitiva que sea el ciudadano y no los partidos los que tengan la primera y la última palabra en lo que atañe al bien común. Una trasformación tal no será en ningún caso un camino de rosas.

Burgos Caput Castellae ¡Empiece el pueblo burgalés!

¡Suerte!

Consejo de Redacción Breviario Castellano

PENSANDO ,EN CASTILLA

La creación de la híbrida y artificioso entidad regional de Castilla-León, así como la de Castilla-La Mancha, son de políticas gravemente erróneas por muchas razones.

La sola enunciación de los nombres, de estas dos nuevas entidades: Castilla-León y Castilla-La Mancha, pone de manifiesto que Castilla ha sido mutilada y que importantes porciones de ella han sido anexionadas a sus vecinos, los antiguos reinos de León y Toledo. Hecho que tan escuetamente aseverado, resulta a primera vista inexplicable, dada la destacada personalidad de Castilla en la historia, la cultura y el conjunto todo de la nación española.

Ni el pueblo de León ni el de Castilla han manifestado espontánea, explícita y conscientemente su voluntad de liquidar estas dos milenarias regiones o nacionalidades históricas para aglomerar ambas en otra de nueva creación. Al contrario, se les está empujando a ello contra una gran inercia Popular, cuando no manifiesta oposición, que los promotores del proyecto tratan de ocultar o superar.

En las provincias de Santander, Logroño y Segovia, la oposición al híbrido conglomerado castellano-leonés ha sido tan grande que, por no ingresar en él, han preferido recabar la autonomía uniprovincial de Cantabria, la Rioja y Segovia, para salvar así su comarcal personalidad castellana.

En muchos aspectos se está procediendo con injustificada prisa, como si se quisiera llevar a cabo la fusión castellano-leonesa antes de que los pueblos de Castilla y León, mejor informados, puedan recobrar respectivamente su conciencia comunitaria.

Se intenta convencer a los leoneses y a los castellanos de que deben propugnar la autonomía de tal conglomerado para despertar la conciencia de su personalidad regional y defender ésta. Es decir, que el mejor porvenir regional de Castillo y de León está en que ambos pueblos renuncien a sus respectivos orígenes, historias y futuros en el conjunto español en aras de una nueva, inventado y confusa región.¡Peregrina manera ésta de «recuperar la identidad Perdida»! Y se procede así, contra un verdadero renacer de los pueblos de León y Castilla, precisamente cuando a todas las demás regiones o nacionalidades de España se les reconoce el derecho a defender y desarrollar su personalidad colectiva y se ponen en marcha con tal fin los correspondientes procesos autonómicos.

Si estos proyectos se llevaran a cabo, en el mapa de las nacionalidades o regiones de España dejarían de existir, como tales y con personalidad propia, León y Castilla (y también, el antiguo reino de Toledo o País Toledano), entidades histórico-políticas de las más antiguas e ilustres del pasado nacional hispano, surgidas hace más de mil años y vivas hasta la Guerra Civil en la memoria de los españoles, no obstante la presión cultural y política ejercida durante siglos sobre ellos por regímenes unitarios y centralistas. Y todo por resolución del gobierno y de unos cuantos parlamentarios, más interesados en urdir maniobras politiqueras que en respetar la diversidad interior de la nación española; no por iniciativa de los respectivos pueblos, que no fueron consultados, ni siquiera previamente informados, sobre las consecuencias de tan trascendental decisión, y aun con la oposición de sus más conscientes ciudadanos.

No son consecuentes, además, con uno de los propósitos más democráticos de la regionalizaci6n: el de reforzar la democracia acercando el gobierno a los gobernados. Esa proyectada gran región castellano-leonesa (vasta en su extensión geográfica y una en su estructura, no obstante su heterogeneidad natural), resabio del centralismo unitario, agarra tanto a los leoneses como a los castellanos del gobierno de sus respectivas regiones, para someter el conjunto a un nuevo unitarismo centralista que, por más estrecho y concentrado, resultaría más absorbente que el hasta ahora ejercido sobre toda España desde Madrid.

Castilla nº 10. Octubre 1980

Marcar a sangre y fuego (José A. Amo - Ciudadanos de Burgos por Castilla la Vieja)

Marcar a sangre y fuego

Este es el título del artículo que publica el Sr. Losada el pasado día 13 de octubre y que no tiene desperdicio; más o menos, propone señalar, como se hace con el ganado, a todos los ciudadanos que viven en esta Comunidad Autónoma, con la marca de castellano y leonés. Me imagino la escena: todos en fila y el Sr. Herrera o el Sr. Villanueva, o algún funcionario en su nombre, aplicando en la piel, de cada uno de los desafortunados habitantes de las nueve provincias, una placa al rojo vivo. El artículo produce sonrojo por lo ridículo del asunto y por el grado de servilismo y/o papanatismo del autor. Nadie puede imaginar publicado este escrito en cualquier otra Comunidad Autónoma: en Cataluña, en Aragón, en Andalucía o en Canarias esto no hubiera sido posible; ¿por qué?, pues porque las demás comunidades fueron diseñadas a medida de las regiones históricas y en ellas no hay ningún problema de identidad. Aquí, para nuestra desgracia, aunque nada es irreversible, eso no sucedió así y la identificación de los habitantes de las nueve provincias con esta Comunidad Autónoma anda por los suelos. Muy pocos, tras veinticinco años, se identifican con Castilla y León; al contrario, nos definimos como españoles, burgaleses, castella. Esto nos o varias cosas a la vez, pero no como castellano-leoneses. Como dijo Anselmo Carretero, nuestra Comunidad Autónoma ni es Castilla ni es León ni tampoco es Castilla más Leónes un auténtico problema para nuestros gobernantes autonómicos que se ven así impedidos de utilizar el resorte emocional que supone la identificación del ciudadano con el ámbito político de decisión. La manipulación de la historia de Burgos y Castilla La Vieja, el falseamiento de la realidad, la actuación de comisarios políticos, la propaganda de los medios y el adoctrinamiento en los centros educativos, de poco han servido frente a la tradición, la historia y el apego a la tierra; así que, para resolver la cuestión, un iluminado propone marcarnos como reses.

lunes, octubre 20, 2008

Asamblea de Ciudadanos de Burgos


El pasado sábado (día 18 de octubre) se celebró la Asamblea de Ciudadanos de Burgos (CiBu); entre los principales acuerdos adoptados se decidió el cambio de nombre del partido por el de CIUDADANOS DE BURGOS POR CASTILLA LA VIEJA (CiBu) para destacar su carácter provincialista y regionalista; se acordó un Programa Político que tiene dos ejes fundamentales: en primer lugar, la defensa de los intereses de la provincia de Burgos frente al centralismo asfixiante y estéril de la Junta de Castilla y León y también la recuperación de la identidad castellano-vieja que ha sido ninguneada en el actual Estado de las Autonomías; en segundo lugar, la personalización de la política con una serie de medidas que buscan, en última instancia, devolver el protagonismo a los ciudadanos frente a los partidos políticos.

Además, se llevó a cabo la elección de los dirigentes del partido y se adoptó un pronunciamiento en contra de la fusión de la cajas de ahorro, que busca únicamente su mayor control por los políticos de la Junta y centralizar en Valladolid la gestión de unos ahorros que se han generado en otras provincias, muy especialmente en Burgos.

sábado, octubre 18, 2008

Las autonomíasDe UCD a Felipe González

El documento aprobado Por el comité ejecutivo nacional de UCD, sobre racionalización de los procesos autonómícos, es justo reconocer que debe ser valorado como un acto serio y responsable, una declaración rigurosa, verdadera y acorde con los intereses nacionales.

Es cierto -como señala el documento- que el proceso autonómico debe realizarse sin improvisaciones, gradualmente y con sentido de la responsabilidad. No es posible, sin altos costes económicos y sociales, efectuar aceleradamente la complejísima transformación de un Estado fuertemente centralizado en otro. autonómico; y sólo por vías razonables y mesuradas el proyecto autonómico puede llegar a alcanzar la honda dimensión creadora que permitirá la progresiva institucionalización del autogobierho de cada comunidad en el seno de la unidad de España.

Estamos de acuerdo, y es lo que Comunidad Castellana ha venido predicando machaconamente desde hace tres años. Celebramos que, aunque tarde, el Gobierno empiece a rectificar los errores cometidos en el pasado, cuando de la mano del señor Clavero, ministro para las Regiones, inauguró a bombo y platillo el gran circo autonómíco, repartiendo "preautonomías" a voleo, nerviosamente, como esos caramelos que los charlatanes arrojan a puñados a los muchachos para atraerse a la clientela.

La clase política, tanto del partido en el poder como da los de la oposición, ofreció entonces un fantástico espectáculo de prestidigitación. De la chistera nacional surgieron, como por arte de magia, entes y preautonomías vertiginosas, regiones, presidentes, consejeros y directores regionales, presupuestos. Espléndidos juegos malabares. Había que coger rápidamente, artículo 151 en ristre, el "tren de las autonomías", ese convoy de la Ilusión que nos conduciría por lo derecho a la solución de todos los problemas de las provincias deprimidas: el desempleo, el atraso cultural, la emigración.

Infinitas banderas y soflamas al viento, se inflaron globos, se suscitaron emociones, se utilizó el ideal autonómico, por unos y otros, cada uno en la medida de su conveniencia, sin autenticidad alguna, al servicio de las respectivas y particulares apetencias de poder. Flaco servicio al pueblo y a la democracia.

No era verdad. Un proyecto autonómico auténtico debe ser popular no mera gestación de la clase política espoleada por afanes electorales, sino obra de la conciencia y el impulso de los ciudadanos. La autonomía es una reivindicación cívica que ha de crecer de abajo a arriba, al ritmo y con la presión que marque el propio pueblo, como efecto natural de su nivel de cultura y de conciencia colectiva. No puede ser una invención artificial ideada y otorgada por los políticos, sino el resultado de un proceso de renovación cultural de una colectívidad, a la que, entonces sí, los políticos -en cumplimiento de su noble oficio- deberán servir para !a adecuada realización de sus aspiraciones.

Por la historia y la realidad presente de nuestro país, ese proceso se tiene que desarrollar despacio, sin improvisaciones, sin intercalar ambiciones personales, trabajando por la información y elevación cultural de los ciudadanos. Eso es: trabajando.

Ahora que se trata de rectificar errores y traer las cosas al camino de la razón, nos parece necesario, una vez más, recordar el Gobierno y a la oposición la grave equivocación y el daño que causa la inicial planificación de esas dos "regiones", y posibles comunidades autónomas, tituladas "Castilla-León" y "Castílla-Mancha".

Su artítíciosídad y el revoltijo que en esos entes se hace de tres pueblos -el leonés, el castellano y el manchego- son escandalosos. Así, tales regiones devienen de inmediato problemáticas y conflictivas y suscitan múltíples contestaciones, por unos u otros motivos. Gregorío Peces-Barba, del PSOE, partido que propugna ese erróneo planteamiento, en un reciente artículo viene a reconocer que son regiones que "no están claramente establecidas y que tienen varias opciones". Las provincias de León, Santander, Logroño y Madrid no encajan. y tampoco, es preciso añadirlo, la de Segovia, que se resiste a entrar en el engendro Castilla-León. Los parlamentarios segovianos de UCD se mantienen fuera en base a unos criterios de prudencia, sensatez y realismo que se les debe reconocer y apoyar, conscientes de la falsedad del invento castellano-leonés.

Felipe González, en la conferencia de prensa subsiguiente a la última reunión del comité federal del PSOE, acaba de decir que la actuación autonómica de los socialistas se concreta "en el respeto de la identidad de los diferentes pueblos de España".

De acuerdo. Pero en este caso, parece necesario recordar al señor González que en las nominaciones "Castilla-León" y "Castilla-Maricha" aparece, en las dos, el nombre de "Castilla". Ello significa, obviamente, que Castilla, el pueblo castellano, uno de los pueblos que integran España, está dividido, fraqmentado, troceado. En una palabra, que no se respeta la identidad de este pueblo.

Y como -debe ser señalado—las comunidades autónomas, según el artículo 143 de la Constitución, han de integrarse por las provincias que tenqan "características históricas, culturales y económicas comunes", y puesto que Castilla es una colectividad histórico-cultural de alguna importancia -creemos nosotros, con independencia del grado de conciencia colectiva que ahora tenga su pueblo-, parece oportuno prequntar al señor González -y del mismo modo al partido del Gobierno-, si en esta hora, en que ya se han aprendido algunas lecciones de la experiencia, no sería razonable y necesario que por parte de todos -por respeto a la identidad de los pueblos, por no acumular más obstáculos a la recuperación de sus personalidades v por deja, la puerta abierta para una futura y armónica España articulada, tanto en la periferia como en el centro, en un mismo sistema autonómico de comunidades populares, basadas primordia!mente en la identidad histórico-cultural-, se procediera a una reconsideración seria y responsable de esta cuestión, tan importante: a un nuevo renplateamiento del área geográfica en la que viven los tres pueblos: León, Castilla y La Mancha.

Es un entuerto que debe enderezarse, es necesario, ante todo, por el bien de España. Hay nacionalidades peritéricas, es cierto; pero también las has, aunque hoy adormecidas, que no muertas, en el corazón de la Península. Todas deben contar para la construcción de la España integral, solidaria y fraterna a que aspiramos.

Informativo Castilla nº 7. Enero 1980

Contra la fusión de las cajas - Ciudadanos de Burgos por Castilla La Vieja

Comunicado de

CIUDADANOS DE BURGOS POR CASTILLA LA VIEJA

Contra la fusión de las cajas

La operación política de fusión de las cajas de ahorro de la bi-región sigue adelante, aunque ahora para suavizar el golpe hablen de integración y sigan, con todo el descaro del mundo, diciendo que lo hacen con pleno respeto a los órganos competentes. A las declaraciones de políticos de la Junta de Valladolid se unen ahora las voces de congresistas del PP que, con el voto de dos representantes burgaleses, han aprobado un documento en este sentido. Esperemos que el pueblo burgalés y castellano, recordemos que en la misma situación que las cajas de Burgos se encuentran las de Ávila y Segovia, pase factura electoral y castigue la postura de traición a los intereses de Burgos de los Sres. Ibáñez y Ariznavarreta. En el mismo día, el Presidente de la CECA afirmaba la salud de las cajas españolas y la necesidad de unas entidades de ahorro de carácter más local y doméstico en sus negocios y operaciones; justo lo contrario de lo que se pretende en esta Comunidad Autónoma. Pero, ¿para que recurrir a declaraciones?, vayamos a los datos: las cajas más pequeñas de esta Autonomía están entre las más eficientes de España (Caja de Burgos, Caja de Ávila y Caja de Segovia); por el contrario, las más grandes, precisamente resultado de fusiones que ahora nos pretenden vender como la panacea, están entre las más ineficientes, Caja España y Caja Duero. ¿Cómo es posible, entonces, que justifiquen la fusión?, simplemente aparte de mucha palabrería, como lo del famoso músculo financiero, se basan en una caída, en el último ejercicio, del 23% en los beneficios. Y todos pensamos que con la que está cayendo encima, quiebra y dificultades de las grandes instituciones financieras mundiales, los datos no son nada negativos. Seamos claros, esta operación con las cajas no tiene más finalidad que centralizar el ahorro de burgaleses, segovianos y abulenses en Valladolid y permitir a los políticos autonómicos financiar sus dudosas operaciones a costa de nuestros esfuerzos y sacrificios.

Lesmes Peña Hurtado
Presidente

domingo, octubre 12, 2008

CONMEMORACIÓN DEL 9º CENTENARIO DE LA BATALLA DE UCLÉS


EXCURSIÓN A RECÓPOLIS - UCLÉS - SICUENDES
sábado 25 de octubre

CONMEMORACIÓN DEL 9º CENTENARIO DE
LA BATALLA DE UCLÉS


Queridos amigos, ya está ultimada la próxima excursión en la que aprenderemos algo más sobre:

La España visigoda.

Alfonso VI y la frontera del Tajo Siglo XII

La batalla de Uclés (1108)

PLAN PREVISTO:

08.00 - Salida desde Madrid, en el lugar habitual ( CASTELLANA 110, junto a la boca de metro de Nuevos Ministerios), hacia el Parque arqueológico de Recópolis (Zorita de los Canes - Guadalajara).

13.15 - Comida en Tarancón.

15.45 - Visita al castillo y Monasterio de Uclés (Uclés - Cuenca).

17.00 - Visita al Campo de Batalla de Uclés.

18.30 Visita a los restos del despoblado de Sicuendes,
donde haremos nuestro tradicional homenaje.

21.15 - Llegada a Madrid.


PRECIO, 50 EUROS QUE INCLUYE:
VIAJE
COMIDA
2 € DE ENTRADA A RECÓPOLIS
2€ DE ENTRADA AL MONASTERIO DE UCLÉS
REMUNERACIÓN DE DOS GUÍAS
DOCUMENTACIÓN.

CAMINAREMOS CERCA DE 3 KM (1'5 IDA + 1'5 VUELTA), POR LO QUE RECOMENDAMOS LLEVAR CALZADO APROPIADO.

Como siempre, iremos contactando con vosotros durante los próximos días. Los que no sean avisados, serán llamados para el siguiente grupo.
Si alguien quiere unirse a nuestro grupo de excursiones, que contacte con nosotros.

Delta Ediciones - Apartado de Correos 24071, Madrid 28080 - deltaediciones@deltaediciones.com - 687 57 60 62